Una de las grandes novedades del iPad Pro, tanto en su versión 9.7 como en la 12.9, es el puerto dock añadido a un lateral de la tablet para poder conectarla con el Smart Keyboard. No cabe duda de que esta configuración responde, en parte, al mayor interés del público usuario de tablets por el concepto 2 en 1 que puede representar la Surface Pro 4 u otros equipos similares con Windows 10. Aún así, esa herramienta tiene sus límites y no es ni mucho menos imprescindible para disfrutar del equipo.
Por una parte, no parece que la manzana tenga un plan a corto plazo para integrar plataforma móvil y escritorio. Tal vez esa (in)decisión es fruto de mantener un volumen de negocio mucho más rentable que el de cualquiera de sus rivales, y eso les hace, en cierta medida, ser conservadores. Sólo hay que ver lo poco que evoluciona el iPhone o el iPad (a pesar de los insistentes cambios de nombre) de año en año. Mientras Google y Microsoft tienen un afán universal (presunto en el primero de los casos) con Andromeda y Windows, Apple seguirá apostado por mantener iOS y Mac OS en diferentes planos.
La escritura táctil en el iPad Pro es excelente
Por una parte un artículo del portal iPad Insight y por otro, la no apuesta por parte de Apple de unir escritorio y móvil nos ha llevado a esta reflexión. Si el iPad Pro no va a seguir un camino de convergencia similar al de las tablets Android con los Chromebook o al de Windows 10 con los híbridos y portátiles, el la tablet de la manzana seguirá siendo un ordenador secundario o simplemente el único y exclusivo tipo de «ordenador» que necesita un usuario hoy en día.
Por otro lado, el medio citado un poco más arriba hace una excelente exposición de lo cómodo que se ha vuelto hoy en día escribir sobre una pantalla táctil. Parecía que el teclado físico era innegociable a la hora de ejecutar un texto medianamente amplio, pero en los niveles actuals iOS ha conseguido una eficiencia táctil verdaderamente excepcional, tanto en sensibilidad como en respuesta háptica. Además, tanto si estamos hablando del iPad Pro 9.7 como, especialmente, del de 12,9 pulgadas, el espacio que queda en la pantalla es perfecto para visualizar los progresos de la escritura. Tal vez lo sea un poco menos en un iPad mini.
El Smart Keyboard tiene lagunas
El hecho de que escribir en la pantalla de un iPad Pro sea tan satisfactorio hace que resulten más visibles las lagunas del teclado nativo de Apple. Pocas posiciones, ausencia de trackpad y una respuesta buena, pero no distintiva, hacen que incluso se quede por debajo de algunas alternativas fabricadas por terceros.
El iPad Pro es excelente como dispositivo ultraligero y el teclado físico resta en este sentido. Si se quiere hacer ganar en términos productivos, es necesario un accesorio que de verdad haga la diferencia y valga la pena el peso y el volumen extra que deberemos llevar encima. Sino, mantener la línea tablet y seguir mejorando el teclado de iOS es una vía perfectamente válida y apropiada.