Aunque para muchos usuarios es una delicia que Google haya facilitado el acceso al programa de desarrollo de Android N, e incluso utilice un sistema de OTAs para ir distribuyendo las nuevas versiones beta de la versión, es complicado saber si tal vez hemos sido demasiado entusiastas a la hora de manejar esa información (los medios debemos ser autocríticos) y no hemos advertido lo suficiente sobre sus riesgos.
En el lenguaje informático, una beta es sinónimo de «debería funcionar más o menos todo, pero es casi imposible que no encuentres algún bug». Instalar Android N en uno de los Nexus o en la Pixel C supone, hoy por hoy, aceptar que el sistema que vamos a tener no es tan estable como lo es Marshmallow y que si utilizamos ese terminal para el día a día, tal vez intentar funcionar con un producto en pruebas no sea la mejor idea.
¿Cuáles son los problemas más frecuentes?
Dejando a un lado los diferentes bugs que puede tener una beta, Google tal vez ha cometido un error de bulto: abrir el proyecto a usuarios que no han «trasteado» nunca con un terminal puede ser algo irresponsable. El proyecto para enviar las OTAs a aquellos que se prestaran al programa de desarrollo, marcaba una posibilidad muy clara: «si no te apetece seguir con Android N, te volvemos a enviar Marshmallow». Pues bien, parece que intentar volver a la última versión estable ha bloqueado el terminal de muchos usuarios dejándolo inservible.
Fallo importante de los de Mountain View, puesto que afirma que el programa es para desarrolladores y entusiastas de Android, pero en ningún punto se comenta que deban tener unas mínimas competencias técnicas. Todo lo contrario, la cosa parece demasiado fácil. A partir de ahora, debemos recomendar que liberéis el bootloader de vuestro smartphone o tablet antes de pasados a la beta de Android N. Si no tenéis los conocimientos necesarios para llevar a cabo este proceso, pensad que se os pueden complicar las cosas.
¿Por qué liberar el bootloader? ¿Es irreversible el brick?
Liberar el bootloader de un terminal es un seguro de vida: sabemos que si la ROM vayamos a instalar falla, siempre podremos flashear otra. Hará falta «forear» un poco para (dependiendo de nuestro modelo) poder instalar nuevamente algo estable, sin embargo, no será una tarea demasiado complicada.
A la segunda pregunta, debemos responder que no. Ningún brick es irreversible, pero en caso de que hayamos liberado el arranque, desenladrillar será mucho más sencillo. De otra manera, requeriremos de conocimientos un tanto especializados o de información a veces complicada de encontrar y entender. Si estamos hablando de nuestro terminal para el día a día, es muy posible que no podamos permitirnos el lujo de disponer de todo el tiempo que requerirá devolverlo a la vida.
Buen post, un poco inexperto me aventure a inscribir mi Nexus 6 en el programa de betas de google, y la segunda preview de android N, hacia que la batería del celular se acabará de forma absurda ,aparte que de calentaba casi que hasta 50°C. Intenté restablecer los ajustes de fabrica y al hacerlo lo pasaba del logo de google. Menos mal logre flashear la ROM oficial de 6.0.1 de nuevo