Finalmente LG ha presentado su nueva phablet en Corea como se venía rumoreando en las últimas fechas. Se ha apostado por una dotación de gama alta pero sin llegar al máximo, por lo que no discute en galones a su buque insignia. El nuevo LG Gx vuelve a un planteamiento más tradicional en diseño y se abandona la idea de los botones traseros que habíamos visto en los últimos dispositivos presentados.
El equipo ya había salido en muchas quinielas recientes. Hace apenas unos días, se le pudo ver en una publicidad filtrada en la que pudimos descubrir unas especificaciones técnicas que han sido confirmadas en la inesperada presentación.
Especificaciones técnicas de LG Gx
En efecto, tiene una pantalla de 5,5 pulgadas con una resolución de 1920 x 1080 pixeles y panel IPS. En su interior tiene un procesador Snapdragon 600 de cuatro núcleos y 2 GB de RAM. Como almacenamiento interno lleva 32 GB ampliables por micro SD.
Su cámara frontal tiene 2,1 MPX y la trasera 13 MPX. En lo que a conectividad se refiere tenemos WiFi, Bluetooth, NFC y micro USB, además de soporte a redes 3G y LTE.
Su batería es de 3.140 mAh. Todo esto se empaqueta en un dispositivo con un grosor de 9,2 mm y un peso de 167 gramos.
En su diseño cambia que los botones traseros de los últimos modelos desaparecen. Ahora tenemos un botón físico central para el Home acompañado de dos botones virtuales para el retroceso y el menú. También parece que vendrá con opción de unas fundas tipo S View Cover del Note 3.
Un calco del LG G Pro
Si miramos las especificaciones parece que estuviéramos leyendo las del LG G Pro presentado a principios de año. Simplemente cuenta con un poco más de batería y es levísimamente más grueso.
El LG Gx de momento se comercializará en Corea del Sur y no hay noticia respecto a los mercados internacionales. En los rumores previos a su presentación se hablaba de un estreno en el CES de Las Vegas en enero. Lo cierto es que después de confirmar sus características, sólo un buen precio podría hacer que resultara diferente al G Pro.
No es la primera vez que los surcoreanos lanzan al mercado un dispositivo que se parece demasiado a otro fabricado por ellos mismos, trayéndoles malos resultados. El caso del LG G2 y el Nexus 5 es notable.