Las tablets con Windows 10 representan un nuevo segmento que debe tenerse en cuenta a la hora de valorar una protección específica para nuestra vida online. En cierto sentido la llegada de Windows Defender y su evolución puede hacernos pensar que instalar otro antivirus ya no es algo necesario.
El problema con algunas tabletas Windows 10, no obstante, es que pueden acusar mucho la instalación de un antivirus. Primero, porque no tienen tanta memoria como los portátiles y sobremesa, habiendo unidades con tan sólo 32GB de espacio. Lo segundo, es que para replicar las condiciones de Android o iOS se emplean procesadores ATOM en muchas ocasiones, y lidiar con un antivirus en su versión completa puede convertirse en un horror si no tenemos algo medianamente potente.
El problema, como a continuación explicaremos más detenidamente, es que es posible tener un equipo infectado y no darnos cuenta en ningún momento. Por este motivo, muchos usuarios con Windows Defender tienden a pensar que todo está bajo control. Los virus más comunes en nuestros días ya no plagan el ordenador de ventanas emergentes, ni hacen que vaya lento o que directamente sea inutilizable.
Aclarando conceptos… ¿Por qué la palabra antivirus está obsoleta?
El concepto virus aplicado al mundo de la informática ha quedado, en parte, relegado. Hoy en día, especialmente después de el auge de los sistemas operativos móviles, el malware se ha convertido en la amenaza más común para el usuario medio, y los sistemas de seguridad se centran en buena medida en evitar este tipo de código, silencioso, invisible y, aún así, perverso, que busca recolectar datos privados.
De cualquier modo, como decimos, la designación se mantiene, pero en muchas ocasiones los antivirus han cobrado mala fama. No es algo poco común que un portátil un sobremesa nos llegue con alguno de estos programas instalados y que resulten seriamente intrusivos, lanzando advertencias o escaneando el sistema a destiempo, mientras nos impide un normal desempeño de nuestro trabajo.
Lo que os recomendamos, en un principio, es paciencia, por muy alarmistas que sean los antivirus (es su negocio y aspiran a impactar en el usuario), debemos pensar clara y determinadamente qué es lo que nos conviene antes de pagar una suscripción.
Windows Defender, una solución eficiente en la mayoría de los casos
Durante muchos años, Windows ha sido considerado un sistema vulnerable y no sin razón. Con el ascenso de Android, Microsoft quiso quitarse ese estigma y de hecho ha dirigido muchas de sus campañas, precisamente, a destacar los peligros con el malware del sistema móvil de Google.
Además, en las últimas versiones del SO ha ido cobrando relevancia Windows Defender. Se trata de un antivirus incluido de serie que, junto a Windows Firewall, representa un intento por parte de la firma de Redmond de montar un seguridad integrada y completamente actualizada en su sistema de escritorio. Ésta actúa también de modo discreto, sin causar apenas alteraciones en el uso de los equipos. Además, la nueva Creators Update se va a buscar que no haga falta ningún tipo de complemento de seguridad, mejorando el soporte y los protocolos de la herramienta. Habrá que ver cómo funciona en el medio plazo.
En muchos círculos, aún así, se considera poco más placebo. Algo no muy atinado, la verdad. Aunque en algún caso hemos explicado cómo deshabilitar Windows Defender, es absolutamente recomendable que lo tengamos activo, porque se trata de una primera barrera muy sólida.
Una cosa interesante que hemos descubierto buscando información para este post es un comentario en el medio Windows Central de un desarrollador experto en lo que él llama “Malware reverse”. Según éste, Windows Defender va a ser eficiente en un 80% de las amenazas que pueden encontrarse en la red. Lo cual, no es poco.
Conclusiones… Sí es recomendable un antivirus, pero ¿cuál?
Si nuestro uso con la tablet va poco más allá de trabajar con documentos y visitar las clásicas webs por las que todos pasamos a diario, como Facebook, YouTube, periódicos, Amazon, etc. Tener un antivirus no es algo imprescindible. No obstante, si hacemos con el equipo algo más avanzado, sí que se vuelve muy recomendable y lo es especialmente, en el caso de que guardemos material sensible de trabajo.
El comentario al que hacíamos referencia en el apartado anterior, alerta de las conexiones de algunos antivirus con ciertos gobiernos. Por ejemplo, Kaspersky tiene lazos con el gobierno ruso, Qihoo con el chino y McAfee y Symantec con el norteamericano. Por otro lado, Avira y Avast son desarrollos de países relativamente neutrales y eso nos va proporcionar una seguridad extra a la hora de mantener nuestros datos y contenidos bajo cierto hermetismo.
Además, para todo aquello que sea especialmente vulnerable o imprescindible para nosotros, debemos buscar ciertas soluciones que refuercen la seguridad. Por ejemplo, con fotos se puede pensar en tener un copia en la nube, algo siempre recomendable, mientras que la doble autentificación también es interesante con ciertos servicios, además de encriptar los datos siempre que nos sea posible.