Si hay un apartado en el que flaqueaba el Galaxy S6, ese era el de la autonomía. Es cierto que ofrecía también determinadas ventajas con respecto a su antecesor, como sistemas de carga rápida e inalámbrica, y eso hacía que con tener de tanto en tanto un enchufe a mano, pudiéramos pasar sin ningún tipo de apuro largas jornadas de trabajo, pero la resolución Quad HD penalizaba el consumo de forma aguda.
El Galaxy S7 Edge ya ha pasado por las redacciones de diferentes medios (entre ellos, también por las de en Internet) y, en consecuencia, ha dejado una primera estela de análisis durante las últimas horas. Está claro que su diseño, su pantalla, su potencia o su cámara son excelentes. Probablemente, lo mejor de Android hasta la fecha. Tampoco había demasiadas dudas respecto a esos apartados. Sin embargo, el último flagship de Samsung flojeaba un par de aspectos. El primero de ellos (y no según todos los puntos de vista) es un clásico: la interfaz TouchWiz. El segundo, algo más circunstancial, la autonomía.
Nuestra experiencia directa
En general, estamos leyendo que el Galaxy S7 Edge aguanta el día de uso intensivo sin mayor problema. En la web han pasado su unidad de prueba por los test de PCMark, alcanzando un resultado realmente satisfactorio. Asimismo, debemos tener en cuenta que los tope de gama rara vez exhiben una autonomía brutal, dado que deben cuidarse otros elementos del producto, como el diseño y el grosor.
Alcanzar las 11 horas en estos test tiene mucho mérito.
Por ejemplo, el Redmi Note 3, con una pieza de 4.000 mAh y pantalla full HD del mismo tamaño consigue un registro similar. Este equipo de Xiaomi ha cosechado grandes alabanzas por el rendimiento de su batería.
¿Qué podemos ver en otros test?
En diferentes webs encontramos resultados de todo tipo. Por ejemplo, en Phone Arena, las cosas no pintan muy bien para el Galaxy S7 edge: el S6 edge Plus quedó bastante mejor en sus test y el titular que dedica este medio al nuevo flagship de Samsung es algo catastrofista. Los chicos de Anandtech, por el contrario, hablan de una autonomía por encima del iPhone 6s o incluso del Huawei Mate 8 en una de sus pruebas.
¿De cuál debemos fiarnos?
Es la pregunta clave: de todas y de ninguna. Estos test se basan en una simulación y lo que indican es que la batería del Galaxy S7 edge, en principio, es mejor que la del S6 y que no va a suponer un quebradero de cabeza para sus usuarios por más que lo expriman. El Exynos 8890 es un SoC que administra bien el consumo y la pantalla AMOLED siempre ayuda. Del mismo modo una capacidad de carga de 3.600 mAh es, obviamente, muy destable.
No obstante, todo esto va a depender del tipo de uso que hagamos: las horas de pantalla, la conectividad, los juegos, etc. al fin y al cabo son los elementos que determinan en mayor medida la autonomía. Así pues, lo demás habrá de verse en el día a día.
Os invitamos a pasaros por la web y echar un vistado a la extensa y detallada review que le han dedicado al nuevo Galaxy S7 Edge.