El primer Xperia Z salió a principios de este año diferenciándose del resto de teléfonos de gama alta por su construcción resistente al agua, polvo y golpes, aunque esta última sea de forma más leve. Desde entonces, todos los nuevos dispositivos de la marca siguen este estándar e incluso lo mejoran, incluida la Xperia Tablet Z. Otras marcas han reaccionado sacando versiones con estas características de sus buques insignias. En este artículo de opinión queremos reflexionar sobre la trascendencia de esta decisión de los japoneses.
Hay aspectos en los que los dispositivos móviles avanzan a una velocidad terrible que a muchos usuarios cuesta entender y, por lo tanto, apreciar como una ventaja competitiva. La evolución tan fuerte que vemos en procesadores, que realmente sólo afectan a algunas de las experiencias que nos proporcionan las tablets y los móviles, así como la de la resolución de las pantallas, son el tirón comercial que utilizan las marcas cuando presentan un nuevo modelo.
Estos aspectos seguirán siendo importantes para el marketing y se conjugarán con novedades en cámaras y sistemas operativos, todos ellos atractivos pero quizás no tan fundamentales. Sin embargo, la decisión de Sony es de otro calado. Por primera vez un fabricante se preocupa de verdad por proteger la inversión de sus clientes en aparatos de gama alta.
Sólo podemos calificar de pequeña tragedia el acto de ver cómo se va al garete un aparato en el que hemos gastado más de 500 euros por un pequeño error o accidente. La movilidad implica que el dispositivo va a recibir batalla y que se expondrá. La solución hasta ahora era comprarse otro equipo si ocurría la desgracia, algo que a las marcas no les parecía nada mal. La otra opción era comprar una funda protectora de las que ofrece el mercado que cada suben y suben en popularidad, prestaciones y precio.
La durabilidad como preocupación de los consumidores ha ido creciendo mucho últimamente. Los famosos test de resistencia que ofrecen algunos medios especializados se han popularizado de forma paralela.
Sony no fue el primer fabricante en tener equipos rugerizados o resistentes al agua. El primer tipo de protección, la ofrecían equipos pensados para profesionales como ingenieros o similares pero tenían un coste muy elevado. Por otro lado, con bastante antelación su competidor local Fujitsu tuvo tablets resistentes al agua con la línea ARROWS, que no se distribuyó al mercado internacional. Y SHARP también tuvo modelos de smartphones con esta prestación en la línea AQUOS desde 2011. La diferencia está en que estos fabricantes no tienen la trascendencia mundial de Sony.
Ahora otros importantes fabricantes más importantes han reaccionado. Samsung lanzó su Galaxy S4 Active, LG trabaja en el Optimus GJ. Huawei también presentó el Honor 3 que además tiene un gran precio.
De momento, el cambio está llegando a smartphones y phablets, pero esperamos que se empiece a aplicar también a tablets. Somos optimistas respecto a la materialización de esta tendencia en el mercado, dado que los consumidores la demandan. Nos hacemos cargo de que aumenta los costes y reduce beneficios, no obstante, en Sony han entendido que no hay vuelta atrás. Si se puede hacer, se debe hacer y no debería aumentar los precios. Por eso el Xperia ZR, ZL, Z Ultra y Z1 mantienen o incluso aumentan el estándar de resistencia al agua y polvo IP57 e IP55, pero están a la par en precios con los buques insignias de las otras compañías.
Lo de Sony es puro Marketing, el Xperia Z a la minima caida la pantalla se rompe, y en ese momento os dareis cuenta de lo que realmente es el servicio tecnico de Sony.
Y lo de meterle al agua habria que verlo con detenimiento por que en la pagina de Facebook invitan a enviarles fotos hechas en el agua de la piscina y en el servicio tecnico te dicen que en el agua de la piscina y del mar no lo metas por que el cloro y la sal lo pueden dañar. ¿Entonces es sumergible solo en agua destilada?