PadFone

PadFone valoracion

En medio de un mar de híbridos tablet/portátil, en el que ASUS tiene desde luego mucha experiencia, la compañía sorprendió a los medios especializados con un concepto realmente original, aunando en un mismo diseño tablet y smartphone. ¿Cómo funciona? Se trata simplemente de un smartphone que se puede acoplar a una dock station que a su vez tiene una pantalla de 10.1 pulgadas, convirtiendo el conjunto en una tableta. Esto quiere decir que el procesador y la memoria es siempre la del smartphone, lo cuál resulta bastante útil por dos razones: la primera es que sólo necesitas una tarifa de datos para tener conexión en ambos dispositivos; la segunda es que todos los problemas para “compartir” o transferir archivos de uno a otro dispositivo desaparecen de un plumazo.

Esto quizá podría ser un inconveniente de no contar con buenas características en el dispositivo principal, es decir, el smartphone. Afortunadamente, no es así y, de hecho, no son pocos los móviles que tienen especificaciones técnicas que superan a las de muchas tabletas. El teléfono de ASUS monta un potente Snapdragon de doble núcleo a 1,5 GHz que asegura un buen rendimiento. Hay que notar, no obstante, que realmente se aprecian diferencias cuando el smartphone está acoplado a la tableta, pues sin ella el rendimiento del equipo es sensiblemente superior.

Evidentemente, además de la capacidad del procesador que tiene el smartphone para poner en funcionamiento la tableta, las cuestiones principales de este dispositivo tienen que ver casi todas ellas con el diseño. El mecanismo de acoplamiento es muy sencillo: hay una tapa en la parte posterior de la tableta que, abierta, descubre el hueco con los tres puertos en el que se debe insertar el móvil. El proceso no lleva más de un par de segundos y una vez colocado, el dispositivo se mantiene conectado de forma segura.

PadFone Análisis

El diseño de la estación dock, es decir, de la tableta, está bastante logrado aunque como es de suponer, al llevar dentro el smartphone, es algo más gruesa de lo habitual (13.5 mm) y también más pesada (724 gramos). Hay una compensación al grosor y el peso, sin embargo: la batería. Aunque el procesador y la memoria son los del teléfono, la tableta sí añade una batería propia, y una bastante potente a decir verdad: 6600 mAh (unas 4 veces la del teléfono).

El hecho de que la tableta tenga su propia batería nos ofrece algunas ventajas adicionales: mientras el teléfono está acoplado, la batería que se consume es la de la tableta. Esto es ciertamente interesante de por sí, dado que es más que probable que lleves el móvil de un lado para otro antes que la pantalla de mayor tamaño, pero la cosa aún mejora: la batería de la tablet puede recargar directamente la del móvil. Sin acoplarlo a la tableta, el móvil aguanta perfectamente un día entero de uso intensivo, aunque no mucho más, pero complementándolo con la batería de la estación puede aguantar perfectamente una semana sin necesidad de recargarlo.

Otro punto importante, es la transición entre uno y otro modo de funcionamiento. ¿Puedes continuar usando las aplicaciones que tuvieras en funcionamiento en el teléfono cuando lo incorporas a la tableta? En principio sí, y es realmente un detalle bastante importante que aumenta sensiblemente la comodidad al utilizarlo. Lo cierto es que aunque funciona incluso con llamadas, de cuando en cuando la transición no es perfecta y te ves obligado a abrir la aplicación de nuevo. Por lo demás, y aunque esto no es problema de ASUS, notaréis que no todas las aplicaciones están pensadas para verse igual en una pantalla de un tamaño u otro, no así con el sistema operativo (ambos dispositivos funcionan con Ice Cream Sandwich): la transición de la interfaz de uno a otro dispositivo en ese caso sí es perfecta.

Esto nos lleva al apartado de la pantalla. Tanto para el móvil como para la tableta nos encontramos con pantallas de gran calidad, aunque no al máximo nivel (especialmente cuando ASUS ya cuenta con tablets como la Transformer Infinity, con pantallas Full HD). La pantalla del smartphone es de 4.3 pulgadas y tiene una resolución de 960×540; la de la tableta es de 10.1 pulgadas y su resolución es de 1280×800. Estos datos no son en absoluto malos (la Galaxy Note 10.1 presenta una resolución similar). La responsividad y los ángulos de visión, en cualquier caso, son excelentes y ASUS ha incluido un modo para utilizarlo en exteriores que incrementa el brillo y permite una visualización cómoda incluso con mucha luz externa.

Accesorio teclado

En lo que respecta a las cámaras, el smartphone cuenta con una frontal y otra posterior de 8 MPx, con capacidad para grabar vídeo a 1080p. Estas cámaras son las mismas que utiliza la tableta: un agujero en la parte posterior nos permite utilizar la trasera, mientras que la cámara frontal funciona a través de la lente de la propia tablet. Aunque probablemente no sea el aspecto en el que más destaque este dispositivo, la calidad es correcta y su funcionamiento en condiciones de escasa luz se podría considerar por encima de la media.

Por último, aunque pueda resultar un detalle menor, es bastante destacable la calidad de sonido que se consigue con el smartphone acoplado a la estación dock, que cuenta con sus propios altavoces, por lo que resulta un accesorio muy útil para disfrutar de la reproducción de música y vídeo.