Yoga Tab 3 Pro

Valoración: 8,5 de 10

Valoracion 8

La Yoga Tab 3 de Lenovo fue anunciada durante el pasado IFA de Berlín 2015, junto a otros dispositivos de enorme atractivo de la firma. Sin embargo, esta tablet representa la gran apuesta de un verdadero gigante de la informática para la plataforma Android. La gama Yoga, sin duda, es capaz de enamorar al analista o usuario más exigente por desmarcarse de las convenciones del segmento tabletero y marcar una línea de evolución absolutamente singular.

Quizá con demasiada frecuencia, los que seguimos la actualidad tecnológica nos preguntamos si quedan aún espacios para la innovación en tabletas y móviles. Cada vez es más habitual ver dispositivos que, a pesar de sus magníficas prestaciones, vienen siendo réplicas de réplicas en cuestión de diseño y las mejoras pueden apreciarse únicamente en parcelas como el rendimiento, la calidad de la pantalla, en el grosor del chasis o la cámara, pero pocas novedades hay de verdadero calado.

Lenovo Yoga tablet foto frontal

Desde luego, la falta originalidad no es algo de lo que se pueda acusar a Lenovo: A lo largo de los últimos años han pasado por nuestra mesa muchos y muy variados equipos de peculiares características, ya sea meced a teclados u otro tipo de soportes integrados siempre con ingenio. Esta Yoga Tab 3 Pro puede considerarse la máxima y más perfecta expresión de una andadura iniciada hace un par de años. Aunque las generaciones previas eran muy interesantes, ahora vemos frutos de un proceso de desarrollo (en el fondo, una apuesta) pensado a la larga.

Diseño

En lo básico, la Yoga Tab 3 Pro reproduce el concepto plasmado en sus predecesoras, aunque añade cambios importantes. Por ejemplo, es más pequeña que el modelo de 2014 y el proyector ofrece mayor calidad, además de estar mejor situado. Con respecto al 2013, estamos ante una estructura en general más sólida: además del aluminio habitual, cuenta con una parte de “falso” cuero para aumentar el agarre y suavizar el tacto. La parte de la pestaña trasera ha desarrollado en buena medida su movilidad y el sistema de sujección cuando está plegada.

Lenovo Yoga tablet cubierta trasera

La ejecución, como decimos, mantiene unas líneas características: la base cilíndrica sigue dando cobijo a una colosal batería y, a su vez, reproduce la forma de una revista (para zurdos o diestros), en caso de que deseemos sostener nuestra Yoga Tab 3 en posición vertical. Lo ideal en este caso, de hecho, es agarrar el dispositivo con la mano izquierda y tocar la pantalla con la derecha, dada la orientación de la cámara.

Lenovo Yoga tablet revista

Parte del marketing de Lenovo respecto de este producto consiste en explicar las diferentes posturas que puede adoptar la Tab 3 Pro y la flexibilidad que eso le proporciona al usuario en distintas situaciones. Estos modos son Tilt (Inclinación), Hold (Agarrar), Stand (Apoyada) y Hang (Colgada). No hace casi falta señalar que esto son simples sugerencias, el usuarios puede adaptar el diseño a su comodidad de la forma en que más le convenga. 

Dimensiones

La Yoga Tab 3 Pro presenta unas medidas de 24,7 cm x 17,9 cm x 4,6 mm (en su parte más fina). Si tenemos como referencia el modelo de 2013, con las mismas pulgadas, se han economizado los espacios reservados para el marco, sin embargo, el grosor del equipo es algo mayor. Su peso también ha ascendido algo desde la primera generación, de 605 a 665 gramos.

Lenovo Yoga tablet grosor

Por otro lado, no es del todo justo compararlo con las demás tablets de la actual gama alta; primero, porque la mayoría de ellas empiezan a adoptar un formato de pantalla 4:3 similar al del iPad Air 2 y, segundo, porque Lenovo ha optado, nuevamente, por ubicar los altavoces en la zona frontal, lo cual implica un audio superior aunque el ratio no ocupado por la pantalla también sea mayor.

Lenovo Yoga tablet firma Lenovo

Dicho esto, la dimensiones del equipo resultan muy convincentes y somos partidarios, como el en caso de HTC, de penalizar en ratio de display si a cambio se consigue una diferencia importante en términos de sonido.

Puertos y elementos externos

La zona frontal de la tableta, tomando como natural su posición apaisada, tiene en la parte inferior los altavoces, a la izquierda la cámara delantera y a la derecha el logo de Lenovo.

Lenovo Yoga tablet Tilt

En el perfil izquierdo, dentro de la zona en forma de cilindro, encontramos el botón para encender el equipo y, más arriba, en un puerto micro USB, el control físico para el volumen y un micrófono.

Lenovo Yoga tablet boton volumen

En el perfil derecho se ubica el botón para activar el proyector y un puerto jack para auriculares.

Lenovo Yoga tablet base bateria

El perfil superior está completamente limpio.

Lenovo Yoga tablet proyector

En la trasera, tenemos una mayor superficie cubierta con cuero sintético y otra de aluminio que integra la pestaña, un botón para desplegarla, y el propio proyector. Bajo el soporte metálico se encuentra la ranura para tarjetas micro SD.

Lenovo Yoga tablet micro SD

También cuenta con la cámara principal a la derecha de la pestaña. Por cierto, al principio, es un poco complicado acostumbrarse a ese lugar.

Lenovo Yoga tablet camara

Pantalla y multimedia

La pantalla es una IPS LCD de 10,1 pulgadas en un formato 16:10, que ahora mismo parece estar en extinción entre los tablets de ese tamaño. Sólo Lenovo y Sony entre los grandes fabricantes han apostado fuerte por dicha escala. La resolución es de 2560 x 1600 píxeles (Quad HD), lo que hace un total de 229 ppp.

Lenovo Yoga tablet pixeles pantalla

La calidad de la imagen es buena, aunque quizá algunos colores (rojos especialmente) tienden a la sobresaturación. El nivel de brillo máximo es extraordinario y los ángulos de visión, también bastante flexibles. Aún así, no alcanza la fuerza de las mejores pantallas, como la de la Galaxy Tab S2, el iPad Air 2 o la Surface Pro 4.

De cualquier manera, el proyector compensa con mucho cualquier posible deficiencia. Una pared en blanco nos da para montarnos un cine en casa. Arriba tenéis una pequeña prueba, aunque es complicado capturar bien la situación a oscuras.

En cuanto al audio, sí que estamos ante uno de los equipos más potentes del mercado. Cuatro altavoces frontales con tecnología Dolby. El sonido es envolvente y alcanza un volumen superior al de la gran mayoría de los portátiles sin ningún tipo de distorsión. De hecho, y supongo que será más que nada una demostración de fuerza, podemos activar y desactivar el botón de Dolby. Como os podéis imaginar, no hay comparación posible.

Sistema operativo e Interfaz

El sistema operativo es Android 5.1 en una versión bastante pura, especialmente en el los ajustes y la pantalla de inicio, aunque tiene aspectos un tanto únicos; por ejemplo, la zona de notificaciones, que no es un panel, sino que ocupa la totalidad de la pantalla al desplegarla y que, personalmente, me parece parece más bonita que la mayoría de opciones de otros fabricantes. No obstante, las notificaciones no aparecen en la pantalla de bloqueo al estilo Lollipop, lo cual hubiera estado bien mantener (bajo nuestro punto de vista).

Lenovo Yoga tablet

Como apuntábamos antes, el menú de ajustes utiliza una interfaz idéntica a la versión pura de Android, aunque incluye algunos apartados para controlar determinadas opciones exclusivas del dispositivo: el proyector, ventanas múltiples, temporizador y también una característica muy particular llamada Barra Lateral Inteligente. Cuando tenemos activada dicha barra, podemos deslizar desde la parte derecha de dispositivo y nos aparece un nuevo panel con elementos bastante interesantes que sirven para configurar la pantalla en función de la tarea que estemos llevando a cabo o para lanzar la cámara, la grabadora de sonido, tomar una nota rápida, etc.

Otras cuestiones a destacar: El rasgo más distintivo de esta Yoga Tab 3 Pro es, sin duda el proyector, dado lo cual, Lenovo busca sacar ventaja de un recurso como Netflix y su aplicación viene instalada de serie. También tenemos WPS Office, un antivirus McAfee y un Bloc con el que podremos explotar el hecho de que la tablet tenga una capa de digitalización (tecnología AnyPen) que nos permite utilizar prácticamente cualquier accesorio conductivo para tomar notas y manejarnos a mano alzada con esta tableta. 

Rendimiento

Lenovo es una de las firmas que más ha apostado por Intel dentro del segmento móvil, quizá en parte como consecuencia natural de que la asociación entre ambas compañías haya dado tan excepcionales resultados en el ámbito del PC, donde son líderes indiscutibles.

Lenovo Yoga tablet datos procesador

En el caso concreto de este equipo, se cuenta con un Intel Atom Z8500 de cuatro núcleos a 2,44 GHz en una arquitectura de 64-bits y con una GPU HD Graphics x5/x7. En definitiva es un SoC solvente que apoya su desempeño en una RAM de 2GB; lo cual consigue resultados altamente satisfactorios: la fluidez del sistema es espectacular, aunque la multitarea no es de las más veloces de la presente generación.

A la hora de compararlo con otros procesadores, podemos concluir que su potencia (49.000 puntos en AnTuTu) se encuentra a medio camino entre la del Galaxy Note 4 (con Snapdragon 805) y el LG G4 (con Snapdragon 810). Queda lejos de los casi 70.000 del Note 5, pero no es fácil encontrar alguna deficiencia en su respuesta, todo lo contrario. A estas alturas y en caso de que la capa de personalización no sea excesivamente pesada, la gran mayoría de equipos por encima de los 35.000 puntos son verdaderas flechas.  

Capacidad de almacenamiento

En cuestión de memoria, sólo tenemos una variante de 32 GB; de los cuales, quedan para uso efectivo algo más de 20 GB.

Lenovo Yoga tablet capacidad memoria

Aún así, podemos combinar esta capacidad inicial con una tarjeta de memoria de hasta 128 GB.

Conectividad y sensores

La Yoga Pro de tercera generación cuenta con dos variantes, una sólo WiFi y otra con 4G LTE, el precio entre ambas varía en 100 euros.

Además, dispondremos de Bluetooth 4.0, acelerómetro, giroscopio, etc. Por otro lado, aunque el dispositivo no se pueda conectar con pantallas de televisión, la apuesta de Lenovo aquí es el proyector.

Autonomía

Sin duda, uno de los puntos fuertes del dispositivo, como ya lo era en las generaciones anteriores. El diseño de la Yoga Tab 3 Pro permite a Lenovo incorporar en la zona de mayor prominencia una batería de gran tamaño (para lo que estamos acostumbrados actualmente), con capacidad para 10.200 mAh. Ese detalle unido a la (de sobra demostrada) capacidad de Intel para regular el consumo de forma eficiente hace que el tablet que tenemos entre manos tenga una autonomía sencillamente portentosa.

Lamentablemente, algo fallaba en la aplicación y no hemos podido correr el benchmark de PC Mark, que es lo que utilizamos para cuantificar la duración de un ciclo de carga en los equipos Android. La alternativa que hemos encontrado ha sido la de dejar la pantalla encendida con la iluminación al máximo (sin tocar nada más) y, tras tres horas y media, la batería había descendido al 67%. El fabricante estima unas 18 horas de uso, aunque no especifica circunstancias concretas.

Cámara

La cámara principal cuenta con una resolución de 13 megapíxeles y se comporta de manera formidable en condiciones de buena luz. Sin embargo, no tiene flash y en interiores lo acusa bastante. Tampoco muestra su mejor cara en situaciones un poco extremas, por ejemplo, en contraluz.

La parte positiva es que el software maneja una gran cantidad de ajustes diferentes (imágenes en movimiento, texto, noche, paisaje, etc.). Echamos de menos, eso sí un modo HDR.

La grabación de vídeo, poco más de lo mismo. Destaca, en este aspecto, un zoom potente, y unos colores muy bien reflejados, a pesar de que la imagen se queme un poco con el exceso de luz.

Precio y conclusiones

Esta Yoga Tab 3 Pro es, sin lugar a dudas, una de las tabletas más interesantes del momento y ofrece cualidades realmente únicas en su atípico diseño. El precio es equilibrado para lo que viene siendo una gama alta: 499 euros el modelo sólo WiFi y 599 euros en su variante 4G LTE; es decir, lo mismo que nos puede costar una Galaxy Tab S2 o un iPad Air 2 (con 16GB). En ningún caso diríamos que este producto de Lenovo es inferior a sus contrincantes, simplemente, potencia otras cualidades.

Puntos en contra: La pantalla tiene todo lo necesario para ser excelente, sin embargo, diríamos que es su lado más débil. Al igual que ocurría con el modelo de 2013 (el del año pasado no llegamos a probarlo), no acaba de convencernos del todo, ni llega a igualar a los mejor equipos en este terreno. Por otro lado, aunque algunos detalles de la personalización de Lenovo nos hayan gustado mucho, hay otros que no entendemos: ¿por qué no mostrar notificaciones en la pantalla de desbloqueo (hemos sido incapaces de activarlas en nuestra unidad) si es una de las características de Lollipop más prácticas?

Lenovo Yoga tablet de pie

Puntos a favor: es un dispositivo original en su diseño y en términos multimedia (a pesar de lo dicho acerca de la pantalla) es de lo mejorcito, si no lo mejor, que podemos adquirir en el mercado. Enorme sonido, proyector muy bien implementado o diferentes modos de sujeción para consumo de contenidos son cualidades verdaderamente destacables; pero, sobre todo, la autonomía de la Yoga Tab 3 Pro deja por los suelos a casi cualquier otro dispositivo de corte similar con el que podamos compararlo.