Muchas de las guías que se publican sobre cómo ahorrar batería en una tablet o smartphone suelen señalar que, en caso de no estar utilizando las conexiones inalámbricas, es mejor desactivarla puesto que consumen energía. En teoría es algo cierto, y esta recomendación podía tener sentido años atrás. Sin embargo, hoy en día y con las prácticas de uso habituales, desactivar el Bluetooth o el WiFi cuando no los estamos usando puede ser contraproducente.
Así lo señalan otros medios Android Ayuda en un artículo reciente, y se puede unir a una larga lista de tópicos absolutamente inefectivos, como son también instalar un limpiador estilo Clean Master o cerrar las aplicaciones de la multitarea. El Bluetooth y el WiFi consumen, desde luego, pero muy muy poco. Por otro lado, el proceso de activar o desactivarlos, o los sistemas que funcionan alternativamente a ellos hacen que no merezca la pena preocuparse
¿Por qué dejar activo el WiFi puede ahorrarnos batería?
La cuestión es muy simple y en cada caso se debe a diferentes motivos, pero sobre todo tiene que ver con los usos habituales que le damos a un tablet o un smartphone. En el caso del WiFi, como decimos el consumo es bastante moderado y el problema es que empleemos datos móviles cuando sí hay una red fija fiable disponible.
Si de casa al trabajo o del trabajo a la universidad quitamos el WiFi y utilizamos, por poco que sea, el 4G ya estaremos consumiendo más energía de la habitual. Además, hay que tener en cuenta que la conectividad móvil suele funcionar peor dentro de edificios y buscar buena cobertura es una de las tareas que más consumo genera.
¿Por qué apagar y encender el Bluetooth es, desde el punto de vista energético, estéril?
El caso del Bluetooth es incluso más claro. Hace unos años este sistema era una auténtica sangría y consumía de forma descomunal, hasta el punto de poder acabar con la batería de un smartphone en poco más de una hora. Sin embargo, a día de hoy el gasto es realmente irrisorio.
Para que os hagáis un idea, si estamos reproduciendo música desde el propio móvil o la tablet, incluso con la pantalla apagada, la batería se agotará antes que si lo estamos lanzando a unos altavoces Bluetooth (como muestra este vídeo de hace unos años). Por tanto, solamente encendiendo y entrando a los ajustes rápidos del terminal, seguramente consumiremos más que en la suma del tiempo que el sistema esté funcionando.
Su uso puede tener más que ver con la privacidad y la seguridad
El hecho de que decidamos encender o apagar el WiFi y el Bluetooth tiene mucho más sentido en caso de que queramos cuidar nuestra privacidad. Tanto uno como el otro son una puerta de entrada a nuestro terminal, y ya se sabe que las redes públicas a veces no son del todo seguras. De igual modo, si se nos ofrece vincular a través de Bluetooth un dispositivo que nosotros mismos no controlamos, hay siempre que rechazar la petición, por seguridad. Puede tratarse de alguien jugado, pero también pueden crearnos un agujero importante.
Así mismo, para los usuarios especialmente celosos de su intimidad, hay que destacar que el sistema de conectividad WiFi se utiliza hoy como localizador. Google es perfectamente capaz de decirnos dónde hemos estado en todo momento desde que tenemos un smartphone con Android si nunca nos hemos molestado en desactivar el WiFi, ya que se establece una ruta a con el listado y la posición fija de las redes que el terminal ha registrado y eso pasa a manos del gigante de internet.
Tampoco es cuestión de ponerse paranoicos (de momento), pero habrá algunos a los que lógicamente no les guste estar atados tan en corto.