Ayer os contábamos que la gama Galaxy Tab A tenía un nuevo miembro de 10.1 pulgadas, y, aunque no sabemos por cuánto tiempo coincidirán en las tiendas, es de suponer que aún tendremos el modelo de 9.7 pulgadas a la venta durante unos cuantos meses, por lo que no está de más hacer un repaso a las especificaciones técnicas de ambas antes de decidirse por una u otra, ya que el tamaño no es la única novedad. ¿Nos merece la pena esperar la llegada del nuevo modelo o aprovechar el buen precio al que se puede encontrar ahora el modelo del año anterior? Esperamos que esta comparativa os pueda ayudar a decidirlo.
Diseño
A pesar de que estéticamente nos encontramos con dos tablets muy similares, con todas las señas de identidad de los dispositivos móviles de Samsung, hay una diferencia bastante importante entre ambas, aunque a primera vista no parezca demasiado importante, y es el formato: es fácil apreciar que la pantalla del nuevo modelo es más alargada y esto va a tener la consecuencia de que habitualmente nos resultará más natural sostenerla en posición paisaje, a pesar de lo cual está diseñada como si la posición retrato fuera la principal, lo que hará que al ponerla en horizontal nos encontremos con los marcos más amplios en los laterales. Esto es algo inusual, pero no necesariamente negativo, ya que nos da más superficie de agarre.
Dimensiones
Como la pantalla del modelo nuevo es un poco más grande, también es lógico que lo sea el dispositivo en su conjunto, pero otra vez es la diferencia de proporciones lo que se aprecia más fácilmente (25,42 x 15,53 cm frente a 24,25 x 16,68 cm). Más clara es la diferencia en grosor (8,2 mm frente a 7,5 mm) y, sobre todo, en peso (525 gramos frente a 450 gramos).
Pantalla
Ya hemos mencionados dos diferencias importantes en sus respectivas pantallas, el tamaño (10.1 pulgadas frente a 9.7 pulgadas) y la relación de aspecto (16:10, optimizada para la reproducción de vídeo, frente a 4:3, optimizada para la lectura), pero todavía hay una mucho mayor en cuanto a resolución (1920 x 1200 frente a 1024 x 768) y en densidad de píxeles (224 PPI frente a 132 PPI).
Rendimiento
Aunque no sabemos cuál es exactamente el procesador que monta el nuevo modelo, está claro que es bastante superior al del año pasado, con ocho núcleos en lugar de cuatro, y una frecuencia de 1,6 GHz en lugar de 1,2 GHz. También lleva ventaja en el apartado de memoria RAM, que es de 2 GB (frente a 1.5 GB), y en que llega ya con Android Marshmallow preinstalado.
Capacidad de almacenamiento
Donde no vamos a encontrarnos ninguna diferencia es en el apartado de capacidad de almacenamiento: aquí los dos nos ofrecen 16 GB de memoria interna que podemos ampliar de forma externa a través de tarjeta micro-SD.
Cámaras
Probablemente no sea la mejora más importante para la mayoría de los usuarios, pero para aquellos que utilicen con frecuencia la cámara en sus tablets, también trae buenas noticias el nuevo modelo, dado que la suya es de 8 MP, mientras que la del modelo del año pasado es de 5 MP. La frontal, en cualquier caso, es de 2 MP en ambos.
Autonomía
Una vez más, tenemos que insistir en que los datos de autonomía definitivos nos los dan las pruebas de uso reales, pero hasta que dispongamos de ellos, tenemos que conformarnos con comparar los de capacidad de sus baterías y aquí, en compensación por un grosor algo mayor, la victoria es clara para el modelo nuevo, con 7300 mAh frente a 6000 mAh. Es cierto, no obstante, que es de esperar un consumo mayor también.
Precio
Como decíamos al inicio, el modelo del año pasado tiene a su favor que ahora mismo se puede adquirir con un precio muy interesante, ya que en algunos distribuidores está disponible por unos 200 euros. Como hemos podido ver, sin embargo, las especificaciones técnicas del modelo nuevo son claramente superiores, y se venderá a partir de 290 euros. Sólo queda valorar hasta qué punto nos merece la pena a cada uno la inversión extra.