Hace unos días, os ofrecíamos una lista con los fabricantes de tablets y smartphones que siguen apostando por Windows 10. A pesar de los cambios que los de Redmond han emprendido en los últimos meses con el objetivo de consolidar su plataforma, lo cierto es que aún existen algunos cabos sueltos que impiden el empuje definitivo de la interfaz de Microsoft. El mayor de estos obstáculos es Android y su fragmentación, que da como resultado que muchas compañías, en especial, las de pequeñas dimensiones que pretenden saltar al mercado, apuesten en exclusiva por el software del robot verde, aumentando su cuota.
Con los últimos datos de adopción del sistema que alcanzó el liderazgo entre los ordenadores en los años 90 y los 2000, se consolida una tendencia ascendente en la que los terminales de mayor tamaño remontan mientras que en el terreno de los smartphones somos testigos de una desaparición o una presencia casi residual de Windows. Este hecho tiene consecuencias como que Microsoft haya reducido a niveles mínimos los fondos destinados al desarrollo de la versión para phablets. Pero, ¿Qué se esconde detrás de las últimas cifras ofrecidas sobre su implantación? Ahora os contaremos más sobre la trayectoria con luces, pero también con sombras, que podría seguir en los próximos meses tras un 2016 lleno de altibajos.
El dato
Hace unos días, se publicaron las cifras de adopción de Windows 10. La última versión del software de Redmond ha superado los 400 millones de dispositivos activados. Entendemos como tales todos aquellos que han sido utilizados en el último mes. Esta cantidad engloba tanto a tablets, como a smartphones y ordenadores tradicionales. Según portales como Zdnet y tomando siempre como referencia la información ofrecida por Microsoft, el incremento ha sido de más de 100 millones de terminales desde la primavera de este año y casi duplica el dato de marzo de 2016.
La causa
Este incremento que podría calificarse como muy rápido, tiene un responsable directo: El lanzamiento de soporte gratuito por parte de Microsoft para actualizar todos los modelos que contaran con versiones superiores a Windows 7, independientemente de su fabricante y antigüedad. Esta opción, que ha estado disponible hasta el 29 de julio, tiene un otro objetivo claro: Aumentar la cuota de mercado de este último software tras los malos resultados de Windows 8 y de las plataformas para móviles, y por otro lado, situar a esta interfaz como una alternativa de la mano de nuevos terminales para competir frente a Android, que sin embargo, sigue presente en más del 80% de los terminales.
Los responsables
Las tablets convertibles están siendo el colchón no solo de Windows, sino también de Microsoft. Como os recordamos en otras ocasiones, las ventas de PC´s tradicionales están cayendo de manera más pronunciada mientras que también asistimos a una bajada en el número de modelos convencionales. Los formatos 2 en 1 están ganando terreno dejando de lado los sistemas operativos que equipan y sustituyen a los anteriores poco a poco. Un ejemplo lo vemos en los últimos modelos de la familia Surface a los que podrían sumarse más lanzamientos en 2017.
Las críticas
Como os mencionamos antes, detrás de estas cifras que a primera vista, podrían mostrar un cambio de rumbo en Redmond, existen matices que podrían enturbiar los resultados. En primer lugar, nos encontramos con la otra cara de la moneda de la actualización gratuita con la que en cierto modo, se obligaba a los usuarios a cambiarse a Windows 10 sin garantías de que pudiera ejecutarse correctamente en los terminales y provocando fallos serios de funcionamiento en los mismos. Por otro, errores pendientes de ser solucionados y que tienen que ver con los cierres inesperados de las redes inalámbricas, la existencia de un catálogo de aplicaciones todavía limitado o un asesoramiento técnico insuficiente que deja al usuario desprotegido.
¿Que pasará en los próximos meses?
El dato, a pesar de que es considerado como positivo, sin embargo enfría las previsiones de Microsoft de alcanzar los 1.000 millones de terminales activados en algo menos de dos años. Este objetivo podría alcanzarse en 2020. Por otro lado, la presentación de un posible terminal llamado Surface Book y el cambio en las líneas de negocio, enfocándose entre otros elementos en la Nube y el Internet de las Cosas, podrían ser los que consolidarían el cambio de tendencia de la tecnológica estadounidense. Entre las causas de este cambio en las previsiones, nos encontramos los malos resultados, inesperados, de la división de smartphones.
Al igual que sucede con la llegada de nuevos dispositivos al mercado, el tiempo es un factor determinante para asegurar si en este caso, la subida de cuota de esta interfaz será algo anecdótico o se mantendrá en el tiempo. Tras conocer más sobre qué está sucediendo actualmente en el seno de este sistema operativo, ¿Pensáis que con las características que posee, podrá consolidarse de manera más firme en un mercado que está marcado por el liderazgo de Android a corto y a medio plazo? ¿Creéis que tendrán que pasar unos meses más tras el fin de las actualizaciones gratuitas para ver la presencia real de la plataforma? Tenéis disponible más información relacionada sobre Microsft como HoloLens, su proyecto de realidad virtual, así como un listado con las marcas que están apostando por Windows para que podáis opinar más sobre el rumbo de la compañía.