Muchos discutirían también que las tablets Android sean a día de hoy una alternativa al iPad, pero vamos a dejar de lado de momento ese debate porque, la mayoría reconocerán que, comparadas con las tablets Windows, aún tienen lo suficiente en común como para poder ponerlas en el mismo saco. ¿Pero podríamos poner en él también a la Surface Go, en principio diseñada para competir con ellas?
La Surface Go sigue siendo un 2 en 1 en diseño
Cuando se dieron a conocer los planes de Microsoft para lanzar una tablet más barata, repasábamos las que parecían que podían ser las claves para que ésta triunfara donde la Surface 3 fracasó y hacíamos mención entonces a las informaciones que decían que en esta ocasión se iba a apostar por un diseño más similar al del iPad en lugar de dejarnos una versión más pequeña de la Surface Pro. Evidentemente, es a todas luces una predicción que no se ha cumplido.
Habréis notado, por ejemplo, que cuesta verla en una imagen en la que no venga acompañada de teclado y stylus, para enfatizar que sigue siendo un 2 en 1. Y por si alguien le quedaran dudas, no hay más que echar un vistazo a sus marcos, que claramente no son los de una tablet convencional (no de una reciente, al menos). La explicación más razonable que hemos oído, apunta de nuevo a que Microsoft sí que quería una Surface Pro en pequeño: la tablet tenía que ser más grande para ajustarse a una funda-teclado más amplia.
Las limitaciones de Windows 10 para tablets siguen ahí
Hay que reconocer que hay una buena razón para que Microsoft siga apostando por el formato 2 en 1 para sus tablets y es, lisa y llanamente, que a pesar de todos avances que ha ido haciendo, Windows sigue sin ser el sistema operativo ideal para un dispositivo que se centre en el control táctil.
Se agradece mucho tener la opción de pasar al modo tablet, pero lo normal es que la mayor parte del tiempo utilicemos las tablets Windows las utilicemos con teclado y ratón, porque es cierto que, como veíamos en otro repaso reciente a la cuestión, hay unos cuantos aspectos en los que Windows 10 tendría que mejorar aún bastante en este sentido (gestos, modo retrato, acciones rápidas…).
El problema de las tablets Windows de gama media persiste también
Sí que se cumplieron las predicciones de que esta nueva tablet iba a llegar con procesadores Intel en lugar de ARM, que a la vista de todos los problemas que se están encontrando las tablets y PCs que apostaron por ellos, es sin duda una buena noticia. Desafortunadamente, no está del todo claro que vayamos a superar el problema habitual con las tablets de gama media de Windows.
El problema en cuestión es de sobra conocido: nos volvemos a las tablets Windows para tener apps de escritorio en lugar de apps móviles, pero el hardware que nos ofrecen los dispositivos con precios entre los 300 y los 500 euros, lo tiene complicado para hacer que las podamos mover con soltura. El procesador de la Surface Go está un paso por delante de los que solemos encontrarnos, pero lejos aún de ser lo ideal, y lo mismo sucede con los 4 GB de memoria RAM de los modelos más asequibles.
El precio es más alto de lo esperado
Otro problema que va a tener la Surface Go para competir con el iPad y las tablets Android es que el precio ha acabado subiendo demasiado, probablemente: el modelo básico ha pasado de costar 400 dólares a costar 450 euros y, dado su formato, cuesta imaginarse comprar la tablet sin el teclado, lo que supone que hay que sumar 100 euros más, y estamos ya en un mínimo de 550 euros.
La diferencia con el iPad 2018, que se puede comprar en Amazon por menos de 350 euros, e incluso con tablets Android de gama alta, como la MediaPad M5 10, que cuesta 400 euros, es notable. Por poco más de 450 euros podemos comprar incluso la Galaxy Tab S3, con el S Pen incluido. De hecho, está más cerca de la tablet estrella de Apple que de la económica, porque el iPad pro 10.5 se puede encontrar también por menos de 700 euros.
¿Intenta competir realmente con el iPad y las tablets Android?
Considerando todo esto en conjunto, cuesta imaginarse cómo pensaban en Redmond que esta tablet podía ser realmente una auténtica rival para el iPad (o las tablets Android digamos que por extensión, aunque sea con matices). No han tardado en alzarse voces que afirman que realmente no lo han pretendido nunca.
La primera teoría es que de quien realmente va detrás Microsoft con esta Surface Go es de los Chromebook, cuyo dominio del codiciado mercado de la educación en Estados Unidos, parece cada vez más claro. La segunda, más maliciosa, es que realmente no cuentan con vender muchas, al menos en su modelo más básico, pero sí atraer a más consumidores para que den el salto a los dispositivos Surface más capaces.
Una opción interesante en la gama media, pero aún para un perfil concreto
En todo caso, hay que insistir en que todavía tenemos mucho por conocer de esta Surface Go, de la que sin duda agradeceremos tener la ocasión de ver funcionar en pruebas de uso real, para valorar su rendimiento y su autonomía, sobre todo. Si la comparamos a priori con lo que nos ofrecen otras tablets Windows de su rango de precios, eso sí, hay que reconocer que se plantea como una opción potente.
Y esa es la cuestión: si es una alternativa interesante en el terreno de la gama media, y lo es, lo es frente a otras tablets Windows, no tanto frente al iPad o a las tablets Android, que realmente tienen un perfil muy diferente y unos atractivos que poco tienen que ver con los suyos. Si queréis pruebas de ello, no tenéis más que echar un vistazo a las últimas comparativas que le hemos dedicado. Eso no quiere decir que no acabe quitándoles algo de cuota de mercado, de todas maneras. Habrá que ver qué pasa.