En pocos años, la oferta disponible de tablets y smartphones procedente de fabricantes chinos se ha diversificado. Antes, el abanico de marcas del gigante asiático con presencia en Europa era muy reducido y se limitaba a compañías como Huawei y Xiaomi. Sin embargo, ahora es posible encontrar decenas de tecnológicas que no solo han escalado posiciones en su país de origen, sino que a través del salto a otras regiones, han conseguido situarse en las primeras posiciones de los ránkings de mayores marcas a nivel mundial. La mejora de los terminales ha sido uno de los factores decisivos de esta expansión al resto del planeta ya que en muchos casos, hemos visto adaptaciones no solo a unos públicos más exigentes y con mayor poder adquisitivo, sino también, a las normativas vigentes en cada zona.
A pesar de que actualmente, decenas de pequeñas marcas con origen en el país de la Gran Muralla han conseguido un lugar en el mercado a través de los portales de compra por Internet, lo cierto es que en algunos casos, no todos tienen permitida la entrada en el Viejo Continente. Hoy os contamos más sobre los requisitos que deben cumplir todos los dispositivos procedentes de Asia que pretendan entrar en Europa y viceversa. ¿Sabíais que China también existen unos controles muy estrictos que limitan la entrada de tecnología extranjera?
El distintivo CE
Desde tablets y smartphones, hasta ordenadores y videoconsolas pasando por muchos otros productos, todos ellos cuentan con las iniciales CE, generalmente en la parte trasera. Esta marca es el indicativo de que en este caso, el terminal en cuestión, cuenta con el visto bueno de las autoridades europeas y cumple las normas de regulación comunes extendidas a toda la Unión. Sin embargo, se trata de una designación muy génerica ya que dentro de los dispositivos, cada componente, desde el procesador hasta la batería, también deben contar por separado con ella.
El marco legal chino
A pesar de que en materia de aduanas, Estados Unidos sea el referente en cuanto a la limitación de la entrada de productos exteriores, históricamente, China también ha tenido unas leyes restrictivas en este sentido que han cambiado en cuanto a su forma pero no en su contenido. En sus orígenes, estas normativas limitaban al máximo la entrada de todo tipo de objetos procedentes de otros países atendiendo a una planificación económica basada en la autarquía. Con la transformación del país asiático en una potencia tecnológica, se ha limitado la entrada de productos de electrónica de consumo en el mismo argumentando razones de seguridad nacional y también, la prevención del robo de información confidencial de las grandes empresas.
¿Qué pruebas deben pasar las tablets y smartphones chinos?
¿Recordáis lo que os contamos unas líneas más arriba sobre el hecho de que la denominacion CE es algo genérico pero que sin embargo, también debe tenerla cada elemento de los terminales por separado? Bien, tanto los dispositivos como sus propios componentes internos debe superar una serie de pruebas para conseguir esta certificación que podríamos dividir en tres grandes categorías: Por un lado, las que muestran la estabilidad y no peligrosidad de los componentes químicos como los que encontramos en las baterías. Por otro lado, tests de resistencia eléctrica para evitar, entre otras cosas, la explosión de la propia batería. Finalmente, una serie de exámenes de los que hablamos en otras ocasiones enfocados a ver la capacidad para soportar golpes, arañazos y cambios de temperatura extremos entre otros.
¿Y si no se superan las pruebas?
Resulta difícil cuantificar qué porcentaje de empresas no consigue los certificados debido a que, como hemos mencionado antes, una compañía que fabrique varios componentes para un mismo terminal, puede recibir el aprobado en unos y el suspenso en otros. Sin embargo, en caso de no conseguir superar los tests, existen toda una serie de sanciones y multas económicas que pueden llegar a los varios miles de euros, aplicadas tanto por las autoridades chinas como por las europeas, que impiden la salida de un terminal en mal estado de la factoría. El problema viene cuando existen diferencias entre los criterios utilizados por los organismos reguladores de ambos bandos. Éstos difieren y tenemos como resultado la llegada a Europa de terminales que sí han recibido el CE pero que no obstante, tienen una calidad que deja mucho que desear.
El papel de la TENAA
Por último, acabamos con el organismo regulador chino. A la hora de presentaros dispositivos tanto fabricados en el país asiático como en otras regiones, os hemos contado que estos debían pasar el visto bueno de la TENAA, que a grandes rasgos, es la institución encargada de controlar las telecomunicaciones y todo lo relacionado con la electrónica de consumo del país asiático. Cualquier dispositivo, independientemente de su formato o lugar de procedencia, debe contar con su visto bueno para ser anunciado y posteriormente, comercializado.
¿Pensáis que todo este conjunto de normativas tanto en un lado como en otro, puede ser perjudicial para la consolidación de pequeñas compañías? ¿Creéis que deberían existir unos criterios más unificados y comunes tanto en Europa como en China que dieran como resultado la comercialización de tablets y smartphones más equilibradas en ambas regiones? Tenéis disponible más información relacionada como por ejemplo, las características mínimas que deberían reunir los dispositivos low cost que llegan al Viejo Continente para que podáis conocer más.