Tras la popularización de los denominados phablets se esconde una incógnita, especialmente en el caso de los mayor tamaño: Tener una pantalla de entorno a 6 pulgadas es una maravilla para los usuarios intensivos pero, ¿cómo de funcional resulta el tamaño en el día a día? Se trata de una pregunta un tanto compleja puesto que en ella intervienen diversas variables, sin embargo, vamos a tratar de abordarla, en la medida de los posible, tomando como referencia el Xperia Z Ultra.
en Internet han publicado un excelente artículo con sus sensaciones tras pasar un mes utilizando el Xperia Z Ultra de forma rutinaria. Este terminal tiene una pantalla de 6,44 pulgadas, lo que le ubica casi en el límite que separa dos tipos de dispositivos, y, de hecho, Sony ha explotado su vertiente tablet lanzando hace un par de semanas una versión sólo WiFi. Sin embargo, algunos consumidores consideran el formato un verdadero lujo para la experiencia diaria.
Diseño y manejabilidad
En este sentido, hay varios puntos del terminal a tener en cuenta. El primero de ellos quizá sea el contraste entre su amplia superficie y su escaso grosor, de tan sólo 6,5 mm. Así, su aspecto resulta muy estilizado y atractivo a la vista. Además, es factor que ayuda a interactuar con la pantalla a lo ancho de ésta.
Los puntos menos favorables los encontramos, primero, en el largo de terminal que presenta unos marcos inferior y superior bastante pronunciados y aunque faciliten la sujeción en modo apaisado, añade dificultades a su “portabilidad”. En segundo lugar, a pesar de que su carcasa trasera esté fabricada con vidrio endurecido, no es difícil rayarla en el uso diario.
Pantalla
Obviamente, suponemos que la mayoría de los usuarios que se planteen adquirir un dispositivo de este tamaño se verán fuertemente atraídos por su prominente pantalla. Es destacable al respeto que uno se habitúa rápidamente a las dimensiones del terminal y genera gestos y posturas para utilizarlo confortablemente.
La gran display del Xperia Z Ultra muestra su mejor versión en la navegación web, donde es perfectamente posible prescindir del zoom para visualizar los contenidos de forma apropiada. Como os podréis imaginar, la reproducción de vídeo también es tremendamente satisfactoria y el único defecto lo encontramos, probablemente, a la hora de utilizar el terminal en exteriores.
Rendimiento
Tanto en la sensibilidad táctil del panel como en la fluidez a la hora de navegar, la respuesta del Z Ultra es extraordinaria. El Snapdragon 800 acaba con todo indicio de lag o desfase de manera rotunda. Incluso a la hora de hacer pinch-to-zoom o al desplazarnos por los diferentes escritorios percibimos una gran suavidad en las transiciones gráficas.
La confluencia entre el SoC, la memoria RAM (de 2GB) y la multitarea optimizada de la gama Xperia Z son la clave de una experiencia de usuario envidiable en el plano funcional. También, gracias al tamaño de su Display, editar contenidos, combinar aplicaciones, copiar y pegar, etc. son procesos que pueden llevarse a cabo con gran comodidad, por tanto, el Xperia Z Ultra tiene un potencial productivo de que otros terminales más pequeños carecen.
La autonomía tampoco decepciona a pesar de que los 3.000 mAh puedan parecer escasos para el tamaño del equipo. Al menos, la 24 horas de una jornada completa quedan aseguradas aunque hagamos un uso intensivo del dispositivo.
Cámara
Quizá sea el punto más débil del Xperia Z Ultra y lo que puede echar para atrás al consumidor convencido del potencial de una gran pantalla. Su cámara no está a la altura de lo que Sony acostumbra: sólo tiene una resolución de 8 Mpx y ni siquiera cuenta con un flash. Los usuarios que lo adquieren normalmente piensan utilizarlo como su smartphone de uso diario. Una condición indispensable en tales equipos hoy en día es que ofrezcan una cámara de calidad, algo con lo que el Z Ultra no acaba de cumplir.