Aunque el momento de la presentación el iPad es tomado por muchos el punto de inflexión de la era de la informática. El antecedente del iPhone o la explosión (un poco posterior) del segmento tablet marcan los límites de un periodo en el que se percibe una ruptura con el ordenador tal como éste se había conocido antes. Microsoft Apple y Google, las tres tecnológicas más importantes y millonarias se encuentran ahora mismo intentando volver a estabilizar y centrar la experiencia en sus plataformas. ¿Cuál de ellas va ganando?
Ratón por dedo, teclado físico por virtual, programa por aplicación: este cambio se puede conceptuar de muchas maneras, sin embargo, a nuestro modo de ver, el progresivo paso de la tangible a lo intangible que, de algún modo marca nuestras culturas, hace que el término plataforma se encuentre en el centro del debate. El nuevo PC, es decir, la tablet, el móvil o el híbrido sigue siendo un fetiche, pero nada comparado con el hecho de atraer usuarios a una plataforma concreta.
Vamos a analizar la posición de cada uno de estos gigantes para ver cuál se aproxima más a la centralidad que el ordenador tenía hace unos años. La respuesta a la pregunta del título, sin embargo, es incierta y al final el usuario le dará la razón a alguna de las alternativas.
Apple: producto de lujo, con ecosistema cerrado, controlado y distintivo
Si echamos la vista atrás, en 2011-2012, Apple tenía grandes opciones de imponerse y fijar las líneas del ordenador contemporáneo. Primero, dominaba la terminología al implantar su discurso de la Era Post-PC, que era recogida por casi todos los medios como una realidad presente. Segundo, las ventas de iPad más iPhone suponían casi el 70% de sus ingresos por aquellos años y si comparábamos iOS con Android, la diferencia en términos de rendimiento y respuesta caían abrumadoramente a favor de la manzana.
Hoy en día, Apple ha buscado un iPad Pro más parecido al ordenador portátil y deja una línea de tablet económica recién lanzada para hacer de ella uso similar al del producto original. Tampoco nos podemos olvidar del modelo de 12.9 pulgadas que, hipotéticamente, el tablet de perfil profesional más avanzado, con sus 4 GB de memoria RAM. Sin embargo, de entre los tres principales actores, la manzana parece el único dispuesto a mantener una clara frontera entre móvil y escritorio, negándose a utilizar pantallas táctiles en el MacBook y sin planes aparentes de desarrollar algún tipo de integración con la App Store.
El despliegue de su propia plataforma, sin vender licencias de software a terceros, es una estrategia que le sirvió para mantener un nicho y una alternativa a Microsoft en el PC. Ahora son la empresa más grande del mundo y a diferencia de sus contrincantes, el producto tiene más repercusión que los servicios.
Microsoft: del PC a Surface y con una Plataforma Universal a medio montar
Microsoft tiene un tremendo potencial, que se construye a partir del hecho de ser la firma tecnológica más importante de la época pre-iPhone. Windows 10 y el impulso de montar una plataforma Universal de contenidos que funcione en smartphones, tablets, ordenadores, Xbox, etcétera supone el primer intento de crear una articulación entre soportes. Sin embargo, no es tan fácil decirlo como hacerlo y a día de hoy este intento hay hecho más aguas que blanco efectivo.
No obstante, la gran fuerza de los de Redmond se encuentra por ahora en la parcela profesional. Las tablets con Windows 10 (y no todas) son los únicos táctiles que se acercan a lo que uno podría esperar de una herramienta para trabajar cómodamente. Además, Office sigue siendo la suite de ofimática esencial para cualquier tarea avanzada.
Además de todo esto, Microsoft se encuentra en una inercia muy positiva. Sólo hay que echar un vistazo a las últimas tablets lanzadas al mercado para comprender que los fabricantes están apostando fuerte por Windows 10 en el formato convertible y los diferentes estudios de mercado auguran un crecimiento exponencial de este tipo de dispositivo en los próximos años. De cualquier modo, las pantallas grandes se han visto muy afectadas la irrupción de los móviles y ahí es donde los chicos de Satya Nadella flaquean.
Google: el móvil (Android) es el nuevo ordenador, ¿o no?
Al igual que en el caso anterior, el gran activo para Google es Android, más allá que ningún modelo específico de terminal, aunque la plataforma no sería lo que es sin Samsung y su línea Galaxy S, lógicamente. Aún así, el smartphone con este sistema operativo es muy equiparable que a lo que anteriormente era el ordenador, la máquina de computación más extendida del momento y con la adopción más rápida de la historia, algo en lo que claramente ha influido el avanzado proceso de globalización.
Lo interesante de Android es que un sistema transversal que puede utilizarse tanto en un ordenador, como en un reloj o en el coche (estos últimos con versiones dedicadas). La promesa de Andrómeda y la unificación del sistema de escritorio Chrome OS, junto con el crecimiento en la demanda de los Chromebook en ámbitos profesionales y educativos puede ser el paso que Google necesita para acabar de cerrar su red. Estamos seguros de que Microsoft mira con cierta desconfianza este movimiento.
Por último, Android no es sólo un sistema base, sino que raramente se puede entender sin una serie de servicios que desbordan la propia plataforma y se cuelan en las rivales: YouTube, Maps, Gmail o el propio buscador son herramientas clave para una parte verdaderamente importante de la población mundial. Diríamos, aún con la necesidad de mejorar en pantallas grandes, saca hoy por hoy ventaja en posición estratégica con respecto a sus dos rivales.