Hace unas horas se conocieron algunos detalles más sobre los avances en privacidad que podría incorporar Android P. La protección de los usuarios ha sido uno de los aspectos más criticados del software del robot verde y en ocasiones, las mejoras han venido por la presión del público y la existencia de auténticos riesgos que podían poner en peligro la estabilidad de millones de tablets y smartphones.
En diciembre repasábamos las medidas de seguridad más importantes de Android Oreo. Hoy haremos un pequeño recopilatorio sobre las novedades en este campo con más repercusión en las últimas versiones y veremos si todos los cambios llegan de manera lenta y muy fragmentada o sin embargo, están ajustadas a los tiempos y las necesidades que van surgiendo en cada momento. ¿Vosotros qué opináis?
Nougat: El papel de las aplicaciones
La mejora más significativa que podemos encontrar en la séptima versión de Android sería Direct Boot. Esta característica se ejecuta de la siguiente manera: Si el dispositivo se apaga de manera fortuita, todas las aplicaciones y funciones que se estaban utilizando antes de esta circunstancia, volverán a ejecutarse y recuperar todos los contenidos que estaban en la pantalla en ese momento. Además, los antivirus instalados seguirán funcionando sin problemas. Por otro lado, se limitan los permisos a los que pueden acceder las aplicaciones, prohibiendo la obtención de información como contraseñas y códigos PIN.
Android Marshmallow y el primer administrador de permisos
Al principio os contábamos que algunas novedades en seguridad llegaban por la presión de los usuarios. Esto se ejemplifica en Marshmallow. La sexta versión fue la primera en incorporar un gestor de permisos muy sencillo que daba por primera vez al público la posibilidad de elegir qué información compartía y qué datos no revelaba a la hora de descargar las aplicaciones. Esta medida, con el tiempo ha demostrado ser muy útil debido a que en muchos casos, a la hora de bajar títulos, los desarrolladores exigen el acceso a fotografías, datos de contacto o información personal.
Lollipop y los patrones biométricos
En el quinto miembro de la familia del robot verde nos encontrábamos un sistema de refuerzo que establecía algo parecido a una doble verificación en la que por un lado, debíamos introducir una contraseña o patrón y por otro, una imagen de nuestro rostro o huella para que el terminal la reconociera. Sin embargo, solo unos pocos dispositivos disponían de marcadores biométricos en el momento en el que Lollipop comenzó su andadura.
Como habéis podido comprobar, las mejoras en seguridad del software más utilizado del mundo han sido graduales y en muchos casos, no se han producido por iniciativa propia sino por las demandas de millones de personas. En la novena versión, lo más llamativo será el bloqueo de las cámaras y los micrófonos, al menos de momento. ¿Creéis que esto será útil o tendría que haberse implantado antes? Os dejamos disponible información relacionada como por ejemplo, las primeras especulaciones sobre Android P para que podáis conocer más.