Es una polémica recurrente en el terreno de los dispositivos móviles: ¿por qué la autonomía de nuestros tablets y smartphones no mejoran tanto como la resolución de sus pantallas o la potencia procesadores? Bueno, la primera parte de la respuesta tiene es que precisamente porque la resolución de sus pantallas y la potencia de sus procesadores no deja de aumentar, se hace difícil mejorar su autonomía. La segunda parte de la respuesta, no obstante, es que, a pesar de las apariencias, sí que ha mejorado, aunque hay algo de truco en esta mejora y no es igual para todos los fabricantes. Os mostramos los resultados de un análisis que os lo va a demostrar.
La autonomía sí que ha mejorado desde 2011…
Empecemos por lo más básico: a pesar de que vivimos pendientes de las noticias de diversas líneas de investigación en tecnologías que prometen dispositivos móviles con el doble o el triple de autonomía (o incluso infinita, como nos contaban ayer mismo en Internet)y a pesar de lo mucho que nos quejamos de lo poco que se avanza en esta dirección en comparación la evolución constante y a velocidad vertiginosa que se ve en otras áreas, sí que ha habido una mejora clara desde 2011, como podéis comprobar en esta gráfica del estudio cuyos resultados nos muestra phonearena y, aunque todos los competidores van bastante parejos, es inevitable destacar a dos; por un lado, a Sony, que es el que más ha mejorado, empezando en desventaja al inicio del período y colocándose el primero al fin; por otro lado, a Apple, que comenzó dominando pero que progresivamente ha ido descendiendo hasta la mitad de la tabla.
… pero no tanto la eficiencia de los dispositivos
¿Podemos concluir de esta mejora de autonomía que sí que habido avances sustanciales en la eficiencia de los dispositivos en términos de consumo? Desafortunadamente, lo cierto es que más bien poco, por no decir que apenas nada, no al menos sin encontrar factores atenuantes como los que mencionábamos al inicio (pantallas con más resolución, procesadores más potentes). Como podéis ver en esta segunda gráfica, para la mayoría de los grandes fabricantes la tendencia ha sido positiva, pero no muy pronunciada y las mejoras de autonomía por cada mAh de capacidad de las baterías no han sido demasiado significativas. Llama la atención el caso de Apple para quienes la evolución, de hecho, ha sido negativa, con peores cifras en sus últimos dispositivos que en los primeros.
La clave: el aumento de tamaño de las pantallas
¿A qué se debe la mejora de autonomía entonces, si no es a un consumo más eficiente? Pues, lógicamente, si la evolución no está en el consumo, tiene que estar en el otro lado de la ecuación, la capacidad de la batería, y aquí es donde el auge de los phablets (hasta el punto de que ha habido que desplazar la frontera que los separaba de los smartphones convencionales de las 5 pulgadas a las 5.5 pulgadas) pasa a primer plano: lo que explica que tengamos dispositivos con más autonomía es simplemente que tenemos dispositivos con pantallas más grandes y, por tanto, también con más espacio para montar baterías de mayor tamaño y aquí necesitamos dos gráficas para que todo quede completamente demostrado.
Como podéis ver, en la primera lo que se puede comprobar es que vemos que todos los fabricantes han apostado sin excepción por incrementar la capacidad de la batería de sus dispositivos, destacando sobre todo Sony y LG en este sentido. Por si a alguien le quedaba alguna duda de que aquí está el secreto de las mejoras de autonomía que se habían mostrado inicialmente, la segunda gráfica es aún más clara: la relación entre la capacidad de la batería de los dispositivos y la autonomía de los mismos no sólo es directa, sino realmente fuerte. Llama la atención, en cualquier caso, que hay un fabricante que parece ser el que más partido es capaz de sacar por cada mAh más que le ofrece una batería y ese es ahora LG.
¿Qué hacer si nos preocupa la batería de nuestros dispositivos?
¿Qué podemos hacer si esta es una cuestión que nos importa especialmente? Por supuesto, podemos seguir esperando a que llegue a nuestros dispositivos al fin alguna de esas nuevas tecnologías que tan prometedoras resultan, pero hasta entonces, el camino es claro y no demasiado sorprendente: primero, elegir un smartphone o tablet que sepamos que da buen resultado en este sentido (os recordamos que tenemos a vuestra disposición un ranking con las tablets con mejor autonomía); segundo, tratar de ahorrar el máximo posible de batería (para lo cual tenemos también unos cuantos consejos para vosotros, ya sea Android, iOS o Windows vuestro sistema operativo); y, tercero, cuidar lo mejor posible la batería de vuestro dispositivo para evitar la degradación que normalmente suele acompañar a su uso, algo a lo que os pueden ayudar estas recomendaciones.