Una de las grandes guerras (probablemente la mayor de todas, si dejamos al margen la de sistemas operativos), es la que enfrenta a Apple y Samsung, y cada año tenemos ocasión de asistir a unas cuantas batallas entre ambas. La que os traemos hoy, no obstante, es probablemente la mayor de todas ellas, ya que es en la que se miden sus dos mejores phablets: al iPhone 6s Plus, que lleva ya con nosotros unos cuantos meses, le ha llegado al fin la hora de enfrentar en esta comparativa a un nuevo miembro de la familia Galaxy, el Galaxy S7 Edge. ¿Cuál de los dos saldrá vencedor de este duelo? ¿Cuál de los dos os gusta más a vosotros?
Diseño
Aunque, por supuesto, lo que más peso tiene al final son nuestras valoraciones estéticas personales, lo que desde luego no le podemos negar a ninguno de los dos es el encontrarse entre los dispositivos más elegantes del momento y ofrecernos unos acabados excelentes, con una combinación de metal y cristal en el caso del Galaxy S7 Edge, y con una carcasa de aluminio en el del iPhone 6s Plus. Los dos cuentan, además, con lector de huellas digitales. El phablet de Samsung, no obstante, tiene una virtud más: el ser resistente al agua y al polvo.
Dimensiones
Es bien sabido que la optimización del ratio pantalla/tamaño no es el punto fuerte de los iPhone, por lo que a nadie sorprenderá descubrir que el Galaxy S7 Edge es un dispositivo bastante más compacto (15,09 x 7,26 cm frente a 15,82 x 7,79 cm) y ligero (157 gramos frente a 192 gramos) aunque el phablet de Apple lleva una ligera ventaja en grosor (7,7 mm frente a 7,3 mm).
Pantalla
La pantalla de ambos dispositivos es en esta ocasión del mismo tamaño (5.5 pulgadas), pero la lista de diferencias entre ambos es aún así bastante larga, e incluyen el utilizar tipos de paneles distintos (Super AMOLED frente a LCD) y, lo que es más importante, una resolución mucho más alta en el Galaxy S7 Edge (2560 x 1440 frente a 1920 x 1080). Las dos cuentan con algunos atractivos, como es el ser sensibles a la presión (distinguiendo distintos grados de fuerza al tocarlas).
Rendimiento
Ya sabemos que los dispositivos de Apple nos ofrecen siempre un rendimiento muy superior al que cabría esperar de sus especificaciones técnicas, pero hasta que veamos benchmarks y pruebas reales de uso que nos permitan compararlos de forma práctica, la victoria sería clara para el Galaxy S7 Edge en términos de hardware, con un procesador Exynos 8890 de ocho núcleos a 2,3 GHz y 4 GB de memoria RAM frente a un A9 de cuatro núcleos y 1,82 GHz de frecuencia y 2 GB de memoria RAM, que encontramos en el iPhone 6s Plus.
Capacidad de almacenamiento
También lleva una ventaja muy clara el phablet de Samsung en lo que respecta a la capacidad de almacenamiento, ya que no sólo cuenta con una memoria interna de más capacidad para el modelo más básico (32 GB frente a 16 GB), sino que, además, tenemos la posibilidad de ampliarla de forma externa gracias a que cuenta con ranura para tarjeta micro-SD.
Cámara
Por lo que respecta a sus cámaras, nos encontramos con que si comparamos simplemente el número de megapíxeles, el empate es absoluto ya que en ambos casos tenemos 12 MP en la cámara principal y 5 MP en la cámara frontal. La apertura de las cámaras del Galaxy S7 Edge, no obstante, es mayor (f/1.7 en ambas frente a f/2.2 en ambas) y también lo es el tamaño de los píxeles. Habrá que esperar a comparar muestras de fotografías para valorar el impacto de estas características, que debería ser mayor, lógicamente, en condiciones de escasa luminosidad.
Autonomía
También aquí hay que insistir en que los datos más interesantes nos los van a dejar los tests independientes, pero el Galaxy S7 Edge cuenta con bastantes argumentos como para poder aspirar a hacerse con la victoria incluso contando con los buenos resultados obtenidos por el iPhone 6s Plus, empezando por una batería de mayor capacidad (3600 mAh frente a 2750 mAh) y siguiendo por innovaciones como la pantalla “always on” que va a permitir reducir mucho su consumo.
Precio
Todavía no tenemos confirmación oficial del precio del Galaxy S7 Edge, pero salvo sorpresa, no debería haber ninguna diferencia, ya que se espera que Samsung mantenga el precio de su predecesor y lo lance por 800 euros.