Uno de los grandes temas del CES de este año parecen ser los procesadores y Samsung también ha puesto su granito de arena para mostrarnos los grandes avances que nos esperan en la materia con su nuevo Exynos 5 Octa, que gracias a dos conjuntos diferentes de cuatro núcleos cada uno consigue increíbles resultados de rendimiento a la vez que reduce el consumo de batería, ganado hasta un 60% más de autonomía.
Después de conocer Tegra 4 y su tremenda capacidad de procesamiento gráfico (gracias a nada más y nada menos que 72 núcleos en su GPU) y el Snapdragon 800 que promete una potencia de 2,3 GHz, Samsung lo tenía difícil para sorprendernos, pero finalmente lo ha conseguido. Si el actual Exynos 5, montado por ejemplo en el flamante Nexus 10, había conseguido sin duda llamar la atención por su gran velocidad, la nueva generación de procesadores, Exynos 5 Octa, vuelve a impactarnos con sus 8 núcleos. El principal objetivo de este procesador, no obstante, no está tanto en aumentar la potencia de nuestros dispositivos móviles como en conseguir un consumo más eficiente de energía. ¿Cómo lo hace?
Pues el ahorro de energía se consigue haciendo uso de la arquitectura big.LITTLE de ARM. Los 8 núcleos de la CPU no trabajan de forma conjunta, sino que están divididos en dos conjuntos diferenciados de 4, uno de núcleos ARM-Cortex A15, para tareas más exigentes, y otro de ARM-Cortex A7, para las más sencillas. El conjunto de núcleos de más potencia, así, sólo se usa cuando es realmente necesario. Las estimaciones de Samsung es que este ahorro de energía puede prolongar la autonomía de los dispositivos móviles en un 60%, lo cual es, siendo prácticos, una noticia que puede resultar incluso mejor que un simple aumento de velocidad. En los futuros test de baterías podremos comprobar qué tal funciona en la práctica y, por supuesto, no dejaremos de contároslo.
Fuentes: TechCrunch, The Verge