Quienes utilizamos nuestra tablet y /o móvil para trabajar, estamos familiarizados con determinadas aplicaciones que permiten tomar notas de forma sencilla y efectiva. Actualmente existen dos que superan con claridad al resto. Se tratan, cómo no, de Google Keep y Evernote. La primera destaca por su simplicidad y la segunda por la vasta cantidad de posibilidades que ofrece. Hoy os explicamos cómo sacar partido de un opción que tal vez no conozcáis de ambas.
El progresivo avance de los sistemas de reconocimiento del habla, los asistentes personales como Now, Siri o Cortana, o incluso la proliferación de relojes inteligentes, pueden tomarse como síntomas de que poco a poco los métodos de introducción de datos táctiles en nuestros dispositivos móviles irán sustituyéndose por comandos de voz. Sin embargo, algo tan sencillo como tomar notas hablando a nuestra tablet o smartphone no es algo demasiado extendido, tal vez porque olvidamos que existe tal posibilidad.
Ya sea para una idea que nos viene a la cabeza repentinamente y que queremos tener a mano para desarrollar más tarde, para realizar un brainstorming o incluso para recordatorios, nuestra tablet o smartphone puede convertirse en un recurso excepcional.
Google Keep, ¿el servicio óptimo?
Cuando se presentó en sociedad, parecía muy complicado que Keep pudiese hacer frente a una app como Evernote, tan sofisticada y potente y, sin embargo, en muchos aspectos lo ha conseguido: La aplicación de notas de Google es extremadamente sencilla y vistosa. Ahí reside su gran potencial.
El widget de Keep tiene 4 opciones, las suficientes para crear cualquier tipo de anotación. La tercera de ellas viene representada por un micrófono y nos va a permitir grabar notas de voz, que a la vez van a ser transcritas de manera automática por el software, guardando ambos formatos (texto y audio) en la misma entrada.
Evernote, entre las primeras de la clase
Evernote no alcanza la inmediatez de Keep en este sentido. Aún así, sigue resultando una de las mejores alternativas en cualquiera de los terrenos que trata de abarcar. El problema fundamental es que al pinchar sobre el icono de grabación de voz, no lanzamos directamente la grabadora, sino que debemos pasar por la app antes. Tampoco tendremos transcripción y audio en una misma nota, algo que luego nos puede ahorrar trabajo.
¿Qué es lo interesante de Evernote entonces? pues que el servicio va mucho más allá de la simple tarea de tomar notas. Puedes tomar notas y guardarlas en libretas junto a otros trabajos, artículos capturados de la red, vídeos, fotos, etc. para tener todo el material junto, bien organizado y sincronizado en soportes muy distintos.
Easy Voice Recorder y Audio Recorder de Sony
En cuanto a funcionalidades específicas para tomar notas de voz, probablemente Easy Voice Recorder sea la más avanzada, simplemente por la funcionalidad de su widget, altamente personalizable. Si somos ávidos capturadores de voz, desde la pantalla de inicio podemos iniciar la grabación, pausarla, retomarla y finalizarla; todo ello sin esperar a que se cargue la app.
Aún así, existen un par de inconvenientes. El primero es que Easy Voice Recorder tiene un diseño más propio de Ice Cream Sandwich que de Lollipop; el segundo, que la versión gratuita sólo graba en mono. Para conseguir grabación en estéreo, debemos hacernos con la variante de pago.
Audio Recorder suple las carencias de Easy Voice. Su interfaz es bastante más potente en términos estéticos y graba estéreo de calidad (con la firma de Sony Mobile) de forma gratuita, sin embargo, no dispone de widgets. Una y otra se complementan y juntando las virtudes de ambas tendríamos probablemente la aplicación perfecta. Lástima que debamos elegir.