Hace unos meses os contábamos más sobre la cancelación de Project Ara, la iniciativa de Google para crear móviles modulares y que tan solo un tiempo atrás, había sido foco de atención tanto para expertos como para usuarios, que lo interpretaron como un paso previo para una revolución de los smartphones actuales. Sin embargo, esta iniciativa cayó en el olvido y los actores del sector, decidieron innovar dentro de lo ya existente.
En 2017 parece que este formato se ha dejado atrás totalmente y que en el primer tramo de 2018 no veremos ningún avance significativo en él. ¿Qué está pasando? A continuación haremos una pequeña reflexión en la que intentaremos ver el estado actual de los teléfonos desmontables y cuáles han podido ser las causas de su abandono.
El estado actual
Que Google decidiera guardar en el cajón Project Ara la pasada primavera, supuso un golpe significativo para los móviles modulares por una razón muy sencilla. El hecho de que una gran compañía decida invertir recursos y dinero en crear algo nuevo, puede generar un efecto dominó que haga sumarse a otras firmas a seguir esa tendencia. A la inversa, puede suceder exactamente lo mismo: Si un actor de peso decide retirar su apoyo a alguna iniciativa en electrónica de consumo, el resto puede seguir sus pasos. Esto también pudimos verlo con la decisión de LG de dejar de fabricar este tipo de modelos a finales de 2016.
Dos tendencias distintas
Aunque las compañías más grandes hayan dejado de lado proyectos de este tipo, lo cierto es que las pequeñas marcas, aquellas que solo tienen cierta visibilidad en países como China, han estado trabajando de manera muy discreta en este tipo de soportes. Como hemos mencionado en otras ocasiones, realizar a veces algunas apuestas que pueden ser arriesgadas, pueden servirles para ganar algo de presencia e intentar dejar atrás una serie de tópicos que giran en torno a la mala calidad de sus productos. Un ejemplo podríamos verlo en Iron, una de las phablets de la compañía UMI.
Los móviles modulares siguen vivos, pero ocultos
Aunque su trayectoria en el mercado sea algo más dilatada y esto pueda ser un inconveniente frente a otros dispositivos mucho más actuales que consiguen el favor tanto de usuarios como de expertos, lo cierto es que aún podemos encontrar algunas apuestas en este sentido. La más conocida podría ser la Moto Z2 Play, que permite añadir multitud de componentes y otra alternativa que también llama la atención, en este caso por su precio, sería Hydrogen One, que supera los 1.200 euros.
Y vosotros, ¿qué pensáis?¿Creéis que los móviles modulares pueden resurgir en el futuro o se han quedado en algo meramente testimonial? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, las tendencias para el 2018 en tablets y phablets para que podáis conocer más.