El pasado día 23 de septiembre, Microsoft mostraba al mundo su renovada línea de tabletas Surface. El gigante de Redmond apostó por una línea continuista, aunque tratando de pulir hasta el extremo un producto base. La apuesta era especialmente delicada en el modelo con Windows RT puesto que fue, sin duda, la mayor decepción del pasado curso. Analizamos la Surface 2 y ubicamos todas sus mejoras.
Los malos resultados que obtuvo Microsoft han obligado a la compañía a replantear su tableta ligera. Por lo pronto, le han cambiado el nombre, y parte del trabajado desarrollado en Windows 8.1 está claramente orientado a mejorar las prestaciones de su sistema operativo en pantallas táctiles. Aunque a simple vista el aspecto de ambas generaciones sea similar, la Surface 2 es un dispositivo que ha dejado bastante atrás a su predecesor en prestaciones.
Aspecto exterior
La Surface 2 es una de las tabletas mejor construidas a las que nos hemos enfrentado, en todos los sentidos. Cuenta un espectacular cuerpo metálico, extremadamente sólido y muy agradable al tacto. Su predecesor ya había destacado en este aspecto y el nuevo modelo no rebaja en absoluto la exigencia. De hecho, es un equipo más fino y ha mejorado en importantes detalles: el soporte trasero admite dos grados de inclinación diferentes y ahora la tablet luce un bonito color plateado-mate en su carcasa trasera.
Microsoft nos ha cedido para la prueba su Touch Cover 2 (o Teclado Táctil 2) que podéis ver en la imágenes. Se trata de un accesorio nativo muy interesante, retro-iluminado y con un sensor de proximidad que hace que las teclas se enciendan cuando nos acercamos a él. Da una impresión sumamente buena en su tacto, aunque quizá la experiencia a la hora de escribir no es del todo óptima. Frecuentemente nos dejamos alguna letra por el camino. Eso sí, con el tiempo uno se va a adaptando y cogiendo práctica.
Dimensiones
Como os comentábamos unas líneas atrás, Microsoft ha conseguido reducir el grosor de su tableta, aún así, el dispositivo está lejos de las dimensiones de una Sony Xperia Tablet Z o de de un iPad mini. Sus medidas son: 27,4 cm de ancho x 17,3 cm de largo x 8,9 mm de grosor. Pesa 676 gramos.
De cualquier manera, no resulta un dispositivo demasiado aparatoso de mover. Un plus importante es que su funda / teclado es muy fino y la suma de la tableta y de éste ofrece un resultado bastante más ligero, por ejemplo, que en la Asus Transformer.
Controles y componentes externos
La posición natural de la tableta es el modo paisaje / horizontal. De hecho, a pesar de que la interfaz gire (obra del acelerómetro) cuando la ponemos en sentido vertical, se nota que no es un equipo para utilizar en modo retrato puesto que la visualización así es demasiado alargada y, en parte, anti-estética. Tomando pues el modo horizontal como referencia, la Surface 2 cuenta con los siguientes componentes externos:
En su parte frontal superior tenemos la cámara delantera, pensada para videochats y en la parte inferior tenemos un botón home físico que emite una pequeña vibración al pulsar sobre él para regresar al escritorio.
En el perfil izquierdo encontramos un altavoz, una entrada para auriculares y el control del volumen.
En el perfil derecho tenemos otro altavoz, una entrada para conectar cables micro HDMI, un puerto USB 3.0 tamaño estándar y el puerto magnético para cargar el equipo. Un poco más abajo, casi escondida, asuma la ranura para tarjetas de memoria.
En el perfil superior sólo tenemos el botón para encender y apagar el dispositivo.
En el perfil inferior, contamos con el dock para acoplar el teclado, que también funciona gracias a un sistema magnético.
En la zona posterior está la cámara principal de la tablet y la pestaña para sostener el dispositivo de pie. Bajo ésta vemos, el logo de Microsoft, Windows RT, una inscripción con el nombre Surface y otra con la capacidad de almacenamiento del dispositivo. En este caso 32GB.
Pantalla y multimedia
La calidad de la pantalla es uno de los aspectos en los que más ha mejorado la Surface 2 con respecto al modelo del pasado año. Su resolución se ha incrementado de los 720p a los 1080p abrazando por completo el estándar Full HD. No obstante, el tamaño del panel se mantiene estable, sumando las 10,06 pulgadas habituales, así como la relación de aspecto de 16:9, es decir, más alargada y estrecha a la vista que la de de casi cualquier tableta con Android, y mucho más que la del iPad.
La imagen que ofrece la pantalla de la Surface 2 es realmente nítida con un buen rango de brillos que podemos adaptar en función de la luz ambiental. Su ángulos de visión también son muy destacables y andan cerca de los 180º.
Por otro lado, el sonido de la Surface 2 es sencillamente excelente. Cuenta con dos altavoces, uno en cada lateral, que emiten una sonoridad nítida y envolvente. Si unimos esta característica a su pantalla de 1920×1080 píxeles y le sumamos, además, el soporte integrado para mantener de pie el tablet, nos da como resultado un magnífico equipo multimedia, mejor incluso que muchos portátiles o que la mayoría de tabletas con Android, incluso de gama alta.
Sistema operativo
Éste es, sin duda, uno de los puntos clave y más difíciles de analizar de la tableta. Debemos partir, cómo no, de que Windows RT es un sistema más joven que iOS y Android y de que, a diferencia de Windows Pro, se nutre únicamente de las aplicaciones de la tienda de Microsoft, aún escasas si comparamos su catálogo con el de las otras dos plataformas pincipales. En ese sentido, es vital para los de Redmond comenzar a atraer a los desarrolladores y conseguir que los sistemas de Apple y Google no sean un foco de atención exclusivo. Por lo que vemos, de momento, está resultando un labor bastante complicada.
Dejando esto a un lado, hemos de reconocer que Windows RT 8.1 va por buen camino. El sistema es sorprendentemente ligero y fluido, así como suave y responsivo ante el control táctil. Además, la Surface 2 viene mucho mejor equipada en términos de productividad ofreciendo ya su propia versión de Outlook en la que se integran todas las prestaciones habituales.
Obviamente, otras aplicaciones de Microsoft, sobre todo Office pero también SkyDrive, Skype, Paint o OneNote, hacen que nos encontremos ante una tableta muy potente para aquellos que quieren un dispositivo con el que poder trabajar. Quizá no llegue al nivel de la Surface Pro, puesto que a ésta se le puede instalar cualquier programa de escritorio, pero sus prestaciones son sencillamente excelentes, también teniendo en cuenta que al software se une la posibilidad de utilizar un teclado físico nativo y que, igualmente, podemos conectar un ratón al conjunto.
Interfaz
La Modern Interfaz de Microsoft sigue mostrándose como de costumbre, aunque ha ganado en opciones de personalización sobre todo a la hora de configurar el mosaico con el tamaño y la variedad de las aplicaciones y los accesos directos a nuestro gusto.
Si desde la pantalla de inicio nos desplazamos hacia abajo, nos encontramos con un menú en el que nos aparecen todas las aplicaciones que tenemos instaladas. Organizar todas las apps en un escritorio principal con las más utilizadas o con las que queramos tener más a mano, es una peculiaridad de Windows que acerca el sistema a los conceptos de Android y lo aleja de los de iOS.
Aparte de la pantalla de inicio y la secundaria, deslizando desde cada uno de los laterales, así como desde la zona de arriba y abajo podemos sacar diferentes menús de control básico. Desde la izquierda accedemos a la multitarea de la Surface 2. Si deslizamos hacia el centro directamente vamos cambiando entre las distintas aplicaciones que tengamos activas; sin embargo, si sacamos un poco el menú y volvemos a echarlo hacia la izquierda nos salen todas ellas juntas en un barra y podemos seleccionar la que queramos, o cerrar las que no vayamos a utilizar.
Este sistema da por fin la opción de trabajar en la pantalla partida, funcionando con dos aplicaciones al mismo tiempo, tal y como lo haríamos con una Galaxy Note 10.1. Es un rasgo bastante destacable que a nosotros nos encanta.
Deslizando desde la derecha tenemos 5 botones para ‘buscar’, ‘compartir’, ir al ‘inicio’, conectar otros ‘dispositivos’ o periféricos, y ‘configurar el equipo’.
Al deslizar desde arriba o desde abajo en el escritorio podemos acceder a las opciones de personalización para cambiar los iconos o para manejar aspectos concretos de cada aplicación. Por ejemplo, en el navegador podemos gestionar las pestañas, refrescar, marcar como favorito, etc.
Rendimiento
La Surface 2 monta uno de los procesadores ARM más potentes del momento, el Tegra 4 de Nvidia con una frecuencia de reloj de 1,7 GHz. Este chip se ha mostrado especialmente poderoso en el apartado gráfico gracias a su GPU GeForce de 72 núcleos. Además, la tablet está equipada con 2GB de memoria RAM.
Echando un vistazo a la tienda de aplicaciones de Microsoft, lo más exigente que hemos encontrado ha sido tal vez el Asphalt 7, y qué decir, es un juego del año pasado, pero sus gráficos son muy buenos y en la Surface 2 rodaban como la seda. Por otro lado, es lo esperable, pues el rendimiento que ofrece el Tegra 4 sólo está al alcance del Snapdragon 800 y el título funciona bien en máquina menos potentes.
En general, ya os decimos que la interfaz es extremadamente fluida y produce gran satisfacción manejar el dispositivo.
Capacidad de almacenamiento
La Surface 2 se ofrece en dos versiones, con 32GB y 64GB de capacidad de almacenamiento. Obviamente, el precio de la tableta difiere en 100 euros si elegimos uno u otro modelo. El equipo, afortunadamente, permite utilizar tarjetas Micro SD lo que nos puede aportar una memoria externa extra de hasta 64GB.
Con la compra de la tableta, además, Microsoft regala 200GB de almacenamiento virtual durante dos años en SkyDrive. En este sentido los de Redmond están muy por encima de los competidores que, sin contar con posibilidad de utilizar tarjetas SD, tampoco aportan demasiado en cuanto a almacenamiento en la nube se refiere.
Conectividad
La tablet cuenta con una antena WiFi Dual Band 802.11 que da resultados bastante buenos, pero también debemos reconocer que los hemos visto mejores en otros equipos. También integra Bluetooth 4.0, así como los puertos Micro HDMI y USB 3.0 compatible con OTG.
Autonomía
Microsoft promete una autonomía de 10 horas en su Surface 2, y más de una semana de duración en modo reposo. A nuestro juicio, esta cifra es bastante atinada. Hemos utilizado la tableta durante varios días, esporádicamente, en diferentes tareas: Navegación, juegos o reproducción de vídeo, y el consumo nunca ha sido un problema.
Cámaras
El equipo monta dos cámaras, una delantera de 3,5 Mpx, y una trasera de 5 Mpx. La calidad de la cámara frontal es bastante notable, por lo que parece obvio que Microsoft quiere ofrecer un hardware potente para utilizar con uno de sus servicios estrella: Skype.
La cámara principal de la Surface 2 incorpora interesantes posibilidades (capturas panorámicas estilo PhotoSphere, temporizador, enfoque automático, ajuste de exposición), pero aún así el software se queda un poco por detrás de otras tablets. De cualquier forma, es más que suficiente para el uso que le vamos a dar a un equipo de 10 pulgadas. Ciertamente, contar con una buena cámara delantera parece más importante.
Valoración final
No nos atrevemos a apostar porque un simple cambio de nombre vaya a hacer de la Surface 2 un éxito comercial rotundo, sin embargo, las mejoras de esta generación merecen un enorme crédito. Microsoft ha innovado con su tablet ligera y ha añadido evoluciones, aparentemente sutiles, que son suficientes para disparar las prestaciones del equipo.
Su precio, 429 euros el modelo de 32GB y 529 euros el de 64GB, tampoco es exagerado si tenemos en cuenta que estamos ante un equipo que nos permite trabajar con Excel, Word, Powerpoint y Outlook, tal y como lo haríamos en un ordenador de sobremesa, y que además Microsoft regala, con la compra de la Surface 2, 200GB de almacenamiento en SkyDrive durante 2 años y un año entero de llamadas telefónicas a cualquier número desde Skype.
El único aspecto negativo que le encontramos a la tableta es la falta de variedad en su catálogo de aplicaciones. Podemos decir que muchas de las más importantes están presentes, bien de forma nativa, bien a través del software de terceros, sin embargo, es una lástima contar con un procesador tan poderoso cuando podemos disfrutar de tan pocos juegos. Esperemos que con el tiempo esta contingencia se vaya solventando.
Como aspectos más positivos, nos quedamos principalmente con sus herramientas productivas, incluidos los teclados nativos y los avances de Windows RT 8.1, un sistema de extrema fluidez que se asocia a las mil maravillas con el procesador Tegra 4. La Surface 2 también ha dado un salto como centro multimedia subiendo su resolución a los 1080p y mejorando un ya de por sí excelente sistema de sonido. La sensación de calidad en su acabado metálico también es algo que está alcance de muy pocos productos de su rango.