Cuando hablamos de tablets y smartphones procedentes de todo el mundo, a veces hacemos hincapié en que Europa también es una potencia tecnológica aunque la mayor parte de los terminales que utilizamos cada día, vengan de los países asiáticos de la mano de firmas como Samsung, LG, Huawei, Xiaomi y muchas otras. Dentro de los países del Viejo Continente que son capaces de albergar marcas que en los mercados internos tienen una buena acogida, nos encontramos a España. La aparición de los nuevos formatos portátiles ha creado un contexto propicio para el nacimiento de un puñado de compañías que intentan hacer frente a las más grandes y que tienen sus luces, pero también sombras que pueden acabar con ellas en cuestión de días.
En las últimas horas, hemos conocido el escándalo de Zetta. Esta empresa, que pretendía situar a Extremadura en el mapa de la electrónica de consumo nacional, presuntamente habría estado comercializando smartphones chinos camuflados bajo la llamativa imagen de una bellota mordida y cambiando algunos componentes de los mismos sin autorización. A continuación, os contamos más sobre esta compañía que sin embargo, no es la única que ha generado serias dudas sobre su credibilidad y los propios modelos que ha lanzado al mercado. Con casos como este, ¿Es posible que España pierda posiciones y las marcas con sede aquí lo tengan más complicado para competir?
Una historia breve, pero convulsa
Zetta fue fundada hace tan solo dos años por tres jóvenes residentes en Badajoz que pretendían sacudir el sector de la electrónica de consumo nacional mediante la venta de terminales en apariencia, diseñados en las dehesas extremeñas y que buscaba sumarse a otras ya existentes. Con una estrategia basada en la fabricación de modelos equilibrados tanto en coste como en prestaciones a primera vista, y por otro lado, utilizando como reclamo elementos identitarios de esta región, en cuestión de meses, los directivos de la compañía aseguraron que sus joyas de la corona estaban a la altura de los mejores. Su expansión fue rápida, ya que en 2015 llegó a tener 80 puntos de venta en toda España.
La serie Conquistador
Esta gama, que fue la mayor creada por Zetta, se componía de dispositivos de diversos tamaños que en el caso del mayor, de 5,5 pulgadas, ofrecía características como una memoria de 32 GB y unas cámaras que superaban los 16 Mpx. Esto sirvió a la marca extremeña a dar el salto a los medios de comunicación de la región, donde en un primer momento, se mostró como un referente tecnológico. Su precio rondaba los 280 euros y fue a través de la publicación de imágenes de esta phablet cuando empezaron a levantarse las sospechas sobre su gran parecido con algunos de los productos de Xiaomi.
La implicación de otros actores
El primer tirón generado por la firma fue tan grande, que el gobierno de la comunidad autónoma comenzó a interesarse por ella. Mostrada como una historia de éxito de jóvenes emprendedores en una zona muy afectada por la crisis económica, la revelación de más datos acerca del presunto fraude de la compañía habría sacado a la luz la concesión de subvenciones a la misma por cuantías que rondarían los 700.000 euros a lo largo de varios años.
La denuncia
Portales especializados como HTCManía, comenzaron a hacerse eco de las críticas de algunos usuarios hacia estos smartphones. Tras varios meses de seguimiento, se descubrió que en realidad, no se trataba de terminales propios de diseño español, sino que los creadores de Zetta, presuntamente se habrían dedicado a recibir los dispositivos desmontados y que ellos mismos podrían ser los que modificaban su aspecto gracias a la inclusión de papeles y adhesivos sobre la batería, o la creación de carcasas con la característica bellota que tanto eco ha generado. Posteriormente, tanto los foros como las organizaciones de consumidores pudieron comprobar que a primera vista, se tratarían de modelos de Xiaomi.
El caso murciano
A pesar de que Zetta esté ocupando informaciones en muchos medios nacionales, lo cierto es que no es el único presunto fraude que ha ocurrido en el sector de la electrónica de consumo española en los últimos años. En 2010, una compañía con sede en la comarca de Cartagena y que, a través de la apertura de varias franquicias por todo el sudeste peninsular, se dedicaba a actividades ilícitas bajo la tapadera de una empresa de telecomunicaciones y servicios para dispositivos móviles.
El futuro
A la espera de que se confirme totalmente si ha habido o no fraude por parte de Zetta por el uso sin autorización de los componentes fabricados por Xiaomi, a día de hoy, lo cierto es que hay serias dudas sobre el futuro de la compañía extremeña. Actualmente, desde Consumo tanto a nivel autonómico como estatal, se están realizando las comprobaciones necesarias para verificar la autenticidad de los terminales. Por otro lado, organizaciones de usuarios como FACUA, ya se están movilizando para que los compradores de alguno de los modelos de la Serie Conquistador puedan recibir el dinero pagado por estos terminales en caso de que lo deseen.
¿Creéis que estamos ante una situación que puede tener consecuencias en el prestigio tanto interno como externo de las tecnológicas españolas? ¿Pensáis que el tiempo ayudará a aclarar qué está sucediendo en Zetta actualmente? Para que podáis opinar vosotros mismos sobre si se está produciendo un fraude o no, tenéis disponible más información relacionada como por ejemplo, cómo son los últimos terminales de Xiaomi lanzados durante este año.