Xiaomi parece no tener techo. La compañía china se ha situado este año en el tercer escalón del pódium de la clasificación mundial de fabricantes de smartphones, y eso que su negocio apenas ha salido del continente asiático. Su CEO, Lei Jun, ha sido el encargado de comunicar la intención de la empresa de escalar hasta la primera posición en un plazo de 5 o 10 años.
Empezando por 2015, donde esperan que su crecimiento acelere el ya de por sí alto ritmo que ha llevado estos últimos cursos. Nadie puede cuestionar el potencial tremendo de Xiaomi. Su línea en los últimos años ha sido claramente ascendente, pasando por la derecha a cuantos rivales se les han puesto por delante. Ya pueden mirar por el retrovisor a grandes marcas como LG, HTC, Sony o Lenovo (datos anteriores a la adquisición de Motorola) y el siguiente paso no es otro que atacar la posición dominante de Samsung y Apple, los dos gigantes que hasta ahora se han mantenido inamovibles.
Xiaomi ha alcanzado la tercera posición a pesar de que sus productos solo se venden de forma directa en China y otras zonas de Asia y su incursión en Europa y Estados Unidos ha sido bastante limitada. No parece una locura de Lei Jun, Hugo Barra y compañía que el fabricante pueda echar el guante a los dos referentes si consiguen ampliar su punto de mira y entran en estos continentes con todo el arsenal que han desplegado en su lugar de origen.
El propio CEO de la compañía cree que este objetivo, que ahora mismo se antoja muy difícil, podría convertirse en una realidad en un plazo entre 5 y 10 años, tiempo más que suficiente para que Xiaomi se desarrolle como empresa y esté capacitada para abarcar el mercado internacional. Ya para año próximo han puesto el listón alto, esperan que los 60 millones de usuarios actuales pasen a ser 200 millones, para lo que necesitarían batir algunos registros de ventas.
Para llegar a estas cotas será necesario que los dispositivos venideros lleguen e incluso superen el nivel de los actuales, donde por ejemplo, el Xiaomi Mi4 es considerado como uno de los mejores terminales en relación calidad-precio. Su sucesor ya se ha dejado ver y apunta muy alto, de la misma forma que la que podría ser su segunda tablet después de estrenarse este año con la MiPad. También será clave la actuación en el mercado de gama baja, y ya se habla de un terminal 4G que costaría solo 50 euros. Por si fuera poco, también darán el salto a los wearables, concretamente un smartwatch diseñado en base a la opinión de los usuarios.