Al sentido común salta que en China hay más demanda de la que se puede atender. Hay todo un mercado negro de productos de Apple sustraídos en algún punto de la cadena de distribución que acaban en revendedores no autorizados. Hay muchas tiendas en pequeñas ciudades que quieren tener aires de una oficialidad que Apple no les ha reconocido.
El desastre puede ser mayor cuando se desate la fiebre con el próximo lanzamiento del iPad en China después de que se resolviera el caso con Proview Technology de Shenzhen por el uso del nombre iPad en China, tras el pago de 60 millones de dólares.
A día de hoy Apple tiene dos tiendas en Pekín, tres en Shanghai y una en Hong Kong. Portavoces del gobierno chino dijeron el mes pasado que la compañía está planeando abrir tiendas en dos grandes ciudades como son Chengdu y Shenzhen.
En el estado de Pennsylvania, con 12,7 millones de habitantes, hay 8 Apple Stores, entre ellas tres en la ciudad de Pittsburg. China tiene 6 con una población de 1.300 millones de personas. Ésto significa un Apple Store por cada 216 millones de chinos.
Esto es el escenario perfecto para el contrabando y los puntos de ventas no autorizados. Estos sitios pueden provocar malas experiencias al cliente que al final inciden a la imagen del servicio y a la confianza del cliente en los productos, como señala David Wolf, dirigente de una consultora de Beijing, Wolf Group Asia. Esta carencia, afirma, puede afectar no sólo a las ventas a corto plazo sino a la sostenibilidad del éxito de Apple en China.
Aunque los productos de Apple se pueden comprar online, a muchos consumidores les gusta probarlos antes y esto provoca los colapsos en las tiendas. Como reconocía el Jefe Financiero de Apple en el octubre pasado, las tiendas de China están entre las que más beneficios proporcionan a la compañía.
Ya hubo incidentes con el lanzamiento del iPhone 4 en China donde se tuvieron que cerrar las tiendas, y suspender la venta por esos días, por cuestiones de seguridad al no poder atender a tanta gente y en ese estado de cólera por la larga espera.
Estamos ante un mercado en el que cada vez hay más competidores de firmas internacionales y también chinas que crecen a bastante velocidad, como Huawei o ZTE Corp. Si bien, puede que la responsabilidad por esta lentitud a la hora de abrir tiendas no recaiga del todo en Apple y tenga algo que ver también con el gobierno y la burocracia chinos y su proteccionismo.
Fuente: Reuters.
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