Aunque su tasa de adopción aún resulta exigua si la comparamos con otras versiones, y deprimente al confrontarlo con iOS, Lollipop ya lleva varios meses entre nosotros y ha dejado una sustancial impronta en aquellos que hemos podido convivir con él. El diseño material que trajo consigo significó la reestructuración estética más importante en Android desde ICS, añadiendo suavidad a las transiciones y comenzó maximizar márgenes hasta entonces desaprovechados del sistema.
Sin embargo, no hay tecnología perfecta y a pesar de que los cambios en general fueron positivos, también existen aspectos que no acaban de mejorar lo mostrado por sus predecesores. Sin ir más lejos, la autonomía de los equipos que actualizaron a Lollipop desde Kitkat, por lo general, no mejoró. Incluso en ocasiones dio un paso atrás. Una serie de cuestiones que parecían prometedoras, tampoco llegan resultar prácticas en el día a día y muchas otras que eran manifiestamente negativas, continúan intactas.
No obstante, sobre alguna de ellas tenemos la capacidad de operar.
Acaba con las notificaciones emergentes
Una de esas características que pintaban realmente bien eran llamadas notificaciones emergentes o flotantes, sin embargo, para muchos de nosotros se han convertido en elementos tremendamente disruptivos: si estamos manteniendo una conversación y salimos de ella mientras la otra persona escribe, nos saltará este aviso bloqueando la parte de arriba de la pantalla y no pemitiéndonos acceder al área de notificaciones con comodidad.
La aplicación Heads Off nos permite regresar al formato que se impuso en Kitkat. Bien es cierto que tal vez este tipo de ajustes debería poder realizarse dentro del sistema y no instalando software extra, pero hasta que Google sea consciente del asunto, la herramienta que os proponemos es la mejor forma de evitar la inconveniencia.
Evita que las aplicaciones descargadas aparezcan en el escritorio
Si Android, en su misma distribución y a diferencia de iOS o algunas personalizaciones como MIUI, está pensado para que en el escritorio aparezcan sólo aquellos iconos que utilicemos con mayor frecuencia o que necesitemos tener más a mano, mientras que a todo lo demás se accede mediante el cajón de apps, no llegamos a entender por qué funciona por defecto una función por la cual cada nueva aplicación que instalamos deja su icono en la pantalla de inicio.
Para evitarlo, vamos a la Play Store, desplegamos el menú de la derecha, entramos en ajustes y desmarcamos ‘Añadir icono a la pantalla de inicio’. Así de sencillo.
Deshazte de la localización constante
Google tiene la molesta manía de intentar tener controlados todos nuestros movimientos. No es algo demasiado apetecible y menos cuando la comodidad se ve alterada. Si dejamos nuestro Android tal y como viene predefinido por la compañía del buscador, tendremos todo el tiempo activado el GPS, cuando es algo que, salvo en contadas excepciones, ofrece una utilidad marginal y consume mucha batería.
En ‘Ajustes’ > ‘Ubicación’ podemos desactivar estas funciones. Cuando estemos perdidos o queramos dirigirnos a algún sitio a través del GPS, basta con desplegar el menú de ajustes rápidos y habilitar el pin ‘Ubicación’.
Selecciona las apps que mantienen la pantalla encendida
Hacer que la pantalla se apague sola pasado un tiempo es algo muy útil para el ahorro de energía especialmente en usuarios algo despistados. Sin embargo, a la hora de realizar algunas tareas que requieren uso medianamente prolongado, aunque no toquemos el equipo, puede resultar algo molesto. Pongamos por caso que estamos llevando a cabo una receta que hemos guardado en Pocket y tenemos las manos manchadas de comida. Andar encendiendo y desbloqueando la tablet cada vez que queramos consultar algún dato preciso no parece muy apetecible.
Caffeine nos va a permitir seleccionar aquellas apps con las que queremos mantener el dispositivo encendido mientras corran, para así poder leer tranquilamente sin cambiar la configuración de tiempo de auto-apagado, ni tener que estar tocando la pantalla o volviendo a encenderla a cada rato.