El núcleo duro de los desarrolladores de la comunidad se ha unido en un proyecto que busca llevar su nueva plataforma al máximo número de dispositivos posibles. De momento, su financiación ha venido de inversores privados que han juntado la suma de 7 millones de dólares para llevar el proyecto adelante.
Steve Koknik, Koushik Dutta y Kirk MacMaster son las caras más visibles de esta compañía. Sin embargo, prometen que la comunidad seguirá siendo fundamental.
El primer objetivo que se marcan es poder llevar su ROM a usuarios de todos los niveles. Para ello trabajan en un instalador para Windows a la vez que en una aplicación para Android que permita instalarlo con facilidad y sin conocimientos previos.
Estos usuarios básicos recibirían actualizaciones mediante OTA cuando los avances fueran estables. Mientras tanto, los usuarios avanzados y aquellos que forman parte de la comunidad podrán ir probando las nuevas funciones en sus fases iniciales de desarrollo y tendrán un control absoluto de su dispositivo como hasta ahora. Es decir, la filosofía open source no quedará atrás pero se eliminará la barrera del conocimiento para los usuarios de entrada.
El planteamiento es que lo instaladores y el nuevo OS sean absolutamente gratuitos, por lo que se desconocen cómo piensan financiarse. Una opción es a través de los fabricantes mediante contribución o colaborando para sacar terminales con el Cyanogen OS de serie. Esta última vía puede contar con la oposición de Google aunque habría maneras de salvarlo.
En las próximas semanas se espera que hagan más anuncios y que haya más luz sobre el futuro proceder de Cyanogen.
Fuente: Cyanogen
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