Esto provocó un retraso sensible en la introducción de iPad en el mercado chino, algo que de haberse extendido más en el tiempo podría haber causado un gran daño a la compañía americana por la pérdida de oportunidades y de posición en el mercado por todos los lanzamientos que sus competidores están haciendo.
Proview tendrá que utilizar los 60 millones de dólares para resolver su situación de bancarrota total, aunque su abogado ha manifestado que no será suficiente. Ésta fue la cifra fijada en la carta de mediación emitida por la Corte Popular Suprema de la provincia de Guangdong y que Apple ingresó en la cuenta de la compañía china inmediatamente.
La disputa se había centrado en si Apple realmente adquirió el nombre iPad en China cuando compró los derechos en varios países de la zona a una empresa afiliada a Proview en Taiwán por 35.000 libras británicas. En el pasado diciembre, los juzgados chinos dijeron que Proview, que había registrado el nombre en 2001, no está obligada por esa compra a pesar de formar parte de la misma compañía.
Con esta resolución se abre un escenario ideal para que Apple pueda introducir también en China el esperado iPad 3, o Nuevo iPad, aunque sea con retraso, ya que la Agencia de Certificación de Equipamiento de Telecomunicaciones de China ya aprobó su venta en mayo. Con sus ventas se espera se sobrepase sin problemas los 60 millones pagados.
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