El iPad Pro no es una Surface Pro 4

iPad Pro vs PC vs Surface

Hace unos días publicamos un artículo en el que dábamos vueltas en torno al híbrido como posible futuro del sector de las tabletas. El último movimiento de Apple, al sustituir el término iPad Air (connotaciones de ligereza) por el de iPad Pro (connotaciones profesionales) dentro de su línea de producto, sigue confirmando esa perspectiva, aunque quede bastante aún para conseguir una eficiencia productiva en mucha áreas.

Apple tiene algo que nadie tiene: fueron los primeros en hacer una tableta tipo slate exitosa, tanto que el concepto de la era Post PC parecía un valor seguro. A partir de ahí la App Store comenzó a acoger aplicaciones optimizadas al formato y cuenta con un catálogo superior al millón de servicios exclusivos. Google y Windows no es que tengan menos, es que están a años luz. El iPad consiguió remover los cimientos del ordenador, no sin la ayuda del iPhone y del hecho de compartir iOS.

Ahora mismo, nos encontramos en un punto en el que la batalla entre el escritorio y el panel táctil no consiguen comerse demasiado terreno entre sí.

En Apple sigue primando el fetiche, no los datos técnicos

Una de las prioridades de Steve Jobs era la de evitar todo el barullo técnico / informático a los usuarios en el contacto diario con sus aparatos. Lo cierto es que esta filosofía ha sido todo un éxito, y aunque sus tabletas tuvieran una escasa RAM o un procesador a pocas revoluciones, durante años hemos visto como su iPad y su iPhone mostraban una velocidad mucho mayor que el de cualquier Android.

Ahora, sin embargo, hablamos con palabras mayores. Ninguna app adaptada de una web o portal de internet va a ser nunca más completa que la versión de escrito. Como mucho, aspirará a ser lo más parecida posible a ella. El iPad Pro de 12.9 pulgadas había abierto una posibilidad a la evolución, con sus 4GB de RAM. Sin embargo, el nuevo modelo de 9.7, vuelve a cerrar ese camino y deja a la plataforma móvil de Apple donde, por el momento, debe estar.

Probablemente, al usuario raso, fan de Apple, le dará igual la memoria RAM, porque el iPad Pro es un producto magnífico, pero cerrado y orientado a lo que realmente sí puede hacer con eficiencia. Alguien que necesite una máquina de rendimiento mínimamente avanzado (tanto por el sistema operativo, como por la hoja de especificaciones), debe buscar en otro lado.  

El iPad Pro 9.7 no es un superordenador, ni siquiera un ordenador normalito

El iPad Pro es una tableta. No tiene muchas más vueltas. Hay expertos que incluso afirman notar carencias en una Surface Pro 4 (lo más parecido a un ordenador por estos lares) al compararla con un portátil.

Apple Store iPad Pro 9.7

Obviamente, un iPad (especialmente el Pro) va a permitirnos realizar determinados tipos de trabajo, pero antes de lanzarnos a comprar un dispositivo así debemos tener claro, precisamente, cuál es nuestro trabajo. Si estáis pensando en labores de oficina, no tiene sentido. Si hablamos de edición profesional de texto tampoco. Si pensamos en la necesidad de ser manipular objetos, el Apple Pencil va a ayudar algo, pero no alcanza la comodidad del ratón.

La tablet aún puede ser un buen complemento para trabajar y puede hacer mil cosas que en un ordenador son imposibles o incómodas. Aún así, quedan unos años hasta un iPad puede mover elementos de cierto peso de la manera en que lo hace un portátil.


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  1.   Anónimo dijo

    Es una tablet. Pare de contar… el artículo no tiene mucho fondo. Se queda en una sutil crítica a una tablet pidiendo que se comporte como un portátil, lo cual se sabe que no es y no lo será porque simplemente: compraríamos portátiles. No defiendo a Apple (no uso esta tablet), solo que hay que aprender a comparar.