Aunque aún tienen que ver la luz unos cuantos phablets de nivel gama alta más, en las últimas semanas hemos asistido al debut de varios de los más esperados, entre los que por supuesto están el OnePlus 2 y los de Samsung, el Galaxy Note 5 y el Galaxy S6 edge+, a los cuales vamos a poder ver competir directamente entre ellos en una prueba de velocidad en vídeo, junto con el LG G4, otra de las estrellas de las pantallas grandes de los últimos meses. ¿Cuál de ellos se hará con las victoria?
La fluidez de tres de los mejores phablets de los últimos tiempos a prueba
Ya hemos tenido ocasión de mostraros los resultados obtenidos por el Galaxy Note 5 y el Galaxy S6 edge+ en varios tests de rendimiento, pero lo cierto es que no hay mejor juez de la potencia de un dispositivo que una prueba de uso real. Por supuesto, esto normalmente tiene la dificultad de ser algo más difícil de medir, pero eso no es obtáculo en esta carrera, en la que se cronometra a los competidores al milisegundo.
Como podéis ver, el que va en representación de Samsung es únicamente el Galaxy Note 5, pero sus resultados son perfectamente extrapolables al Galaxy S6 edge+, cuyo hardware es idéntico (pantalla Quad HD, procesador Exynos 7420 y 4 GB de memoria RAM. Sus rivales, como ya os hemos adelantado, no son otros que el OnePlus 2 (pantalla Full HD, Snapdragon 810 y 3 GB de memoria RAM) y el LG G4 (pantalla Quad HD, Snapdragon 808 y 3 GB de memoria RAM).
Por lo que respecta a la prueba en sí, como podéis comprobar, se divide en dos apartados básicamente: por un lado se pone a prueba la fluidez de los dispositivos midiendo cuánto tardan en lanzar varias aplicaciones y luego se hace lo propio con la multitarea, simplemente volviéndolas a seleccionar a una. El recuento, por así decirlo, se hace midiendo lo que ha tardado cada uno de los contendientes en cada “vuelta”.
En lo tocante a la velocidad con la que se lanzan las aplicaciones, la victoria del Galaxy Note 5 en esa «primera vuelta» no es demasiado sorprendente teniendo en cuenta los resultados de los benchmarks que ya habíamos tenido ocasión de ver, y realmente llama más la atención el retraso con el que se mueve el OnePlus 2 respecto incluso al LG G4 (con un procesador téoricamente inferior y con más resolución). Tampoco se puede dejar de mencionar que la ventaja del phablet de Samsung se reduce bastante cuando pasamos al exámen de la multitarea, con un tiempo en la «segunda vuelta» mucho más próximo al de los otros phablets.