Según algunas estimaciones la tableta compacta que Apple presentará, casi con total seguridad, el próximo mes de octubre, tendría unos costes de fabricación de menos de 190 dólares. Esto abre una puerta a la esperanza, dado que Nexus 7 o Kindle Fire se venden a precio de coste, lo que lleva a Google y a Amazon prácticamente a perder dinero en cada venta, y no sería extraño que Apple jugara esa misma baza para no dar ventaja a sus rivales. Sin embargo las noticias que de momento nos llegan no son tan optimistas.
El medio Cult of Mac, especializado en Apple ha realizado una interesante estimación de lo que serían los precios de fabricación de iPad Mini recogiendo los datos que de momento se conocen de sus componentes y tomando por referencia lo que costaron en iPad 2, Nexus 7 y Kindle Fire. El resultado de la suma nos lleva a la conclusión de que el coste del dispositivo rondaría los 190 dólares. Sin Apple siguiera la estrategia de Amazon o Google de vender lo más barato posible, seguramente tendríamos iPad Mini en el mercado a un precio en torno a 200 dólares.
Sin embargo, en este mismo medio se muestran muy escépticos ante tal posibilidad y apuntan a que el precio de iPad Mini se acercaría más bien a los 299 dólares, tal y como se ha especulado durante todo el verano. Si caben dudas sobre dónde sacan el beneficio algunas compañías, con Apple no hay duda ninguna. De concretarse estas cifras la compañía de la manzana estaría sacando un margen cercano al 30% de ganancias por cada unidad vendida.
Por otro lado, después de conocer las líneas estratégicas desarrolladas por Nexus 7 y Kindle, a las que aún no sabemos si Microsoft Surface se acogerá o no, se hace tremendamente extraño asimilar que un fabricante como iPad, que además participa de la venta de contenidos, pueda querer sacar tajada también con la venta del dispositivo. Sin embargo, es algo que quizá no debiera sorprendernos tanto, ya que hasta hace bien poco sacar beneficio al producto vendido entraba dentro de la lógica de las cosas.
Es más, dado que Apple goza de un punto de distinción con respecto a otras marcas, puede permitirse un precio algo más elevado o incluso algo así puede hasta ser beneficioso para la compañía. De cara al usuario esa diferencia de cien euros estaría insinuando que ofrecen algo mejor y, después de todo, es parte del fetichismo con el que Apple suele revestir a sus productos para dar a entender que existe una sutil diferencia entre sus consumidores y resto.
