Según esta información los secretos laboratorios de Cupertino ya estarían dedicándole un buen espacio a este proyecto en el que una centena de diseñadores, ingenieros, creativos de marketing y programadores trabajan codo con codo para traer un dispositivo que ya ha sido unas cuantas veces amagado. Muchos de esos profesionales ya han estado trabajando en la creación de algunos de los smartphones y las tabletas de la compañía americana.
El tamaño de este equipo nos da a entender que la fase de experimentación ya habría acabado y que estaríamos ante una fase más relacionada con pulir el producto.
Parece ser que la idea un aparato de pantalla flexible es la que ha ganado tras las pruebas.
Muchos analistas ya han dado su opinión o sumado al debate informaciones filtradas de otras fuentes. Los objetivos de este producto según esas voces referenciales serían principalmente dos.
En primer lugar, generar un producto rompedor que se convirtiera en nueva referencia para reivindicar el liderazgo en innovación de Apple ahora que otras compañías como Samsung y Google andan pisándoles los talones.
En segundo lugar, explorar el campo de los ordenadores de vestir. Este no sería el único ejemplo actual, ya que también tenemos las gafas Google Glass. El reto en este sentido está en la adaptabilidad al cuerpo humano y en la autonomía de los aparatos. El primer reto tiene que ver con los materiales, pero informaciones anteriores sugieren que Corning y su cristal Willow Glass ya solucionarían eso, así como las pantallas flexibles que hemos visto en más de una ocasión. El segundo aspecto es el más complejo. Alargar la vida de los dispositivos móviles de una forma realmente significativa es algo que nadie ha conseguido y que quizás deberá utilizar otra forma de recarga. Aprovechar la energía generada con el movimiento o con el pulso del usuario podría ser un punto de partida.
Fuente: Bloomberg
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