La inteligencia artificial se ha erigido como uno de los grandes avances en tecnología tanto ahora como en el corto plazo. Las mayores compañías del mundo están invirtiendo gran cantidad de esfuerzos y fondos en el desarrollo de este elemento que no solo está decidido a implantarse con fuerza en tablets y smartphones, sino que también aspira a revolucionar muchos otros campos como la domótica o la industria.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y los adelantos en este y otros campos, también tienen su letra pequeña que pueden enturbiar su futura implantación y que pone de manifiesto que hay algunos retos pendientes por resolver en el desarrollo de los asistentes personales. A continuación os contamos más sobre la relación entre este elemento y otro que también ha sido objeto de mejora pero que también requiere de más dedicación por parte de las grandes marcas: La privacidad y la protección del público.
La base: El aprendizaje automático
Uno de los elementos que mas influyen en el desarrollo de los asistentes personales para tablets y smartphones es el llamado «Machine Learning«. A grandes rasgos, esta herramienta hace un estudio sobre cuáles son los lugares más visitados y las aplicaciones más descargadas y utilizadas y a raíz de ellas, crea sugerencias de búsqueda y a primera vista, ofrece contenido algo más personalizado. Y esto no acaba ahí, ya que algunas plataformas como Alexa, permiten la sincronización con varios terminales y además, cumplen algunas órdenes básicas.
La controversia
Como pudimos ver antes, los asistentes exploran entre nuestras preferencias para saber qué mostrarnos. Sin embargo, esto no queda exento de polémica ya que de esta manera se obtiene información personal que al final, acaba en mano de los desarrolladores de estos elementos. A través de ella, al final se recopilan datos tan íntimos como los hábitos y costumbres, los lugares de ocio y trabajo e incluso, las direcciones de los domicilios y los itinerarios utilizados a la hora de viajar a cualquier parte.
¿En qué lugar quedan los usuarios?
Entre los consumidores, los asistentes pueden despertar críticas y alabanzas a partes iguales. Para aquellos que las consideren como algo positivo, puede incrementarse la experiencia de uso al tener a su disposición no solo un manejo más simple de los terminales, sino también, un día a día en el que sus tareas se simplifiquen. Sin embargo, ¿Hasta qué punto puede ser beneficiosa la delegación de las rutinas de millones de personas en las inteligencias artificiales? ¿Creéis que en el futuro, todos estaremos obligados a usarlas de una manera u otra o que aún quedará margen de maniobra para aquellos amantes de la privacidad? Mientras se aclaran todas estas dudas, os dejamos disponible más información relacionada como por ejemplo, las iniciativas de empresas como Amazon en este campo.