Microsoft está muy cerca de darse un patinazo brutal con Surface. Su primer modelo más modesto no tuvo la acogida que esperaban y el segundo va a entrar a la pelea con mucho miedo en el cuerpo. Es normal que Microsoft quiere tener socios en el futuro para lanzar nuevas tabletas con sus sistemas operativos móviles pero fabricadas por gente con experiencia, por eso ha llegado a una alianza con dos marcas fabricantes que tienen ya mucho experiencia en esto: Acer y Asus.
Además del lanzamiento de Surface Pro, como cura a una caída fuerte, ya se habla de tres nuevos modelos de esta tableta firmados por Microsoft para 2013. Aún así, es importante llegar a acuerdos de colaboración con compañías que le puedan ayudar. Acer se ha unido, después de Asus, al Integrated Development Program (IDP). En este programa también están fabricantes de chips como Texas Instruments y NVIDIA pero no otros fabricantes de ordenadores.
La idea de este programa es cooperar para la producción de nuevo hardware. Las dos marcas taiwanesas podrían cooperar con la empresa americana en dos direcciones.
La primera, para sacar productos basados en los sistemas operativos de los de Redmond que tengan características parecidas pero con diferencias a Surface. Por eso, se les ha pedido específicamente que valoren la posibilidad de tabletas de 7 pulgadas. Tanto Asus con Nexus 7 como Acer con algunas de sus Iconia Tabs saben bastante del asunto.
La segunda, que planteamos desde aquí. Visto el fiasco de estas tabletas iniciales de Microsoft, estas marcas podrían fabricar nuevos modelos de Surface al estilo de lo que la propia Asustek, LG y Samsung han hecho con Google en los distintos modelos Nexus. Quizás Microsoft fue demasiado ambicioso y debió contar con la experiencia de fabricantes para sus primeros proyectos, ahora es posible rectificar.