A estas alturas, parece muy complicado que alguien que no sea Microsoft pueda arañarle algo de cuota de mercado a iOS y Android. Firefox y Ubuntu son nombres nada desdeñables y cuentan con sendas comunidades de usuarios bastante habilidosos en cuestiones técnicas y con una potente ética detrás. Aunque el primero de ellos parece haber claudicado (la sombra de Android es alargada), nunca es mal momento para echar un vistazo a su propuesta.
Después de una irrupción prometedora, desde Firefox con el apoyo de Telefónica, y desde Ubuntu en alianza con Meizu y con algún terminal incluso de bq, ambos proyectos comienzan a mostrar signos de no haber superado la primera prueba de fuego. Llevamos tiempo sin oír nada significativo de ninguno de ellos. Lo último es que el software de Mozilla perdió el apoyo del gigante operador español y, con ello, una gran oportunidad para crecer. Al tiempo, algunos fabricantes lo piensan utilizar para sus televisiones, lo que hasta ahora ha sido inequívoca señal de que un SO ha fracasado.
Lo importante en estos momentos, sería conseguir un aliado poderoso, algo que parece complicado siendo que Cyanogen empieza a acaparar el cariño de muchos actores no especialmente adeptos a Google.
Utilizar Firefox OS como un launcher
Lo que hoy os proponemos, obviamente, no va a aportarnos la suavidad de un Firefox OS nativo, lo cual, por otro lado, era su mayor virtud: la capacidad de ser veloz y fiable en dispositivos con un hardware muy muy limitado, algo que Android, hasta hace muy poco ha estado enormemente lejos de conseguir. Muchos recordarán la experiencia con los primeros HTC, Samsung o Motorola. Si bien el sistema prometía maneras, su capacidad de respuesta comparada con la del iPhone era desesperante. Hoy en día, no obstante, ya no notamos diferencia sensible.
Para instalar el launcher de Firefox OS debemos ir a este enlace (ya con las Fuentes Desconocidas activadas, en Ajustes > Seguridad). Descargamos la Preview Developer App, instalamos y fijamos como lanzador predeterminado (Ajustes > Inicio).
¿Con qué nos vamos a encontrar?
Nos vamos a encontrar con lo esperable, una interfaz con grandes iconos para poder trabajar bien en pantallas pequeñas, donde además se tratan de maximizar los servicios diseñados por Mozilla.
La versatilidad, obviamente, llega a ser la de Android y ahora que el sistema de Google va como un tiro incluso en los Moto E de 100 euros, para un usuario medianamente avanzado no merece la pena sacrificar la cantidad de herramientas de la principal plataforma móvil de planeta a no ser que influyan principalmente dos motivos:
Ética: un software verdaderamente libre, sin estar sometido al dominio de Google y cuyo proyecto fundamentalmente consiste en hacer accesibles las tecnologías digitales en aquellas zonas de recursos materiales más limitados.
Un tipo de usuario concreto: su simplicidad gustará a usuarios poco cualificados, que simplemente quieran darle a un botón y estar leyendo una web, contestando un mensaje o haciendo una foto sin complicarse mucho más la vida.
Veremos hasta dónde puede avanzar Firefox OS de ahora en adelante y si lo que tiene que ofrecer llega algún día a igualarse con los más poderosos.