Si hace unos años las pantallas AMOLED eran objeto de controversia, y hasta Tim Cook se permitía apuntar que le parecían horrorosas, la apuesta de Samsung en aquel momento ha acabado dando unos valiosos frutos: Cada nuevo buque insignia que lanza la firma coreana supera a su anterior terminal estrella en las calidades del panel. Así ha ocurrido también con el Galaxy Note 7 que mejora al mejor hasta la fecha, el S7 Edge, en todos los apartados que han sido objeto de análisis.
Al igual que ocurre con las cámaras, donde DxOmark nos da la medida de cada modelo en cuanto al nivel de su óptica y capacidades para tomar fotos y vídeos, los expertos de DisplayMate son quienes tienen la última palabra en cuestión de pantallas. Si algunos medios criticaban a Samsung por haberse «dormido» con el Galaxy Note 7, no queda sino reconocer que se ha trabajado cada área para mejorar las prestaciones de lo que ya son (de por sí) las mejores especificaciones del mercado actual.
El Galaxy Note 7 es más potente que el Galaxy S7 Edge en los benchmarks de AnTuTu
Galaxy Note 7 y su pantalla; todos los aspectos tenidos en cuenta
Parece complicado que un fabricante se supere a sí mismo cada 6 meses, sin embargo, las pantallas OLED están evolucionando a paso de gigante de la mano de Samsung, hasta el punto de que Apple acabará sucumbiendo y montando ese tipo de tecnología en su iPhone de 2017. Pero no es sólo el tipo de panel lo que cuenta. A la hora de valorar la pantalla del Galaxy Note 7 se han tenido en cuenta muchos factores como el filtro para la luz azul, la protección de Gorilla Glass 5, el nuevo sistema Always On, el sensor dual de ambiente, el HDR aplicado a la imagen o los espectaculares niveles de brillo.
Cabe destacar otra cuestión bastante importante, y es que el nuevo phablet de Samsung cuenta con la tasa de reflejos más baja del mercado (4,6%), lo que hace que su pantalla sea excelente en condiciones de luz natural, algo por lo que siempre han destacado las pantalla AMOLED.
Samsung lidera el ranking desde 2014
Precisamente, otro del modelo del que se dijo que era continuista empezó a marcar el ritmo del segmento en cuanto a calidad de display. El Galaxy S5 consiguió hacerse con el número 1 del ranking de DisplayMate hace un par de años, honor en el que se sucedieron el Note 4, luego el S6, después del Note 5 y por último el S7 Edge hasta llegar a estos días. Las demás marcas, por ahora, sólo pueden aspirar a ser suministradas por el gigante coreano, sin mucha previsión de que esta circunstancia vaya a cambiar a corto plazo.