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Las ventajas de Windows 10 para ARM en tablets
Aunque está llegando también a portátiles convencionales, a priori el concepto de Windows 10 para ARM parece especialmente pensado para tablets, un tipo de dispositivo en el que la movilidad es una seña de identidad y un factor mucho más importante. Y las ventajas en las que más énfasis se está poniendo con estos nuevos dispositivos tienen que ver sobre todo con ella: más autonomía y conexión a internet en todo momento.
Pero la base de todo está en que para disfrutar de ellas no vamos a tener que sacrificar nada de lo que esperamos de una tablet Windows convencional, lo que significa que podemos correr cualquier aplicación x86 de la Windows Store. Lógicamente, las más exigentes no van a ir tan fluidas (pero esto sucede ya con los dispositivos con un hardware más limitado en cualquier caso), pero sin ningún tipo de problema con las más ligeras y de uso más cotidiano para la mayoría (Office y demás).
HP Envy x2 y Miix 630: las primeras tablets Windows con procesadores Snapdragon
Las dudas surgen, no obstante, cuando echamos un vistazo a las primeras tablets que llegan ya con Windows 10 para ARM, y no porque no sean dispositivos de nivel o nos dejen malas sensaciones por sí mismos, al contrario: es cierto que les faltan algunos detalles (de diseño y relativas al apartado multimedia, por ejemplo) para poder competir cara a cara con la Surface Pro, pero en muchos apartados sí que están a la altura.
La cuestión es precisamente que, al revés, las dos llegan con unas especificaciones técnicas que, procesador aparte, no difieren tanto de los modelos más básicos de la gama alta y media-alta, lo que significa que tampoco su precio es demasiado distinto: cuando se presentó la Envy x2 no se dieron datos sobre su precio, pero sí lo hemos conocido para la Miix 630 y asciende a 800 dólares (y puede que al traducirse a euros aún suba algo más), lo que la sitúa en un rango similar al de la Miix 520, con un procesador Intel i3 como mínimo.
¿Es el precio un factor clave?
Por supuesto, hay que insistir en que el énfasis con Windows 10 para ARM no se ha puesto en ningún momento en el precio, sino en la autonomía y la conectividad, pero es inevitable esperar que un software adaptado a un hardware más limitado pudiera servir para empezar a ver más tablets Windows sólidas con precios más asequibles. Pero, de nuevo, es que las tablets que hemos visto sólo difieren realmente en el procesador.
De hecho, entre los dispositivos que ha llevado HP al CES 2018, nos hemos encontrado con una versión de la Envy x2 con procesador Intel, con una versión LTE para los que necesiten realmente tener una conexión constante e independiente en su tablet y con estimaciones de autonomía que tampoco parecen quedarse tan lejos de la versión con Snapdragon, con 15 horas de uso (al margen de que habrá que comprobar la realidad de ambas).
Pendientes de su evolución
En todo caso, estamos haciendo unas primeras reflexiones a partir de un par de dispositivos que ni siquiera han pasado aún por pruebas de uso real y análisis independientes, de modo que todo lo dicho no es más que una mera aproximación al debate. Habrá que esperar para ver qué otras tablets de este tipo se van presentando, con especial atención a la que podría lanzar Microsoft (aunque teniendo en cuenta que se supone que llegaría ya con un Snapdragon 845 y que estaba en una fase temprana de desarrollo hay que suponer que no va a debutar en un futuro próximo). En el otro lado, también habrá que ver si las opciones para hacerse con una tablet Windows 4G siguen creciendo.
Al margen de que la oferta se vaya ampliando podamos comprobar que acaba siendo más variada de lo que vemos por ahora, también será interesante ver cómo se comportan estas tablets en comparación con las que montan procesadores Intel, tanto en rendimiento como en autonomía. El hecho de que haya dos versiones de la misma tablet de HP puede resultar especialmente interesante para ello. De momento, el debate no ha hecho sino plantearse.
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