No cabe duda de que Facebook se ha convertido en un servicio omnipresente y difícilmente prescindible en nuestras vidas, dado lo cual, la red social abusa de nosotros como usuarios en muy diversos sentidos. Uno de ellos es el hecho de que su aplicación para smartphones y tablets sea poco eficiente: consume mucha batería, ocupa demasiada memoria y obliga a instalar otras herramientas para conseguir una funcionalidad completa.
En este sentido el caso de Messenger es paradigmático. Un parche intrusivo, pesado, efectista y muy poco apreciado por la mayoría de los usuarios es obligatorio si queremos mantener conversaciones privadas con nuestros contactos de Facebook, cuando en la versión web todo está integrado. El hecho de que los de Mark Zuckerberg se hicieran con WhatsApp tampoco fue tomado como un buen augurio por mucha gente.
La aplicación de Facebook, ¿un abuso?
En casi todas las listas que se publican sobre las aplicaciones que más consumen, ya sea en términos de batería, de datos móviles o de otros recursos del terminal casi siempre encontramos el nombre de Facebook en los primeros puestos. Aún así, tampoco es extraño hallar su app entre aquellas más utilizadas y con mayor número de descargas.
Traducido a números concretos, en mi tablet (y eso que me ocupo regularmente de borrar caché y archivos basura) Facebook se está comiendo en total 323 megas de espacio y Messenger otros 118 megas, cuando, por ejemplo, ni Twitter ni Google+ llegan a los 70 MB. En cuanto a memoria RAM, esta aplicación es la que más acapara (70 megas) después de los utensilios asociados al funcionamiento básico del dispositivo (SO Android, IU del sistema o Servicios de Google Play).
Un par de ideas para mejorar
Existen aplicaciones cliente, estilo HootSuite, que permiten estar al tanto de las actualizaciones de Facebook y publicar nuevas entradas, sin embargo, sus entornos gráficos suelen ser algo esquemáticos de más y no podemos movernos por todos recovecos de la red social. En un momento dado, resulta ser útil para echar un vistazo o programar algo, pero no aportará la profundidad que muchos usuarios exigen.
Una de las propuestas que hemos leído y de las que queremos hacernos eco es la de utilizar el navegador en Android para acceder a la versión web / móvil de Facebook. Se trata de una buena forma de optimizar recursos: incluso podemos instalar un acceso directo del sitio en el escritorio de nuestro smartphone o tablet (aquí os explicamos cómo).
Nuestra opción favorita: Puffin for Facebook
Si preferimos tener la red social en una aplicación, Puffin for Facebook nos proporciona una experiencia muy parecido a la interfaz de sitio en internet. Por un lado, consume menos batería, menos datos, menos memoria RAM y ocupa tan sólo 29,6 megas iniciales (por lo que he visto hasta ahora, el acopio de datos y de caché también es mucho menor). Por otro lado, es más rápida que la herramienta original y no nos va a exigir instalar Messenger, como app complementaria.
Así pues, os recomendamos probar Puffin, al menos por un tiempo, para ver si os convence. Al fin y al cabo, si Facebook quiere que utilicemos su aplicación debe optimizarla y pensar en el usuario, ofreciendo algo decente, sin lastrar el funcionamiento global de la máquina donde se instala.