El mundo de la fotografía, como muchos otros tantos ámbitos, ha sufrido cambios radicales más que evidentes en nuestra era digital. Tales cambios no sólo tienen que ver con las herramientas y los contextos en los que ahora se toman fotos (situándose el smartphone y los selfies como ejes emergentes en las prácticas cotidianas) sino también los mecanismos y las tecnologías empleadas para almacenar y mostrar esas fotos a amigos, familiares, etc.
En este sentido, los álbumes de fotos y las propias fotos impresas han perdido protagonismo de forma fulgurante a lo largo de los últimos años. La galería del smartphone o la tablet, redes como de Instagram, Flickr o Facebook y servicios como Dropbox o Google Drive se han transformado en nodos de una red en torno a la cual gira la experiencia fotográfica de los usuarios, mientras que los diferentes formatos de compresión se han convertido en el nuevo papel.
¿Qué hacer con todas aquellas fotografías impresas de épocas pretéritas cuando lo habitual es echar mano del móvil o del ordenador para echar un vistazo a días pasados? Tener un escáner en casa le habrá sido útil a muchos para volver a incorporar fotografías antiguas a los álbumes actuales, no obstante, el móvil y la tableta pueden realizar esta función de forma más rápida y sencilla si cabe.
Heirloom: Inteligente concepto y excelente ejecución
Heirloom es una de esas aplicaciones que te provocan buenas sensaciones desde el mismo momento en el que tomas contacto: empezando por el logotipo hasta llegar a la interfaz, todo es buen gusto y cuidado por los detalles. Lo primero, antes de empezar a escanear, es descargar esta aplicación con la que procederemos.
Al lanzar la app por primera vez veremos que necesitamos tener una cuenta para trabajar con ella. Introducimos los datos que se nos piden y, al crear un perfil, daremos acceso a todas las imágenes que vayamos escaneado (se guardan en la nube) desde cualquier dispositivo en que estemos «logados».
Empezando a escanear
Para empezar a escanear imágenes, simplemente debemos desplegar el menú de la parte derecha y pulsar en ‘capture’. La mejor forma de conseguir una captura al mejor nivel es disparar en condiciones de buena luz, buscar la posición para evitar reflejos y colocar el cuerpo del dispositivo encima de la fotografía en paralelo a ésta. En el ejemplo de abajo podéis apreciar una captura que yo mismo he realizado de la portado de un libro.
La aplicación dispone una serie de herramientas para llevar a cabo una edición básica: se puede recortar una parte de la foto, hacerla girar 90 grados, añadir filtros e incluso cuenta con un ajuste de luz que dejará la imagen con un brillo apropiado. Si queremos menos intensidad, podemos también desactiva la opción.
Crear álbumes y compartir
Todas las imágenes que escaneamos con Heirloom se van a guardar en nuestra galería pero también podemos acceder a ellas utilizando un explorador de archivos. La app genera su propia carpeta en el disco local.
No obstante, esta aplicación tiene cierta vocación de Red Social y nos ofrece la posibilidad de crear galerías en grupo, asociándonos con nuestros contactos, así como la de compartir los álbumes que hayamos generado, algo que puede hacerse bien dentro de la app o bien de forma externa. Otra opción interesante es la de añadir metadatos básicos a la una captura para mejorar la organización de imágenes.