Hace unos días se lanzaba el Xiaomi Mi Note Pro a las tiendas, y una de las sorpresas que se tenían guardadas los responsables de la firma china es que el procesador que montaba el terminal no era el Qualcomm Snapdragon 810 que está presentare en el LG G Flex 2 o el HTC One M9, sino una segunda versión que resolvía o al menos mejoraba aspectos de rendimiento y gestión de la temperatura. A pesar de los esfuerzos de sus ingenieros y los de Qualcomm y a pesar de las cifras que mostraron, parece que los sobrecalentamientos siguen dando problemas.
Desde que empezó su andadura, el chip de Qualcomm destinado a copar la gama alta en 2015 se ha visto envuelto en varias polémicas. El Snapdragon 810, en el que muchos tenían puestas serias esperanzas, no gestionaba bien la temperatura y se calentaba en exceso, haciendo que el rendimiento cayera en picado tras exprimir su potencia durante algunos minutos. Xiaomi, que desde la presentación del Mi Note Pro, ha tenido tiempo para reaccionar, explicó que su phablet no utilizaba el chip original sino el que ellos llamaban como Snapdragon 810 v2.1.
Según el propio fabricante, esta revisión del procesador es capaz de alcanzar una puntuación de 63.424 puntos en AnTuTu, superando notablemente a los modelos de LG y HTC que lo utilizan. Y lo más importante, o al menos es lo que parecía, dijeron que después de 20 minutos de juego (estas aplicaciones suelen necesitar de bastante potencia) el Xiaomi Mi Note Pro se mantenía en unos aceptables 36,3 grados centígrados.
Sin embargo, los usuarios que se lanzaron a la compra de este dispositivo tras su lanzamiento a principios de este mes de mayo, no han tardado en comprobar que los sobrecalentamientos siguen apareciendo, dando muestras de su desencanto en diferentes redes sociales foros. Ya no solo se trata de bajones de rendimiento que desencadenan problemas de funcionamiento y fluidez, sino que están generando fallos más graves como que el panel táctil deje de funcionar o incluso alguna placa que se ha quemado.
Algunos han notado que estas temperaturas excesivas se alcanzan sin necesidad de exprimir el procesador y también se reproducen tras tenerlo conectado a la corriente para cargarlo durante varias horas. No sabemos si Xiaomi tendrá algo que decir al respecto, pero parece claro que sus esfuerzos y los de Qualcomm han resultado insuficientes.