Galaxy Book 12

Valoración: 9 de 10

Valoracion 9 de 10

Samsung había llevado ya a las tiendas este año la que probablemente es la mejor tableta Android hasta la fecha, la Galaxy Tab S3 pero está claro que ahora mismo el sector en expansión es el de las tablets Windows, y más concretamente el de equipos profesionales híbridos. Para lograr la conquista de este nuevo territorio, ha lanzado ahora esta Galaxy Book 12.

No es que sea la primera incursión que  hace en el terreno de las tablets Windows, ya que esta Galaxy Book 12 llega como relevo de la Galaxy TabPro S, e incluso en los tiempos de Windows 8 entró ya en la competición con su Ativ Smart. La tablet que nos ha presentado este año, no obstante, es la que más posibilidades tiene de dar caza a las Surface.

samsung galaxy book 12

Hay que especificar que la Galaxy Book se presentó en dos tamaños, y que también podemos hacernos con un modelo de 10.6 pulgadas, con procesador Intel Core m3 que, de hecho, puede ser una alternativa interesante al nuevo iPad Pro 10.5. El que se tiene que batir el cobre con las grandes referencias entre las tablets profesionales, no obstante, es el de 12 pulgadas y no le faltan argumentos para ello.

Diseño

El primer apartado en el que es fácil apreciar la mejora respecto a la Galaxy TabPro S es el de diseño, y eso que las líneas han cambiado muy poco o nada: esquinas redondeadas, frontal limpio y marcos relativamente gruesos para lo que estamos acostumbrados a ver en las tablets Android y el iPad (el ratio pantalla/tamaño no llega a un 74%), pero esta estética un poco más de portátil es lo normal en los híbridos Windows y una superficie de agarre algo se agradece cuando la sostenemos en las manos.

¿Qué es lo que ha mejorado entonces? Es una cuestión principalmente de materiales, porque su predecesora llegaba ya con un perfil metálico, al estilo del Galaxy S7, pero en la parte de atrás seguía predominando el plástico, lo que no dejaba de ser un pequeño borrón en una tablet tan elegante y con tan buenos acabados, y la dejaba un paso por detrás de algunos de sus principales rivales.

Samsung ha abandonado el plástico en sus tablets de gama alta este año, sin embargo, y si ya veíamos que la Galaxy Tab S3 lucía una espectacular cubierta de cristal, la Galaxy Book 12 llega con la casi obligada carcasa metálica y deja de tener que envidiarle a las competidoras en ese sentido. Su aspecto es realmente bueno: ya no queda ni la más mínima duda de que estamos ante un dispositivo premium.

Accesorios

Aunque la gracia de los híbridos frente a los portátiles es precisamente que también los podemos usar como tablets, con mayor libertad y comodidad, es cierto que los accesorios son un apartado fundamental en ellos, sobre todo de cara a sacarles el máximo partido a la hora de trabajar, y este es un punto en el que la Galaxy Book 12 aprueba con nota.

A pesar de que muchos van a echar de menos que no cuente con un soporte trasero (o kickstand) tipo Surface, que son más estables y nos dan un mayor ángulo de inclinación, hay que decir que la nueva funda-teclado de la Galaxy Book 12 es un claro avance respecto a la del año anterior, sobre todo porque ahora tenemos dos puntos más en los que apoyarla. Aún así, e incluso considerando que tener más opciones es siempre de agradecer, la posición óptima para usarla en una mesa sigue siendo la que ya nos ofrecía el modelo anterior.

El sistema de acoplamiento es magnético y, por tanto, muy sencillo de utilizar. Debemos destacar, sin embargo, que a veces cuesta un poco encontrar el punto de apoyo correcto, y hay que asegurarse de que lo conseguimos para tener la estabilidad necesaria. Una vez está bien colocado, eso sí, y sobre las distintas superficies en que lo hemos podido probar, se utiliza muy cómodamente.

Por lo que respecta al teclado en sí, no podemos hacer más que valoraciones positivas: queda conectado automáticamente, no hay que cargarlo, ofrece un tacto agradable, las teclas son de tamaño completo, tienen buen recorrido, son muy responsivas y hay suficiente espacio entre unas y otras. No se nota diferencia al pasar de un portátil a la Galaxy Book 12, en este sentido. Otro detalle que se agradece y que no teníamos en el teclado de la Galaxy TabPro S: es retroiluminado.

Incluso si el teclado es un elemento fundamental en una tablet profesional, uno de los detalles en los que la Galaxy Book 12 brilla frente a sus rivales es el S Pen: Samsung se ha decidido a incluir su stylus oficial justo en el momento en el que Microsoft decide dejar de hacerlo y con ello se ha anotado un tanto interesante. Por supuesto, es la última versión, con 4096 niveles de presión y una punta más fina de 0,7 mm.

Dimensiones

Ya hemos comentado que con los híbridos Windows por ahora no vamos a lograr la misma sensación de esbeltez ni ese aprovechamiento del espacio que se puede lograr en dispositivos iOS y Android. Si tenemos eso en cuenta, podemos apreciar que sus dimensiones son en realidad bastante reducidas para un dispositivo de sus características: su tamaño es de 29,12 x 19,98 cm, su grosor es de 7,4 mm y pesa 754 gramos.

En este apartado es probablemente en el único en el que vemos que no sólo no ha habido mejoría respecto a la Galaxy TabPro S sino que quizá se ha dado un pequeño paso atrás. Este ha sido muy pequeño, en cualquier caso, y si bien es cierto que la Galaxy Book 12 no llega a los extremos de esbeltez que alcanzaba su predecesora y muy pocas tablets más (la MateBook, únicamente), a cambio sentimos que tenemos un equipo más potente.

Además, incluso si ha engordado ligeramente, este es un punto en el que sigue estando por delante de la mayoría de sus principales rivales y, sin duda, hay que darle una buena nota en manejabilidad: para lo grande que es su pantalla se utiliza con comodidad y no resulta demasiado pesada.

Puertos y elementos externos

Los puertos que nos ofrece la Galaxy Book 12 es al mismo tiempo uno de sus puntos fuertes y uno de sus puntos débiles: por un lado tenemos dos puertos USB tipo C, y eso es un reclamo importante en medio de la polémica sobre por qué Microsoft no ha incluido ninguno en su última Surface; por otro, no hay puertos USB tipo A ni conexión HDMI. En un dispositivo que pretende reemplazar a un portátil, es cierto que eso se echa un poco de menos.

Empezando por el frontal, ya hemos comentado que queda totalmente limpio, sin ningún tipo de botón home físico. Sólo tenemos el logo de Samsung, centrado en la parte inferior de la pantalla, y la cámara frontal junto con el sensor de luz, en la misma posición pero sobre ésta.

Los altavoces se han ubicado en los perfiles laterales (partiendo de la posición paisaje, en horizontal), en la parte superior de los mismos, que es la mejor opción de cara a lograr una buena experiencia de audio. Ahora, en el izquierdo, aparte, ya sólo tenemos la ranura para tarjeta micro-SD (se ha eliminado el botón de inicio de la Galaxy TabPro S, que es una decisión que nos parece correcta).

En el perfil superior no ha cambiado nada y es donde seguimos teniendo situados tanto los micrófonos como el botón de encendido y las teclas para subir y bajar el volúmen. Es una posición bastante accesible y cómoda, independientemente de cómo la estemos utilizando (si la sostenemos en posición retrato, en vertical, nos quedan arriba a la derecha).

A lo largo del perfil derecho tenemos, como decíamos antes, en la parte superior uno de los altavoces, y más abajo los dos puertos USB tipo C, uno al lado del otro. Ya casi en la esquina el puerto jack para los auriculares.

En el perfil inferior lo único que encontramos, como es lógico, es la conexión dock para acoplar el teclado.

Para terminar, en la parte trasera, lo único que tenemos es la cámara principal que, al igual que sucedía en el modelo anterior, al ser una tablet tan fina sobresale ligeramente. Debajo de ella podemos ver el logo de Samsung, en color plateado, a juego con el tono de su carcasa metálica.

Pantalla y multimedia

A pesar de que esta, como el resto de las tablets Windows de gama alta, se venden como dispositivos para trabajar, es indudable que uno de los grandes atractivos de la Galaxy Book 12 es su potencial como dispositivo multimedia, y eso se debe en buena medida a la calidad de las pantallas AMOLED de Samsung.

Su tamaño es de 12 pulgadas y su resolución es de 2160 x 1440, lo que nos deja con una densidad de 216 píxeles por pulgada, que es lo habitual en tablets de estas características. Lo mismo sucede con la relación de aspecto que utiliza, que es la 3:2, un punto intermedio entre el 4:3 del iPad o la Galaxy Tab S3 y el 16:10 de las tablets Android clásica, que busca (y en nuestra opinión consigue) ofrecer un buen equilibrio entre lectura y reproducción de vídeo.

La Galaxy Book 12 cumple de sobra con las expectativas en este sentido, incluso si no ha habido ninguna mejora de calado respecto a su predecesora, porque aquélla ya brillaba en este apartado: los negros de las pantallas AMOLED son siempre espectaculares, los colores son vibrantes, los niveles de contraste y saturación excelentes y los niveles de brillo son lo suficientemente buenos como para ofrecer una gran experiencia incluso en exteriores.

Para acompañar a este fantástica pantalla tenemos además un audio excelente, un apartado en el que Samsung ha mejorado enormemente en los últimos tiempos, incluso si aquí no tenemos altavoces firmados por Harman Kardon como en la Galaxy Tab S3. El sonido es potente, sin distorsiones incluso con el volumen al máximo y la ubicación de los altavoces, como ya habíamos apuntado, es perfecta para conseguir un efecto estéreo.

Rendimiento

Una de las diferencias importantes entre la estrategia de Samsung y la de la mayoría de los demás fabricantes de tablets Windows, es que en lugar de ofrecer una miríada de configuraciones diferentes, para ofrecer lo que necesitan a usuarios medios y a otros con mayores exigencias de hardware, los coreanos han simplificado al máximo su oferta: podemos optar por el modelo de 10.6 pulgadas con Intel Core m3, pero si nos decantamos por el de 12 pulgadas el procesador será en cualquier caso un Intel Core i5. Lo único que podemos elegir es si acompañarlo con 4 o 8 GB de memoria RAM.

Este es un detalle importante a tener en cuenta, sobre todo a la hora de comparar precios con sus competidores, como veremos al final del análisis: el modelo básico de la Galaxy Book 12 no es comparable al modelo básico de la Surface Pro, está un escalón por encima. El salto de potencia que se ha dado con el procesador Intel Core i5 Kaby Lake (de dos núcleos y con una frecuencia de 3,1 GHz) queda bien claro cuando echamos un vistazo a los benchmarks. 

Empezando por el rendimiento de la CPU, en Geekbench vemos que obtiene 3816 puntos en las prueba de un solo núcleo (la Galaxy TabPro S marcaba 1193 puntos) y 7411 en la multinúcleo (frente a 4204 puntos). Por lo que respecta a las pruebas de navegación, consigue 1,195 n Kraken 1.1 y 29048 en Octane V2. En rendimiento gráfico, por último, también nos encontramos con resultados excelentes, con una puntuación de 22,97 FPS en el test Manhattan (37,31 FPS fuera de pantalla) y 53,03 FPS en el T-Rex (87,96 FPS fuera de pantalla).

En lo referente a la multitarea, el modelo que hemos probado nosotros es el que llega con 4 GB de memoria RAM y, en caso de que alguien tenga dudas de si se queda corto o no en dicha parcela, tenemos que decir que nuestra experiencia en este sentido ha sido perfecta, sin ninguna señal de que llegara a sobrecargarse por muchas aplicaciones que tuviéramos abiertas al mismo tiempo, y con transiciones de lo más fluidas entre unas y otras.

Software

Contar con todas las posibilidades que abre Windows 10 en una tablet es sin duda lo que va a llevar a la mayoría a interesarse por este equipo y, como ya hemos visto en el apartado anterior, a la Galaxy Book 12 no le faltan los recursos para que podamos exprimir su potencial con aplicaciones de cierto nivel de exigencia en hardware.

Es de agradecer también que Samsung se haya moderado bastante a la hora de instalar contenidos propios, y al margen de unos cuantos juegos que vienen pre-instalados, sólo encontramos tres aplicaciones específicas de Samsung: Samsung Notes, pensada para sacar partido del S Pen; Samsung Flow, que nos permite compartir contenidos y tener conectados de forma fácil y rápida nuestros dispositivos Samsung; y los ajustes Book, donde se nos ofrecen algunas opciones de configuración extra relacionadas con el S Pen y la pantalla AMOLED.

Y ya que mencionamos al S Pen, no podemos dejar de comentar que este es precisamente el apartado en el que brilla: la integración con el software propio de Samsung, unido a las funciones para stylus propias de Windows 10, hacen que, si quizá no sea el instrumento más potente para el dibujo y el diseño gráfico, al menos sí que lo sea probablemente como herramienta de trabajo para un usuario “normal”.

En este sentido, merece una mención especial el hecho de que la tablet cuente con soporte para Air Command. Ya sabéis que dicha función nos ofrece, simplemente acercando el S Pen a la pantalla y presionando el botón, un menú con diferentes utilidades para el puntero. Precisamente en ajustes Book podemos elegir que se active esta opción o que lo haga Windows Ink.

Capacidad de almacenamiento

En lo que respecta a capacidad de almacenamiento, tenemos dos alternativas: una de 128 GB y otra de 256 GB. Hay que tener en cuenta, no obstante, que esta decisión la tenemos que tomar de forma conjunta con la de la memoria RAM, porque Samsung lo que ha hecho es agrupar las configuraciones básicas en estos dos apartados en dos modelos diferentes.

Y, como siempre, tenemos que tomar en consideración también el espacio que consume Windows 10 y las demás aplicaciones que vienen instaladas. En nuestra unidad de prueba, vemos que de los 128 GB iniciales nos quedan disponibles 78,8 GB. Pero ya hemos mencionado que tiene ranura para tarjeta micro-SD (de hasta 256 GB), en caso de que se nos queden cortos.

Conectividad

El modelo de 8 GB y 256 GB un importante extra, que es conexión 4G LTE Cat 6, de la que no tendremos la opción de disfrutar si nos decantamos por la variante de 128 GB. Por supuesto, los dos tienen conexión WiFi con soporte para todas las bandas habituales y las demás opciones de conectividad de presencia obligada: Tethering, Bluetooth 4.1, Sensor de luz, GPS, Glonass.

Autonomía

A pesar de que la capacidad de la batería es algo menor incluso que la de la Galaxy TabPro S, 5070 mAh, Samsung ha conseguido seguir avanzando en el apartado de autonomía, que es una de las cuestiones en las que incluso las mejores tablets Windows no terminan de brillar, aunque ya sabéis que lo que nos dure a cada uno una carga siempre es algo que va a depender un poco de nuestros hábitos.

Para dar una referencia un poco objetiva que os pueda servir a vosotros para estimar lo que podéis esperar de ella, os podemos decir que en una prueba reproduciendo vídeo en streaming de forma continuada con el brillo fijo al 50%, la Galaxy Book 12 resistió más de 7 horas, una cifra bastante buena para una tablet de estas características. Teniendo en cuenta que conserva muy bien la energía en reposo, con algunas pausas no deberíamos tener mucho problema para poder pasar todo el día fuera con ella.

Ayuda también el hecho de que cuente con carga rápida, como su predecesora, aunque en nuestra experiencia tardó algo más de las tres horas que estima Samsung en volver a tener una carga completa partiendo de cero (más cerca de las tres horas y media).  

Cámaras

La controversia respecto a la necesidad de contar con buenas cámaras en nuestras tablets nunca desaparecerá, pero sea como sea, está claro que por lo que respecta a la gama alta, y en esto nos da igual el sistema operativo, en el último año hemos visto que ha vuelto la carrera por sumar megapíxeles. No es de extrañar, por tanto, que la Galaxy Book 12 ahora cuente con una cámara principal de 13 MP, como la de muchos smartphones.

La cámara frontal, por su parte, se ha mantenido en 5 MP, pero es más que suficiente para cubrir nuestras necesidades y nos permite realizar vídeollamadas y hacer selfies con una calidad de imagen bastante notable.

Precio y conclusiones

El modelo estándar de la Galaxy Book 12, con 4 GB de RAM, 128 GB de almacenamiento y conexión Wi-Fi, se ha puesto a la venta por 1229 euros, mientras que la versión con 8 GB de RAM, 256 GB de almacenamiento y conexión 4G llegará a los 1629 euros. Como decíamos en el apartado de rendimiento, no hay que perder de vista a la hora de compararlo con los precios de sus rivales que en ambos casos tenemos un procesador Intel Core i5, y que no hay un modelo inferior con Intel Core m3, que es al que corresponde el precio mínimo de sus competidores. Aún más, a la hora de valorar la relación calidad/precio de la Galaxy Book hay que tener presente que el S Pen y el teclado vienen incluidos.

En contra

A pesar de las muchas mejoras que ha introducido respecto a su predecesor, hay aún algunos detalles en los que podría mejorar aún más si es que de verdad aspira a sustituir a un portátil, como debería hacer una tablet Windows de este nivel: la funda-teclado tiene muchas virtudes, pero no es la solución más brillante que hemos probado en términos de estabilidad y ángulos de inclinación. También se agradece tener dos puertos USB tipo C, pero se echa de menos tener alguna otra opción. Mejoras en autonomía serían igualmente bienvenidas, pero aquí sí que no hemos probado aún otra tablet similar que pueda presumir de hacerlo mejor.

A favor

Además de un sustituto capaz de un portátil a la hora de trabajar, la Galaxy Book 12 es un excelente dispositivo multimedia, donde brilla por encima de todo la calidad de imagen de su pantalla. Puede parecer por otro lado, una opción cara, pero si tenemos en cuenta el nivel de su hardware y el hecho de que llega con los accesorios incluidos (funda-teclado y S Pen), vemos, al contrario, que es una de las tabletas Windows 10 en su rango con mejor relación calidad/precio del momento. Tampoco está de más la opción de conseguirla con conexión 4G (algo que aún falta en otros casos) y siempre se agradece un diseño tan cuidado como el suyo.