El iPad 2018 frente al iPad 2017
Empezamos haciendo repaso de lo que le diferencia respecto al modelo del año pasado, algo que os puede ayudar a decidir si os merece la pena renovar o no en caso de que fuera el vuestro o para valorar si compensa o no intentar aprovechar alguna de las ofertas que podáis encontraros en otros distribuidores para el modelo antiguo. Es importante, no obstante, tener en cuenta que el anterior iPad 9.7 se vendía por 400 euros y este se ha lanzado a partir de 350 euros.
Soporte para el Apple Pencil
Como podéis ver con detalle en el análisis en vídeo del iPad 2018, la gran novedad respecto a su predecesor es que el soporte para el Apple Pencil ha dejado de ser exclusivo del iPad Pro y ahora también se va a poder utilizar con él. Es cierto que estamos hablando de un accesorio de 100 euros, lo cual puede romper un poco la relación calidad/precio que nos puede interesar de este modelo en primer lugar. Por otro lado, hay que tener en cuenta que Apple ha ampliado su funcionalidad, y ahora se puede usar para anotar también en documentos en iWork, entre otras cosas.
Más potencia
No esperábamos que hubiera novedades en el apartado de hardware (por eso de que bajaba el precio), pero al final, las hubo y Apple ha hecho la actualización habitual de procesador que nos llega con cada modelo del iPad: así, en lugar del A9 del iPhone 6s, vamos a tener ahora en nuestras manos ya la potencia del A10 del iPhone 7. Es cierto que el actual iPad 9.7 iba ya bastante sobrado en el apartado de rendimiento frente al común de las tablets Android (con la excepción de la Galaxy Tab S3 y pocas más), pero su sucesor va a ampliar esta ventaja.
Muy similar en todo lo demás
Hay que decir que en lo demás, pocos cambios vamos a encontrar, por no decir que no hay prácticamente ninguno, a falta de comprobar si hay una diferencia real de autonomía y a favor de cuál de los dos en ese caso. Apple no suele hacer mención nunca a la memoria RAM, pero sería raro que la hubiera aumentado, y las dimensiones, las opciones de capacidad de almacenamiento y conexión y las cámaras serían las mismas.
El iPad Pro 2018 frente al iPad Pro 10.5
Las diferencias frente al iPad Pro 10.5 son mucho mayores, que es también lo lógico teniendo en cuenta que también la hay en el precio. ¿Merece o no la pena hacer esa inversión de casi 400 euros más que supone comprar la tablet estrella de Apple? Repasamos las principales razones (más allá de los 64 GB de memoria interna) para animarnos a hacernos con el modelo de más nivel.
Diseño más estilizado y mejor ratio pantalla/tamaño
Empezamos con un detalle relativamente pequeño, pero que aquellos que den más importancia a la estética pueden valorar: mientras que el iPad 2018 ha llegado con el diseño clásico de las tablets de Apple desde el iPad mini, en el iPad Pro 10.5 es fácil apreciar que se redujeron de forma notable los marcos frontales, con el resultado de que sin aumentar mucho sus dimensiones (24 x 16,95 cm frente a 25 x 17,4 cm) tenemos casi una pulgada más de pantalla y una proporción pantalla/tamaño bastante mejor (71,6% frente a 78,3%).
Una pantalla superior
No es sólo que vamos a disfrutar de una pantalla de 10.5 pulgadas, sino que en este apartado hay unas cuantas mejoras más a tener en cuenta. No la resolución, realmente, que es cierto que es más alta (2048 x 1536 frente a 2224 x 1668) pero sólo lo justo para mantener la densidad de píxeles en 265 PPI. Sí que hay mejoras, no obstante, en brillo, reflejos, etc. Además de eso, la pantalla del iPad Pro 10.5 sí que está laminada y llega con una espectacular tasa de refresco de 120 Hz que hace que las transiciones sean realmente suaves.
Mejores cámaras y sonido
Siguiendo con el apartado multimedia, no es sólo la pantalla lo que mejora sensiblemente con el iPad Pro 10.5, sino que también en audio vamos a notar bastante la diferencia, gracias a sus cuatro altavoces estéreo, un factor fundamental y a veces descuidado al elegir tablet. Menos importante para la mayoría, serán las cámaras, pero si somos de los que sí que las usamos, no está de más notar que en el modelo superior tenemos las del iPhone 7.
Un rendimiento aún más alto
Decíamos que el iPad 2018 da un salto de potencia frente a su predecesor, pero sigue estando lejos del iPad Pro 10.5, que en lugar del A10 monta el A10X, con un rendimiento todavía mejor. Con cualquiera de los dos vamos a ir más que sobrados para las tareas cotidianas, pero si vamos a someter a nuestra tablet a tareas más exigentes (trabajando con vídeo 4K, por ejemplo) o si queremos la máxima fluidez incluso con los juegos más pesados, el segundo es una opción claramente superior. Y no sólo eso, sino que también llega con el doble de memoria RAM (2 GB frente a 4 GB).
Smart Keyboard
Aunque el iPad 2018 ha ganado el soporte para Apple Pencil, parece que no va a contar con su propio Smart Keyboard y este es un accesorio al que muchos sacarían más partido en su día a día que en un stylus. Es una ventaja menor, en todo caso, ya que, después de todo, entre los mejores accesorios para el iPad 9.7 (que, en general, deberían seguir siendo válidos para el nuevo modelo), hay alternativas y más asequibles.
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