Los ordenadores, tablets y otros muchos soportes, se han convertido en elementos claves para asegurar la seguridad de millones de personas e incluso gobiernos. A través de estas plataformas, es posible controlar cámaras de vigilancia o realizar investigaciones más rápidas y exhaustivas con las que se interceptan multitud de amenazas que van desde los propios virus, hasta ataques terroristas.
La importancia de la electrónica de consumo en multitud de campos ha sido utilizada como arma tanto para los delincuentes como para los que intentan detenerlos. El resultado inmediato de estos cambios es la creación de una serie de leyes y normativas dirigidas a reducir las amenazas. En las siguientes líneas os contaremos más sobre las últimas medidas aprobadas en los Estados Unidos y Gran Bretaña y cuáles pueden ser sus repercusiones.
La medida
Hace un par de días, el gobierno de Trump aprobó una serie de medidas en materia de seguridad aérea entre las que destacaba la prohibición de embarcar con tablets y otros soportes a pasajeros de 8 países musulmanes. A partir de ahora, ciudadanos procedentes de Turquía, Arabia Saudí o Marruecos entre otros, que viajen a Estados Unidos, deberán facturar estos dispositivos y guardarlos junto al equipaje más pesado. Solo los smartphones y terminales más pequeños podrán ir con los usuarios.
¿Por qué?
Esta decisión, que también ha sido aprobada por el gabinete de Theresa May en Reino Unido, se ha tomado con el pretexto de que los terroristas pueden esconder bombas en los modelos más grandes. Además, podrían superar sin problemas los controles de los aeropuertos.
Otros antecedentes
Hasta 2014, en Europa se estuvo aplicando la obligación en la que no podíamos encender tablets, smartphones y ordenadores. Esto venía por el temor a que las ondas electromagnéticas de éstos interfirieran en los sistemas electrónicos de las aeronaves. Por otro lado, se argumenta esta prohibición justificando que durante los vuelos, las baterías de los dispositivos pueden sobrecalentarse e incendiarse a bordo. Esto también podría provocar accidentes según algunos expertos.
¿Creéis que estas medidas acabarán extendiéndose a muchos otros países, entre ellos, España? ¿Cuáles creéis vosotros que serían las actuaciones de seguridad más efectivas que no tendrían repercusiones negativas en la experiencia de los pasajeros ni en la vulneración de algunos de sus derechos básicos a la hora de viajar en avión? Os dejamos disponible más información relacionada como por ejemplo, las nuevas medidas para proteger los terminales que podríamos ver próximamente.