En su inalterable trayectoria hacia la exclusividad, los de Cupertino se diferenciaron desde sus inicios incluso en algo tan secundario como el cableado. Utilizar sus propios conectores les da un mayor control de qué tipo de accesorios fabricados por terceras empresas salen para sus dispositivos. Los puertos Lightning, al igual que los de 30 pines, llevan un pequeño procesador que se ocupa de verificar que el cable o accesorio está certificado por los de la manzana. Muchos analistas dicen que aquí está la clave, que las empresas tienen que pagar por esta certificación y eso le da muchos ingresos a Apple.
Otros analistas apuestan por la calidad superior de Lightning al universal micro USB que utilizan los dispositivos Android y Windows. El de Apple transfiere los datos a mayor velocidad que otros sistemas y se puede insertar sin prestar atención a la orientación del conector.
A modo de concesión, pero también de lucrativo negocio, Apple vende adaptadores para cables más tradicionales como el micro USB, HDMI e incluso lector de tarjetas SD. Los precios son tan altos que muchas terceras empresas hacen alternativas más económicas pero con resultados muy variados en cuanto a calidad.
La votación que tuvo lugar el otro día sólo expresa la voluntad de la Comisión para que los conectores se estandaricen. Los problemas para Apple podrían llegar si llega a convertirse en ley, algo improbable pero no imposible. El tema se seguirá tratando en las instituciones europeas con reuniones que decidirán cuál es el camino a seguir.
Fuente: Daily Mail
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