A pesar de que las proyecciones y los primeros test de Apple con el iPad Pro 2017 y su A10X habían mostrado una auténtica bestia en términos de rendimiento, en los últimos días han comenzado a moverse informaciones que apuntan a que el proceso de fabricación del chip no está dando los resultados esperados. El origen del problema estaría en la compañía TSCM y sus dificultades para trabajar con los 10 nanómetros.
TSCM lleva varios años ocupándose de la producción de los procesadores de la serie A de Apple. Para este curso había asumido el encargo de toda sus unidades e incluso iba a colaborar con Mediatek y Huawei en dar salida también a parte de sus chips durante el primer cuarto de 2017. Como apuntan en 9to5Mac, lo lógico es que la firma Taiwan Semiconductor Manufacturing Company consiga subsanar pronto el problema y priorice su alianza con Apple y los encargos de mayor presupuesto.
A TSCM se los resisten los 10 nm
Como decimos un poco más arriba, el problema vendría ocasionado por proceso de producción de 10 nanómetros que da lugar a procesadores realmente compactos, y que al fabricante de semiconductores taiwanés parece estar resistiéndosele, puesto que las unidades facturadas hasta el momento consiguen índices de rendimiento bastante pobres en relación a lo esperado. Precisamente la potencia iba a ser una de las claves del iPad Pro en 2017, así pues, Apple no puede permitirse una flaqueza es este terreno.
Algunas opciones de las que se hablan para suplir a TSCM son Samsung quienes también estarían encontrando dificultades en el camino, según la misma fuente, o Intel. De cualquier forma, no es una circunstancia especialmente extraña, es el que proceso de fabricación implica y unos niveles de compresión y densidad muy avanzados, suponiendo un desafío importante incluso para los fabricantes más experimentados.
El Pad Pro 2017: toda una incógnita
No cabe duda de que Apple tampoco vive sus mejores momentos: los últimos lanzamientos de la manzana no han llegado a despertar tanto interés como es habitual y la innovación comienza a brillar por su ausencia. En un principio, parecía que el iPad Pro del próximo curso podía poner remedio a esa tendencia, sin embargo, todo apunta finalmente a que ni Samsung ni LG van a ser capaces de satisfacer el volumen producción de pantallas OLED que exigen los de Cupertino, y que Apple no va a poder incorporar las modificaciones que esperaba en su línea de producto en 2017.
La gran novedad, parece que será una reducción en los marcos y tal vez un nuevo concepto de Touch ID, sin embargo, la revolución en el iPad Pro debería quedar emplazada para el año 2018.