Como ya hemos comentado en numerosas ocasiones, Samsung tiende a ofrecernos una variedad enorme de dispositivos móviles, con todo tipo de tamaños de pantallas y de especificaciones técnicas, pero las variaciones entre unos modelos y otros son a veces tan pequeñas, tan ajustadas, que puede ser complicado decidir cuál es el que más nos podría interesar. Una situación de este tipo se le puede plantear a los usuarios que estén interesados en alguna de sus más recientes tabletas compactas, por ejemplo, en la Galaxy Tab 3 8.0 o en la Galaxy Note 8.0. Os mostramos una comparativa en vídeo que presenta las principales diferencias entre ambos tablets.
Frente a otros fabricantes que apenas tienen en el mercado uno o dos modelos para cada tipo de dispositivo móvil (típicamente Apple, que durante años sólo vendía el iPhone y el iPad), Samsung siempre ha apostado por diversificar su oferta al máximo, con una enorme variedad de modelos distintos de smartphones y tabletas, que representan las más diversas combinaciones de tamaños de pantallas y especificaciones técnicas. No se puede negar que es una estrategia que le ha dado grandes resultados (como hemos visto recientemente con los datos de sus ingresos por ventas en España), pero sí que puede crear cierta confusión en ocasiones a algunos usuarios a la hora de decidirse por uno u otro dispositivo. Hace apenas tres meses, por ejemplo, desde el lanzamiento del Galaxy Note 8.0 y ya tenemos un nuevo modelo en el mercado de exactamente el mismo tamaño: la Galaxy Tab 3 8.0.
Por supuesto, hay diferencias importantes entre estas dos tabletas, la primera de ellas su precio: mientras que la Galaxy Tab 3 8.0 es una tableta relativamente asequible que podemos comprar con conexión Wi-Fi por aproximadamente 320 euros, la Galaxy Note 8.0 es bastante más cara, ya que se vende por unos 420 euros, también con conexión Wi-Fi únicamente. Si la diferencia de precio es un factor decisivo para nosotros, probablemente no necesitemos mirar más allá (aunque si este es el caso probablemente deberíamos incluso considerar primero el modelo de 7 pulgadas de la nueva generación de las Galaxy Tab, que se puede adquirir por unos 210 euros). No obstante, si podemos considerar gastarnos esos 100 euros más que cuesta la tableta compacta de la gama Galaxy Note, probablemente sea interesante comprobar qué extras podemos conseguir con ellos.
La comparativa en vídeo que os traemos hace un repaso bastante completo a todos los aspectos que podemos necesitar tener en cuenta. En primer lugar, nos permite valorar las diferencias que hay entre las dos tabletas en cuanto a su aspecto físico. Como podemos ver, el diseño de ambas es bastante distinto: mientras que la Note 8.0 mantiene el clásico diseño de la Note 10.1, la Tab 3 8.0 sigue las pautas de otras tabletas compactas como la Nexus 7 o el iPad mini, con los marcos laterales más estrechos y esquinas no tan redondeadas. En lo que respecta a las dimensiones, las de la Tab 3 8.0 son menores en todos los casos, pero como el vídeo deja bien claro, las diferencias no son significativas salvo en el ancho, precisamente a causa del grosor de los bordes. Queda a juicio de cada uno que es más importante, si un dispositivo más estrecho y, por tanto, más fácil de sostener con una sola mano, o más zona de apoyo a la hora de cogerla.
Las diferencias de especificaciones técnicas, por otro lado, al contrario de lo que la diferencia de precio podría hacernos pensar, no son excesivas. En la mayoría de los apartados, de hecho, no existen diferencias: las pantallas de ambas tabletas tienen la misma resolución de 1280 x 800 (189 PPI), los mismo 16 GB de capacidad de almacenamiento (ampliables vía tarjeta micro-SD), igual cámara frontal de 1,3 MP y trasera de 5 MP y una memoria RAM (1,5 GB para la Tab 3 8.0 y 2 GB para la Note 8.0) y una batería (4450 mAh para la Tab 3 8.0 y 4600 mAh para la Note 8.0) bastante similares. La mayor diferencia nos la encontramos en el apartado de procesador: mientras que la Note 8.0 monta un procesador de cuatro núcleos a 1,6 GHz, la Tab 3 8.0 monta uno de dos núcleos a 1,5 GHz.
¿Supone, sin embargo, una diferencia real en rendimiento esta diferencia de potencia de los procesadores? Como podemos ver en el vídeo, no demasiado: para la ejecución de tareas básicas la velocidad de respuesta de las dos tabletas es más o menos similar y el factor más decisivo parece ser el sistema operativo, no por las diferentes versiones que de momento tenemos en cada una de ellas (Android 4.2.2 para la Tab 3 8.0 y Android 4.1.2 para la Note 8.0), sino por el TouchWiz de Samsung, que como sabemos es una capa bastante pesada que hace que algunos de los dispositivos menos potentes de los surcoreanos puedan perder en ocasiones cierta agilidad. En el análisis del vídeo, no obstante, se apuesta con fuerza por la diferencia que sí supone, en términos positivos, el S Pen de la Galaxy Note 8.0, cuya utilidad no se reduce al dibujo o la escritura, sino que es importante también a la hora de navegar por la interfaz y las aplicaciones. En cualquier caso, el atractivo del stylus es siempre una cuestión bastante personal.
Tal y como se deduce del repaso a las especificaciones técnicas que ya hemos hecho, tampoco hay diferencias significativas en otros cuestiones importantes, como la calidad de imagen de la pantalla, buena aunque no demasiado espectacular; el sonido, correcto a pesar de la discutible ubicación de los altavoces; o la autonomía, bastante positiva a juzgar por las pruebas realizadas (más de un día sin necesitar recargas, siempre que mantengamos con cierto control sobre el consumo de energía). La única excepción parece referirse a las cámaras que, a pesar de contar con los mismo megapíxeles, toman fotografías con una marcada diferencia de calidad, especialmente en interiores, como podéis ver en el vídeo. La importancia de la calidad de la cámara, en cualquier caso, es también un tema bastante discutible, ya que, como prueban las ventas de tabletas como el Nexus 7, ni siquiera la incorporación de una cámara trasera es un factor decisivo para muchos usuarios.