Los datos del mes de agosto vuelven a traer buenas noticias a Google respecto a la cada vez menos preocupante fragmentación de Android: la última versión de su sistema operativo, Jelly Bean, está ya en el 40% de los dispositivos, una cifra que por fin empieza a ser claramente superior a la de la que hasta ahora era la versión más actualizada, Gingerbread, que representa ya sólo un tercio del total.
Desde que hace ya unos cuantos meses Google decidiera cambiar el sistema que había utilizado hasta ahora para medir la fragmentación de Android, así como retrasar el lanzamiento de Key Lime Pie para dar tiempo a los fabricantes a ponerse al día primero con Jelly Bean (o al menos esta es la razón que muchos dieron al por qué Android 5.0 no debutó en el I/O de mayo, tal y como esperábamos), los datos de adopción de Android 4.1 y Android 4.2 no han dejado de mejorar y, por fin, empieza a estar cerca de la barrera del 50%.
El dominio de Jelly Bean se afianza
Según los datos del mes de agosto, Jelly Bean estaría presente ya en el 40,5% de los dispositivos Android (casi 3 puntos más que el mes pasado). Las cifras son aún más positivas si agrupamos todas las versiones por encima de la 4.0: más de dos tercios del total (un 67%) tienen como mínimo Android 4.0 como sistema operativo. Asimismo, el porcentaje de usuarios del ya obsoleto Gingerbread no deja de disminuir: entre julio y agosto ha caído un punto más y ya se sitúa en el 33%.
La llegada de Android 4.3 no afectará a estas mejoras
Los datos de este mes aún no recogen el recién presentado Android 4.3, del que de momento sólo pueden disfrutar los usuarios de dispositivos Nexus y, según las últimas noticias, los de terminales Google Edition. En cualquier caso, esta última versión no supone grandes cambios y se seguirá considerando parte de Jelly Bean, por lo que su llegada no afectará a las estadísticas.