Cuando se supo del lanzamiento de Amazing Alex muchos medios valoraban el riesgo de que Rovio fracasara y pasara a engrosar esa lista de empresas que viven de un gran éxito. De momento, está superando la prueba. Bien es cierto que ha invertido una buena cantidad de esfuerzos en publicidad, como el teaser y el tráiler que os ofrecimos ayer. A esto hay que sumar los 20 millones de seguidores que tienen por Facebook y la publicidad que emitían en las pantallas de los jugadores de Angry Birds.
El juego llegó al Número 1 en descarga de aplicaciones de pago sólo ocho horas después de su lanzamiento lo que supone la ascensión más rápida al Número 1 de una aplicación de pago en EE. UU. El mérito es mayor porque no se trata de una secuela, un juego vinculado a una película o cualquier tipo de extensión de una marca anterior.
Su esencia es similar a Angry Birds, un juego de puzles en el que la física juega un papel fundamental. En Amazing Alex tenemos que construir estructuras con diferentes elementos a modo de puzle y que, una vez activados con un efecto dominó, llevarán a Alex a cumplir sus objetivos. Los puzles mecánicos que el jugador ayudará a construir a Alex están inspirados en las máquinas de Rude Goldberg.
Rovio, de hecho, había centrado su actividad y generado muchos ingresos desde el lanzamiento del primer Angry Birds en 2009 haciendo innumerables secuelas de la primera versión que añadían escenarios y elementos nuevos a una misma idea de juego. En total todas las versiones han llegado a conseguir 1.000 millones de descargas y tener 200 millones de jugadores mensuales a final de 2011. Sus ingresos claramente se multiplicaron salvajemente y más aún cuando empezaron a sacar merchandising que está teniendo un éxito considerable.
Amazing Alex seguirá también a Angry Birds en esa línea, sacando peluches, camisetas y todo tipo de productos oficiales relacionados.
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