Aunque el phablet que el año pasado Samsung lanzó en Europa fue el Galaxy S6 edge+, hemos decidido hacer un repaso a las novedades que nos deja el nuevo Galaxy Note 7 respecto a sus predecesores fijándonos en el Galaxy Note 5 que, al fin y al cabo, es más similar. No obstante, si sois usuarios del modelo de pantalla curva y queréis saber si os compensa o no haceros con el nuevo phablet de los coreanos, estas reflexiones ya sabéis que os van a ser igualmente útiles, ya que las características de uno y otro eran prácticamente las mismas.
Ya no hay que elegir entre pantalla curva y S Pen
La distinción fundamental entre el Galaxy S6 edge+ y el Galaxy Note 5 ya sabéis que estaba en el apartado de diseño: el primero de ellos nos dejaba la popular pantalla curva, más elegante quizá, pero probablemente no tan útil, y el segundo de ellos llegaba con el tradicional S Pen, con un diseño más convencional pero con una experiencia de uso única. Afortunadamente, con el Galaxy Note 7 ya no habrá que conformarse con tener la una o el otro, sino que vamos a poder disfrutar de ambos.
Lector de huellas digitales, pero también escáner de retina
A pesar de que ya se había especulado con que el Galaxy Note 5 podía llegar ya con escáner de retina, finalmente “sólo” disponía del más habitual lector de huellas digitales. No obstante, los rumores de que Samsung trabajaba en esta dirección se han confirmado y el Galaxy Note 7 dispone ya de él: esta medida extra de protección es una de las ventajas de las que podréis disfrutar si os decantáis por el modelo nuevo.
Gorilla Glass 5 y certificado IP68
No es una ventaja sobre el Galaxy S7 Edge, pero sí sobre el Galaxy Note 5: el Galaxy Note 7 va a llegar con certificado de resistencia al agua (y al polvo), lo que nos permitirá estar un poco más tranquilos en la playa y en otras situaciones con cierto riesgo. No es el único punto en el que su resistencia se ha mejorado, ya que tampoco podemos dejar de notar que su pantalla está protegida por Gorilla Glass 5 (el primero que puede presumir de ello).
Procesador Exynos 8890
También en el apartado de rendimiento nos vamos a encontrar con una evolución bastante importante, si no en lo que respecta a la memoria RAM (que sigue siendo de 4 GB), si en el de procesador, ya que el Galaxy Note 7 llega con el Exynos 8890 del Galaxy S7 Edge, que aligual que el Exynos 7420 del Galaxy Note 5 es de ocho núcleos, pero su frecuencia es bastante más alta (2,1 GHz frente a 2,3 GHz).
El doble de memoria interna (como mínimo y como máximo) y ranura para micro-SD
Las mejoras en cuanto a memoria interna sí que se van a notar independientemente de que modelo estemos considerando comprar, ya que el básico pasa de los 32 a los 64 GB y, por arriba, en lugar de tener el tope en 128 GB, vamos a tenerlo en 256 GB. Otro punto a favor del Galaxy Note 7 es que se recupera la ranura para micro-SD, lo que nos va a dar la oportunidad de aumentar nuestra capacidad de almacenamiento también de forma externa.
Cámara con menos megapíxeles pero más grande
También hay novedades importantes en el apartado de cámara, ya que el nuevo Galaxy Note 7 llega con todas las mejoras que ya descubrimos en los Galaxy S7 y Galaxy S7 Edge, y que les han valido el primer puesto en el prestigioso ranking de DxO: el número de megapíxeles desciende desde los 16 MP a los 12 MP, pero su tamaño aumenta desde 1,12 micrómetros a 1,4 micrómetros, para captar más luz, igual que sucede con la apertura, que pasa de ser de f/1.9 a f/1.7.
Una batería más grande
Siempre insistimos en que sólo podemos conocer bien la autonomía de un dispositivo móvil cuando lo probamos, pero es cierto que los datos de capacidad de su batería nos pueden dar una buena pista, y este es otro punto en el que el Galaxy Note 7 parece que va a mejorar sustancialmente respecto a su predecesor, incluso a pesar de que este rendía ya bastante bien en este sentido, y es que su batería tiene bastante más capacidad (3500 mAh frente a 3000 mAh), incluso a pesar de que su grosor es prácticamente idéntico. Teniendo en cuenta que su pantalla es del mismo tamaño, y aunque hay que ser prudente, resulta bastante prometedor.