Si hay algo fundamental para poder disfrutar de nuestros dispositivos móviles, para que sean móviles de verdad y podamos realmente llevarnoslos a cualquier parte y sacar provecho de ellos, es sin duda alguna que cuenten con una buena autonomía y podamos confiar en que no nos van a dejar tirados muchas horas antes de que tengamos de nuevo un enchufe a nuestra disposición. Desafortunadamente, lo que podemos hacer para que esto sea así no está del todo en nuestras manos, aunque aún hay muchos factores en los que nuestra intervención puede ser fundamental, empezando por hacer una buena elección cuando compramos una tablet o un phablet, siguiendo por cuidar la salud de su batería y terminando por saber cómo ahorrar energía cuando lo necesitamos. Hoy hacemos repaso de todo lo que necesitáis saber al respecto.
Lo que podemos hacer para ahorrar batería
Vamos a empezar con lo que suele ser nuestra principal preocupación: cómo conseguir prolongar la vida de nuestra tablet o phablet cuando nos damos cuenta de que aún queda mucho hasta que lo podamos cargar y nos queda ya muy poca batería. Hay unos cuantos consejos básicos que se aplican a cualquier dispositivo (aunque os vamos dar referencias específicas en función del sistema operativo), y que no tenemos que olvidar que incluyen recomendaciones tanto para cuando los estamos usando como para cuando no lo estamos haciendo (es importante siempre intentar reducir el consumo en stand-by). Algunos son más extremos y probablemente no nos merezca la pena llevarlos a la práctica salv en situaciones de urgencia, pero algunos son hábitos recomendables para nuestro día a día.
Reducir el consumo de la pantalla
Bajar el nivel de brillo. Esta es una de las recomendaciones universales cuando se trata de reducir el consumo de nuestros dispositivos: como costumbre es recomendable tener el brillo en “automático” para que no se use más energía de la necesaria, pero si necesitamos ahorrar, lo ponemos manual y lo bajamos tanto como podamos.
Bloqueo automático. También dirigido a reducir el consumo de la pantalla, es conveniente que la configuremos de tal modo que se apague rápidamente si no la estamos utilizando, lo que podemos hacer bajando el tiempo que se debe esperar antes de volver a bloquear la pantalla.
Desactivar las animaciones. Otro consejo útil y con coste mínimo en relación con el consumo de la pantalla es el de desactivar la animaciones que vemos en las transiciones (al entrar en una aplicación, por ejemplo), ya que son puramente “decorativas”.
Usar un fondo de pantalla fijo. Es algo bastante básico pero en lo que quizá no caigamos: los fondos de pantalla animados tienen un consumo más alto, así que nuestros preferidos sean estos, al menos cuando queremos ahorrar energía, nos conviene pasarnos a uno de los estáticos.Regular
Reducir el consumo provocado por el “trabajo” en segundo plano
Regular los asistentes personales. Otro consejo básico es reducir al mínimo todas las operaciones que nuestro dispositivo lleva a cabo en segundo plano y Siri y Handoff son dos funciones que probablemente no usemos mucho habitualmente y de las que casi con seguridad podemos prescindir en una situación de urgencia. Si no queremos desconectar a Siri por completo, cuando menos nos interesará desactivar las funciones de escucha constante.
Desactivar las actualizaciones en segundo plano. Otra de las cosas que nuestros iPad y iPhone hacen automática e independientemente de a lo que nos estemos dedicando nosotros a no ser que les indiquemos lo contrario es descargar e instalar las actualizaciones disponibles, y estas rara vez son urgentes.
Desactivar las descargas automáticas. Por la misma lógica que no nos conviene permitir prevenir las actualizaciones automáticas, debemos hacer lo mismo con otro tipo de descargas.
Desactivar las localizaciones. Otra tarea que nuestros dispositivos llevan a cabo de forma ininterrumpida si se lo permitimos es la localización. Hay que tener cuidado porque algunas aplicaciones realmente la necesitan, pero si no es así, conviene desactivarlas.
Desactivar la actualización automática del correo. Dependiendo con la frecuencia con la que podamos recibir o no correos importantes, nos puede convenir o no tener desactivada la actualización automáticamente constantemente, pero puede ser siempre una buena idea si estamos en las últimas de batería.
Desactivar las notificaciones. Esta es probablemente la última medida a la que queramos recurrir, pero si hemos llegado a una situación extrema, puede que nos veamos obligados a hacer uso de ella. No dar permiso para enviarnos notificaciones a las aplicaciones que usemos menos, en cualquier caso, puede ser una buena idea para nuestro día a día.
Evitar aplicaciones que consumen demasiado
Comprobar el consumo. El consumo que hace cada aplicación puede variar mucho, así que nos conviene tener controladas cuáles son las que más energía requieren para reemplazarlas por otras con la misma función o, si no es posible minimizar su uso en caso de emergencia.
Cómo hacerlo con cada sistema operativo
iOS. Si queréis detalles de cómo podéis hacer cada una de estas operaciones, tenemos a vuestra disposición un tutorial con todas las instrucciones actualizado para iOS 9.
Windows. Para aquellos de vosotros que utilicen una tablet con Windows, también tenemos un tutorial para guiaros por los menús actualizado para Windows 10.
Android. Si necesitáis ayuda para realizar alguna configuración en vuestro dispositivo Android tenemos también un tutorial a vuestra disposición para limitar su actividad cuando no lo estamos utilizando, además de otro para activar la función “doze” incluso en aquellos que aún no han recibido Android Marshmallow, y uno específico para ahorrar energía en los que montan paneles AMOLED. En cualquier caso, en Android hay muchas aplicaciones que pueden realizar diversos ajustes de forma automática. También tenemos una recopilación con las aplicaciones que más datos, memoria y batería consumen según estudios recientes.
Cómo prolongar la vida de la batería de tu dispositivo
Aunque no reparamos en él tan a menudo, otro factor decisivo en la autonomía de nuestros dispositivos móviles es el estado de salud de nuestra batería: como cualquier otro componente, esta está sujeta a cierto deterioro que podemos intentar frenar o, al contrario, acelerar, dependiendo de cómo la tratemos. La peor parte es que muchos tienen aún costumbres que les resultan bastante perjudiciales y que, al revés, pueden pensar que son buenas prácticas porque lo eran para las antiguas baterías de niquel. ¿Qué conviene hacer y qué no con nuestras baterías si queremos que se mantengan como el primer día durante el mayor tiempo posible? También os damos algunas instrucciones básicas para comprobar su estado de salud y saber si necesitamos sustituirla.
Cómo y cuándo cargarlo
No cargarlas del todo. Uno de esas “buenas” costumbres que cogimos con los móviles antiguos y de la que necesitamos deshacernos es la de cargar el dispositivo siempre que podamos hasta el 100%: a pesar de que lo más cómodo es dejarlos cargando toda la noche, lo más recomendable es cargarlo siempre de forma parcial.
No dejar que se descarguen del todo. Igual que no es lo idea que lleguen a estar al 100% de la carga, tampoco es recomendable que lleguen a estar al 0%, porque alguna celda se puede quedar desactivada para siempre. Si alguna vez nos sucede, hay que intentar cargarlo lo antes posible.
Mantenerlas a media capacidad. Como podéis deducir de los dos consejos anteriores, lo mejor que podemos hacer por nuestros tablets y phablets es mantenerlos siempre que sea posible en torno al 50%, que es el punto en el que son más eficientes y en el que menos se deterioran,
Evitar las cargas rápidas e inalámbricas. Por supuesto, tener la opción de carga rápida nunca está de más, ya que el poder sumarle unos cuantos puntos en unos cuantos minutos puede ser un auténtico salvavidas. Hay que tener en cuenta, no obstante, que pueden contribuir (al igual que las cargas inalámbricas) a aumentar la temperatura del dispositivo y esto es algo que puede resultar muy perjudicial para la salud de la batería.
Cargarlas sin fundas. Por lo mismo que no debemos recurrir a la carga rápida sin necesidad, es conveniente quitarles la funda a los dispositivos cuando los dejemos cargando: se trata simplemente de evitar que se calienten demasiado.
Otras recomendaciones
Evitar las temperaturas extremas. Como acabamos de decir, un exceso de calor puede perjudicar la salud de tu batería, al igual que sucede con otros muchos componentes (también puede afectar al rendimiento del dispositivo, por ejemplo), pero tampoco podemos perder de vista que lo mismo sucede con temperaturas extraordinariamente bajas.
Usar cargadores de buena calidad. No importa realmente que no sea el oficial, pero tanto por la salud de vuestro phablet o tablet como por nuestra propia seguridad, conviene invertir un poco más en un cargador y asegurarnos de que sea de buena calidad.
Cómo saber cuándo nuestra batería está irreparablemente dañada
Inspección visual. No siempre podemos acceder a la batería, pero si podemos hacerlo, echar un vistazo es a menudo suficiente para comprobar su deterioro: las señales más frecuentes y evidentes son las deformaciones, las roturas en la cubierta, la corrosión y manchas químicas blancas o verdes.
Comprobar si se ha hinchado. Una batería en mal estado frecuentemente se hincha, pero es posible que no lo podamos ver a simple vista. Se puede comprobar fácillmente, no obstante, intentando hacerla girar sobre una superficie plana: si está en buen estado no deberíamos poder hacerlo.
Comprobar cómo se carga y descarga. Si no podemos acceder a la batería en sí, no tenemos otro remedio que fijarnos en su comportamiento y la señal de un mal estado de salud no es tanto la velocidad a la que descargue como los saltos que dé, que idealmente no deberían ser de más de un par de puntos cada vez.
Cómo obtener datos más precisos. Si aún necesitamos datos más precisos, los podemos obtener con ayuda de aplicaciones como iBackupBot, para iOS, o MicroPinch, para Android. En este segundo caso, podemos intentar antes acceder introduciendo el código *#*#4636#*#* como si fueramos a llamar, algo más sencillo, pero que no funciona en todos los dispositivos.
Elegir bien nuestro phablet o tablet
Terminamos con otro consejo básico que por supuesto simplemente es que, si la autonomía es un factor importante en nuestra satisfacción con un dispositivo móvil, lo tengamos en cuenta a la hora de elegir un dispositivo, igual que tomamos en cuenta las especificaciones técnicas de su pantalla o de su procesador. Hay que recordar, no obstante, que las estimaciones que nos dan los fabricantes no se pueden tomar al pie de la letra y que el dato de capacidad de su batería, medido en mAh, no es sino la mitad de la ecuación, y que el consumo es otra parte igual de importante. Lo mejor para tener una buena idea de qué podemos esperar, por tanto, es recurrir a los tests independientes y eso es lo que vamos a hacer ahora: un repaso con los resultados obtenidos en ellos por parte los phablets y tablets más populares que podemos encontrar ahora en el mercado.
Las tablets con más autonomía
Hay que tener en cuenta que a la hora de comparar la autonomía de diversos dispositivos es muy importante hacerlo de acuerdo al mismo benchmarks o tests, ya que las condiciones de la prueba pueden variar mucho y lo mismo puede pasar, lógicamente, con los resultados. Desafortunadamente, es complicado encontrar una base de datos en la que tengamos reunidos todos los modelos, así que os tenemos que mostrar la información dividida en dos: el primer ranking, extraído de Phonearena, incluye la gran mayoría de los modelos más populares, pero le faltan algunos de los grandes lanzamientos de la segunda mitad del año que aparecen en la segunda comparativa, formulada con los datos de las pruebas de Anandtech.
El top 5 de las tablets con más autonomía. Los mejores resultados según estos tests son para la MediaPad X2 de Huawei, seguida a mucha distancia por la Yoga Tab 2. Con puntuaciones mucho más próximas entre sí, los tres siguientes puestos los ocupan la Xperia Z3 Tablet Compact, la Fire HDX 8.9 y la Google Nexus 9. Si queréis consultar cómo continúa el ranking, lo podéis hacer aquí.
iPad mini 4 vs Galaxy Tab S2 vs ZenPad S 8.0. Como os habíamos adelantado, el ranking anterior dejaba fuera algunas de las tablets compactas de gama alta más populares que han debutado últimamente y que deja claro que la tablet de Apple es la que más aguanta cuando se trata de navegar y la de Samsung cuando se trata de reproucción de vídeo. La comparativa completa la podéis consultar aquí.
Los phablets con más autonomía
También tenemos datos para los phablets más interesantes de 2015 y en este caso tenemos la ventaja de que todos provienen de la misma fuente, gsmarena, que, además, es nuestra favorita, ya que las cifras que nos da distinguen entre diferentes actividades (llamadas, navegación y reproducción de vídeo) y nos permiten por tanto elegir teniendo en cuenta cuál se ajusta mejor al tipo de uso que le vamos a dar en mayor medida. El ranking vuelve a estar dividido en dos, sin embargo, pero en esta ocasión es sólo para distinguir entre los modelos de gama alta y los de gama media.
El top 5 de los phablets de gama media con más autonomía. El primer puesto, según estás pruebas, es para un phablet Windows, el Lumia 640 XL, seguido a cierta distancia por el Meizu M2 Note; muy por detrás de estos dos, tenemos al OnePlus 2, al Zenfone 2 y al Xperia C5 Ultra. Si queréis consultar el ranking completo, lo podéis hacer aquí.
El top 5 de los phablets de gama alta con más autonomía. Aquí nos encontramos con un empate técnico entre el iPhone 6s Plus y el Galaxy Note 5, aunque, curiosamente, el Galaxy S6 edge+ sí que queda un paso por detrás de estos. El top 5 lo completan el Nexus 6P y el Xperia Z5 Premium. Para ver las cifras exactas de cada uno y quienes ocupan los siguientes puestos, lo podéis hacer aquí.